Buscando Huellas 4x4
Uspallata - Mendoza

Día 3


Al día siguiente salimos nuevamente solos, Gabriel y Fernando partieron rumbo a Puente del Inca.
Nosotros buscaríamos la vieja y abandonada traza de la RN7 que discurría por la Quebrada del Toro.

Nuevamente tomamos la RP52 con rumbo a Villavicencio.

Antes de llegar a la Cruz del Paramillo, nos desviamos a visitar unas antiguas minas abandonadas.

Desde allí en un soleado día disfrutamos una vista de la cordillera nevada.


 


Son las minas "El Sauce" y "Del Gobernador".
Aparentemente datan de la época del Virreinato y fueron explotadas originalmente por los Jesuitas.

Foto: Eduardo Cinícola

Tuvimos oportunidad de divisar al coloso de los Andes.
En efecto, el majestuoso Aconcagua nos muestra su imponencia.


Foto: Eduardo Cinícola
Conejo Negro (Carlos Lucchini), feliz con su nueva nave.


Foto: Eduardo Cinícola
Construcciones de piedra con sus techos volados es lo que queda de aquella explotación.


Foto: Eduardo Cinícola
Profundos túneles verticales llevan a las entrañas de esas minas.


Foto: Eduardo Cinícola
Lamentablemente el estado de abandono de las instalaciones
hace tremendamente inseguro cualquier movimiento extraño.


Foto: Eduardo Cinícola
Un colorido cementerio alberga las osamentas de viejos mineros.


Foto: Eduardo Cinícola
Las importantes estructuras que aún se mantienen en pie
Nos "hablan" de un pasado de esplendor.


Foto: Eduardo Cinícola
Evidentemente fue muy imponente.


Foto: Eduardo Cinícola
Continuamos camino rumbo a la Cruz del Paramillo
Y comenzamos la caza de mojones de IGM
Este está en perfectas condiciones


Foto: Eduardo Cinícola
Este otro ya recibió algun "castañazo"
a pesar de que su destrucción está penada por la ley.


Foto: Eduardo Cinícola
En La Cruz del Paramillo nos acercamos a las antenas,
desde donde tenemos una hermosa vista del entorno.


Foto: Eduardo Cinícola
Allá abajo divisamos una huella que se interna en la Reserva Villavicencio.
Intentemos relevar esa huella también.


Foto: Eduardo Cinícola
La "reserva" es una propiadad privada. La firma Danone ostentaba los títulos en aquel momento.


Foto: Eduardo Cinícola
Pero a pesar de su pretención de convertir el predio en una "reserva" privada
no podían evitar la actividad de prospecciones mineras concesionadas por el estado provincial.


Foto: Eduardo Cinícola


Foto: Eduardo Cinícola
Este otro mojón del IGM cayó en manos de vándalos que nada saben de leyes ni respeto.


Foto: Eduardo Cinícola
Mas adelante tenemos la suerte de encontrar "con vida" uno de los postes
del telégrafo internacional que unía Mendoza con Santiago de Chile.


Foto: Eduardo Cinícola
Finalmente hallamos la Quebrada del Toro
y en ella la desdibujada huella de lo que fue el ramal ascendente de la primitiva Ruta Nacional Nr 7 que tambien unía Mendoza con Santiago de Chile.


Foto: Eduardo Cinícola
Esta roca como un dedo señalando al cielo, o como el perfil de un indio
caracterizaba este ramal de la ruta.


Foto: Eduardo Cinícola
Otros ladrones de bronce no dudan en destruir señales importantísimas.


Foto: Eduardo Cinícola
Continuamos marcando huella en aquel cauce por el que discurriera la vieja RN7.


Foto: Eduardo Cinícola
Circulamos por el fondo de un cañón de coloridas rocas.


Foto: Eduardo Cinícola


Foto: Eduardo Cinícola
El lugar es muy tranquilo y veíamos que hacía mucho tiempo que nadie circulaba por allí.


Foto: Eduardo Cinícola


Foto: Eduardo Cinícola
Las cubiertas de ciudad de la Suzuki, se bancaban decorosamente, aquel castigo.


Foto: Eduardo Cinícola
Más mojones, más destrucción vana.


Foto: Eduardo Cinícola
Finalmente una huella nos saca definitivamente de la abandonada traza de la Quebrada del Toro.



Nos faltaba ahora hallar esas "ruinas" que figuraban en la vieja carta del IGM de 1936 que nos hubiera acercado Jorge.
Allí marcaba tambien un "ferrocarril destruido" y un "Decauville destruido" que iba desde las "ruinas" hasta la Mina de cal Salagasta.
¿Qué quedará de todo aquello?
¿Hallaremos algún vestigio?


Foto: Eduardo Cinícola
Realmente recorrimos mucho, buscando y buscando como llegar.
Anduvimos por trazas geodésicas, por lechos secos, por profundos guadales, hasta que al final lo descubrimos, allí estaba...


Foto: Eduardo Cinícola
Eran los restos del "ferrocarril destruido".
¡ Increible !... 70 años después, todavia hallamos las marcas de los durmientes.
Ellos nos llevaron hasta las "ruinas"...


Foto: Eduardo Cinícola
Allá están... ¿de qué se trata?.


Foto: Eduardo Cinícola
Descubrimos que no son ni más ni menos que las ruinas de un horno de cal.
Descubrimos también que ingresamos sin saberlo a una propiedad privada.
Aparece "El Chavo", "dueño de esas 68.000 hectáreas" a pretender cobrarnos entrada.
Es que estamos en SU pista de 4x4, que discurre entre guadales y lechos secos.
Durante media hora le explicamos que entramos allí por error y que no estamos dispuestos a pagar ningún "cánon".
Finalmente se convence de lo vano de sus esfuerzos recaudatorios y nos señala la salida.

Buno, vayámosnos a dormir a Mendoza y dejémosnos de jorobar.

Mañana tenemos que relevar huellas en San Luis !!

     
EDUARDO CINICOLA                    
Mayo de 2.006                        

  Primer día de búsqueda de huellas por San Luis.


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