¿Solo piedra pómez?
Campo de Piedra Pómez
- Catamarca - Argentina -


Foto:Eduardo Cinicola
Campo de Piedra Pómez - Dto. Antofagasta de la Sierra

MUSICA de FONDO:


La piedra pómez o "pumita" es una roca volcánica, casi una "espuma", que ha brotado de esas fallas en la corteza terrestre que dejan salir el magma interior del planeta a la superficie; los volcanes. Es una roca de las denominadas piroclásticas o volcanoclásticas.

Lo que la convierte en una roca particular es la gran cantidad de vesículas gaseosas que contiene. Casi como una esponja mineral.
Esa particularidad es la que provoca su bajo peso específico que a su vez la convierte en la única "roca" que flota en el agua.

Por otro lado hay otro tipo de rocas llamadas "tobas volcánicas" que son como una "sopa" donde se han mezclado y solidificado varios otros tipos de rocas volcánicas, entre ellas tambien puede contener pumita.

Pues bien, no se la razón, pero desde hace mucho tiempo (aún en los mapas más antiguos que pude rescatar) se conoce a esa gran área de ignimbritas que salieron del volcán Blanco, como "Campo de piedra Pómez"
Aún cuando si hay algo de piedra pómez esta se halla solo en pequeñas proporciones formando parte de esa toba blancuzca que oxida su superficie expuesta y nos asombra por su belleza en aquel mal llamado "campo de Piedra Pómez" en el Departamento de Antofagasta de la Sierra de la provincia de Catamarca, República Argentina.

Por lo mencionado y visto anteriormente podemos afirmar que el Campo de Piedra Pómez de Antofagasta de la Sierra no está compuesto de piedra pómez sino de ignimbrita con una pequeña proporción de incrustaciones de pómez.

No obstante eso, su belleza es atrapante. No rompamos el encanto y aceptemos seguir llamándolo "Campo de Piedra Pómez".
Ese laberito de piedras blancorosado y bayas, conforma un espectáculo único y pocas veces visto e invita a la contemplación.

Corría el año 2.006 y andábamos por la zona haciéndole conocer sus bellezas a la filátropa Myriam Colombo y a su marido alemán Hans, quien se deslumbraba con la amplitud y magnificencia de los paisajes de la Puna argentina.

No podíamos permitir que se perdieran de conocer esa belleza, orgullo de la provincia de Catamarca.
 


Foto:Eduardo Cinicola
Hans y Myriam Colombo (Q.E.P.D. ambos) deslumbrándose con las bellezas catamarqueñas.


Foto:Eduardo Cinicola
Abandonamos localidad de Antofagasta de la Sierra (con su distintivo peñón y vega) y nos dirigimos al sur.


Foto:Eduardo Cinicola
Lamentablemente la política no respeta ni siquiera esa hermosa carta de presentación que tiene ese pintoresco pueblo.


Foto:Eduardo Cinicola
Y esta vez no son los dibujos de antiguos pobladores, los que provocan nuestra sorpresa.


Foto:Eduardo Cinicola
Ni bien salimos de AdlS, debemos atravesar un campo de novísimos (en términos arqueológicos) volcanes.
Estos primeros son el Vn Antofagasta (al pié del cual hay un antiguo pucará de los nativos)
y detrás, el Vn La Alumbrera (ambos tienen senderos para ascender a pié hasta su cima y ver el interior de sus cráteres).
Más adelante atravesaremos el campo de lava "Los Negros" y otros volcancitos como el "Carachi", el "Cachamani", el "Carluchi" y...


Foto:Eduardo Cinicola
"Los 7 Jotitos".


Foto:Eduardo Cinicola
Para deslumbrarnos luego a la vista de...
La Pampa del Carachi o "Carachi Pampa" como le llamaban los nativos a esa gran planicie de ceniza volcánica en el centro de la cual se encuentra el Vn Carachi que le da el nombre.
También vemos, detrás y a ambos lados del Carachi, dos "manchas blancas", son el gran campo de ignimbritas que expelió el Vn Cerro Blanco, al que también se lo ve a la derecha, en el horizonte, como una leve elevación clara.
La "mancha blanca" de la izquierda es el "Campo de piedra Pómez".


Foto:Eduardo Cinicola
¿Cómo se formó el "Campo de Piedra Pómez"?.

En esta imágen satelital intentaremos explicar la génesis de esa formación geológica.
Todo comienza en el ángulo inferior izquierdo de la imágen. Allí vemos una caldera circular y un "montículo" blanco al SW.
Ese es el "responsable" de todo, el Vn Co Blanco que luego de un gran crecimiento expeliendo toba volcánica del tipo ignimbrita, colapsó dejando la caldera que vemos allí.
Los millones de metros cúbicos de toba se fueron deslizando hacia el NE, hacia la depresión del Carachi, donde vemos al mismísimo Carachi y su laguna.
Así se formó un gran campo de ignimbritas que cubría toda la superficie que vemos desde "ignimbrita ESTE" hasta "ignimbrita OESTE" .
Miles o millones de años después, surgió alli un gran geíser (Vn de vapor) que trajo a la superficie una capa de cenizas oscuras que cubrieron
la parte central del gran campo de ignimbritas, dejando a la vista solo lo que apreciamos al ESTE y OESTE.
La parte del ESTE es lo que conocemos hoy como "Campo de Piedra Pómez".


Foto:Eduardo Cinicola
Desde la Pampa del Carachi las ignimbritas del Este o "Campo de Piedra Pómez".
Ya nos acercaremos...


Foto:Eduardo Cinicola
Desde la Pampa del Carachi las ignimbritas del OESTE y al fondo el Vn. Cerro Blanco, chato y claro.


Foto:Eduardo Cinicola
Ya llegando a la entrada al CPP enormes coirones nos reciben.
Pero al girar la cabeza...


Foto:Eduardo Cinicola
Tenemos otra vista del Carachi, al que he bautizado "Capellina de viuda" por su forma y su color.


Foto:Eduardo Cinicola
Así era la huella de ingreso en 2006.
Kilómetros y kilómetros de arenas y trozos de roca fundidos en esa masa sólida y blanquecina nos esperan.


Foto:Eduardo Cinicola
Tiene la particularidad que la superficie que queda expuesta al aire por unos miles de años toma esa coloración rosado/anaranjada.


Foto:Eduardo Cinicola
El alemán Hans, queda extasiado ante esa grandeza y esa belleza.
Ni en Alemania ni en toda Europa se ven cosas así.


Foto:Eduardo Cinicola


Foto:Eduardo Cinicola


Foto:Eduardo Cinicola


Foto:Eduardo Cinicola


Foto:Hans Siebenhaar


Foto:Hans Siebenhaar


Foto:Hans Siebenhaar


Foto:Eduardo Cinicola


Foto:Eduardo Cinicola


Foto:Eduardo Cinicola
Mirando hacia el Este, vemos detrás la Sierra Nevada,
uno de los pocos seismiles que no pertenecen a la columna principal de la Cordillera de los Andes.


Foto:Eduardo Cinicola
En esta aproximación vemos como es el aspecto de esa "sopa" de arena y trozos de roca fundidos
que conforma la toba ignimbrita del "Campo de Piedra Pómez"


Foto:Eduardo Cinicola
Sequimos hacia el sur, transitando sobre la ceniza oscura que trajo a la superficie el volcán de vapor.
Vamos a buscar al "culpable" de la formación de ese enorme campo de roca blancuzca.


Foto:Eduardo Cinicola
Así llegamos a la Caldera del Cerro Blanco.
Blanca, muy blanca...


Foto:Eduardo Cinicola
Algunos borbotones de "lava blanca"...


Foto:Eduardo Cinicola
Y el fondo de la caldera plano, muy plano.


Foto:Eduardo Cinicola
Al regreso no podemos menos que indignarnos frente a lo que es capaz la estupidez humana.
Quizá por ignorancia o por querer demostrar el poder de sus maquinas, estropearon esas laderas cubiertas de cenizas de distintos colores
(como si estuviesen "jugando" en los médanos de Pinamar) dejando marcas que perdurarán años...


VEAMOS AHORA LA DIFERENCIA ENTRE LA PIEDRA PÓMEZ (PUMITA) y LA IGNIMBRITA


PIEDRA PÓMEZ (PUMITA)
Roca del CAMPO DE PIEDRA POMEZ
(Doble click en la imágen para pantalla completa)
(Doble click en la imágen para pantalla completa)

Videos: Eduardo CINICOLA


POSTRER HOMENAJE A MYRIAM COLOMBO

Miryam Colombo se convirtió en filátropa al ver y palpar las necesidades de los niños de la Puna.

Comenzó buscando y encontrando una ignota escuelita detrás del Salar del Hombre Muerto y llevando, en su primer visita, útiles, ropa y alimentos para esos niños olvidados por la burocracia.

Siguió haciendo y mucho por aquellos niños luego de esa primer visita de octubre de 2.006

Divulgó, convencio a amigos y a grupos de 4x4 que hicieran travesías solidarias. Y las hicieron.

La escuelita comenzó a aparecer en los mapas de GPS y más gente colaboró con ellos.

Machacó y machacó y convencio a las mineras de la zona a que hicieran obras, donaran una ambulancia y ayudaran a esa gente.

Y no se detuvo allí. Hasta el día de su muerte, acaecida diez años después, siguió insistiendo con políticos y autoridades, hasta coseguir que les hicieran baños, cisternas, agua potable y, hasta la promesa de una nueva escuela que, cuando escribo esto (año 2.019) ya está funcionando.

Aquellos niños que conocimos ya no están más, se han hecho hombres y mujeres adultos. Muchos siguieron estudiando en Antofagasta, o en Belén o en Catamarca. Otros quizá trabajen en las mineras.

Miryam y Hans ya no están más en este mundo, pero dejaron obra, grande o pequeña, no se. Seguramente grande para los involucrados. Muy grande desde mi punto de vista.

Vaya en este simple relato mi orgulloso homenaje para ellos.

Gracias Miryam, gracias Hans.

           
EDUARDO CINICOLA
Abril de 2.019            




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