En 1998, cuando anduve por primera vez por allí, me sorprendió, luego de cientos de kilómetros de extenuante y descuidado camino de ripio por la provincia de Jujuy, encontrar que, bajo el arco que marca el límite, comenzara un flamante asfalto chileno, con suaves curvas y alisadas pendientes.
La burocracia de nuestro país hizo que, el asfalto argentino que debió inaugurarse simultáneamente, recibiera su bautismo recién 8 años más tarde en el año 2006.
Ese asfalto, Ruta Nacional Nro. 52 que parte de Purmamarca en la Quebrada de Humahuaca y trepa por la Cuesta de Lipán para acceder a la Puna y cruzar las Salinas Grandes rumbo a Susques por la Quebrada de Mal Paso (abierta originalmente a pico y pala por el mismo matrimonio Contreras y pobladores de Susques), rodea luego en una traza casi plana y sin cuestas notables el Salar de Olaroz y luego de esquivar por el sur los Bordos de Esquina Colorada de casi 5.000 metros de altura, bordea con rumbo norte la Salina de Jama rumbo al Paso.
Decía, esa traza de ese asfalto de largo y plano recorrido, no fue el camino elegido por el matrimonio Contreras y el baquiano Sosa en su primer cruce por Jama.
Ellos eligieron un camino mas corto y con más pendientes que, pasando por Toro, esquivaba los Bordos por el norte.
Nosotros, buscando siempre nuevos o viejos caminos abandonados vimos esto como un desafío y pretendimos rescatar del olvido aquella huella.
Paralelamente, hace pocos años, empresas argentinas descubrieron el negocio de vender el barato gas boliviano a los chilenos, cuyo norte minero estaba hambriento de energía en cualquiera de sus formas.
Fue así que, en una alocada carrera, dos empresas argentinas (cuyo principal negocio no era naturalmente el transporte de gas) se lanzaron a soldar caños de 20 pulgadas (50cm) de diámetro, con el objeto de ser los primeros en llegar con el preciado combustible a las Minas de Chuquicamata, Calama y Antofagasta.
Quien lo hiciese primero tendría la prerrogativa de poner precio al producto.
Hoy, advertidos los bolivianos de la "descortés" maniobra, solo atinaron a aumentar el precio del fluido y cuotificarlo con el fin de morigerar el daño a sus armas usadas en la geopolítica lucha con Chile para recuperar su salida al mar.
Es así como en esos extensos gasoductos previstos para transportar 8/10 millones de metros cúbicos de gas por día, no transitan más de 2 ó 3 por cada uno.
Costaron unos 900 millones de dólares uno y el otro de construcción más económica, un poco menos. Intuyo que el pingüe negocio practicado durante los últimos 8 años ha permitido su total amortización y una jugosa toma de ganancias.
Pero el cuento viene a que, buscando en las satelitales, nuevas o viejas huellas que uniesen Susques con el Paso de Jama, me topaba con largas rectas que cruzaban los cerros como si no existiesen, desadvertido de la existencia de los gasoductos (cuya traza imaginaba mucho más al sur, por el paso de Jama junto con la línea de alta tensión que exporta energía eléctrica a Chile), me tenían intrigado esas trazas, que semejaban líneas geodésicas, pero muy marcadas.
Ellas y otras huellas fueron levantadas de las satelitales y cargadas al GPS con el objeto de investigar.
Cruzaban unas sobre los Bordos de Esquina Colorada y otras apuntaban a Toro, justo el camino que decían haber tomado el matrimonio Contreras !!