Piedra Parada en la Patagonia
y Cañadón de la Buitrera

Parte 2


Foto: Eduardo CINICOLA
A poco de salir de Gualjaima, intentando vadear el crecido Río Chubut,
nos sorprendemos con un novísimo puente de hormigón, casi listo para ser inaugurado en pocos días.


Para este día estaban previstos los platos principales de la travesía, ingresar al Cráter de la Piedra Parada e incluso si fuera factible llegar esa misma jornada hasta la enorme roca.

Pero no estábamos apurados, antes teníamos varios waypoints (puntos en el mapa) levantados de las fotografías satelitales, que queríamos investigar, entre ellos unos "raros pliegues" que había descubierto El Pampa con los que había logrado intrigarnos a todos.

Allí cerca, donde el arroyo Lepá se une con el Río Chubut, intuíamos que debía haber un vado que nos permitiera cruzar a este último para ir arrimando a nuestro destino.

Cuando llegamos allí, el vado había sido "ocupado" por maquinaria pesada, camiones y un obrador que se hallaban construyendo el puente que permitirá, en un futuro, cruzar el Río Chubut sin sobresaltos.
Nos corrimos un poco hacia un lado y otro buscando otro lugar donde vadear, pero el caudal y la corriente intimidaban, a más de no divisarse una salida franca en la orilla opuesta.

Decidimos entonces tomar rumbo norte para cruzar el río por un puente cercano a Fofo Cahuel y luego simplemente vadear el Río Chico y volver al sur, a nuestra "Zona de interés", por huellas que habíamos relevado de las fotografías satelitales y, por suerte, incluído en una versión "ad hoc" de ViajerosMapas que llevábamos cargada en los GPSs.

Ese día "descubrimos": Una lagunita con flamencos rosados y sus crias adolescentes. En la cima de una gran lomada una abandonada cantera de piedras laja, y, finalmente, casi sin darnos cuenta comenzamos a transitar por el interior de la gran caldera del cráter de Piedra Parada.
Faltaba encontrar los "raros pliegues" que El Pampa había "descubierto" en las fotos satelitales.


 


Mapa tomado de ViajerosMapas.com
Vemos en este mapa, en rojo y luego en celeste parte del recorrido de ese día, saliendo de Gualjaina (abajo-izquierda).
(falta colorear la salida de Gualjaima hasta el puente en construcción sobre el río Chubut, antes de tomar hacia el Norte).


Foto: Eduardo CINICOLA
También nos sorprenden en unas lagunitas cercanas estos flamencos rosados
que solemos ver en las lagunas de altura de la Puna, a más de 4.000 msnm.


Foto: Eduardo CINICOLA
El espécimen de alas blanco y negro, es un púber que aún no ha migrado a las alturas
a alimentarse con los crustáceos de las salinas de la Puna que les proveen los pigmentos que tiñen su plumaje de rojo.


Foto: Eduardo CINICOLA
Pasando Al Sarsa por la RP65 y tomando luego al sur,
esta amigable huellita que rodea en Co. Fofo Cahuel nos lleva a descubrir...


Foto: Eduardo CINICOLA
Esta cantera de lajas en la cima de una loma.


Foto: Eduardo CINICOLA
Nadie había el las inmediaciones y todo aparentaba abandonado
pero los "pallets" con lajas estaba listos para su despacho.
Los muchachos dispuestos a cargase uno en cada camioneta para hacerse el piso del quincho


Foto: Eduardo CINICOLA
Poco después aconteció una de las cosas más interesantes de toda travesía...
LOS HUEVOS FRITOS CON PANCETA AL DISCO que suele preparar El Pampa para el grupo...


Foto: Eduardo CINICOLA
Estábamos muy alto y, a muestros pies, pinceladas de distintos tonos embellecían aquel entorno.


Foto: Eduardo CINICOLA
Hacia el Oeste divisábamos las cumbres nevadas de la Cordillera de los Andes.


Foto: Eduardo CINICOLA
Que, con las antiquísimas coladas y campos de ceniza de esta zona volcánica,
consiguen dibujar este hermoso paisaje.


Foto: Eduardo CINICOLA
Allá arriba encontramos algún puesto y alguno de los animalitos que crian.
Acá una madre chiva con sus dos chivitos recién nacidos.


Foto: Eduardo CINICOLA
Sin darnos cuenta en aquel momento, estábamos ingresando al gran cráter de Piedra Parada.
No es solo este bajo en primer plano, sino que se extiende mucho más allá,
hasta la otra parte clara arriba y a la derecha de la foto.


Foto: Eduardo CINICOLA
Allí el color predominante es el ocre, en todos sus tonos.


Foto: Eduardo CINICOLA
Tampoco nos dimos cuenta en ese momento, que en nuestra foto YA estaba apareciendo la Piedra Parada,
allá, abajo y en la lejanía, acercada por en zoom de la cámara.


Foto: Eduardo CINICOLA
Vamos descendiendo y encontramos algunos oasis verdes que embellecen aún más ese lugar.


Foto: Eduardo CINICOLA
La huella, transitable para un auto de calle, nos interna poco a poco en el gran cráter y no nos damos cuenta.


Foto: Eduardo CINICOLA
Deberíamos habernos dado cuenta que aquellas rocas eran magmáticas.
Pero estábamos muy distraídos disfrutando...


Foto: Eduardo CINICOLA
En ciertas pequeñas planicies, entre tanta roca, vemos campos de pastoreso alambrados.


Foto: Eduardo CINICOLA
Allá, transponiendo aquellas piedras adelante, ingresaríamos al mismísimo cráter.


Foto: Eduardo CINICOLA
Si, allá está. Vayamos hasta el mismísimo fondo.


Foto: Eduardo CINICOLA
Como vemos, allá se acaba la vegetación y predominan las arenas/cenizas del antiguo volcán.


Foto: Eduardo CINICOLA
Repentinamente ingresamos a un ambiente semidesértico.


Foto: Eduardo CINICOLA
Una extraña muralla de roca sale desde un gran promontorio y apunta hacia nosotros.
En aquel momento tampoco lo supimos, pero luego...


Foto: Eduardo CINICOLA
...repasando las fotos satelitales descubrimos que del domo central del cráter
parten cual perfecta cruz, cuatro de aquellas murallas de roca.
¿Que extraño fenómeno las habrá producido?


Foto: Eduardo CINICOLA


Foto: Eduardo CINICOLA
Quizás el juego de luces y sombras del sol y las nubes le daban mayor belleza al paisaje...


Foto: Eduardo CINICOLA
...uno de los mas bellos que he visto en la Patagonia.


Foto: Eduardo CINICOLA
Y donde "lamentablemente" tuvimos que armar nuestro campamento, a la vista del domo central.


Foto: Eduardo CINICOLA


Foto: Eduardo CINICOLA
Mientras los muchachos preparaban el fogón...


Foto: Eduardo CINICOLA
... y el guiso de fideos que comeríamos esa inolvidable noche.


Foto: Eduardo CINICOLA
Al día siguiente continuamos por aquella confortable huella descubriendo más paisaje


Foto: Eduardo CINICOLA
Así nos topamos con una ventana en las alturas...


Foto: Eduardo CINICOLA
... y encontramos y vemos de cerca la composición de una de aquellas "misteriosas murallas" que parten del domo central.
Es realmente rara. Tiene un ancho total de unos 15m.
y está conformada de dos paredes externas de roca ígnea más resistente
y "rellenada" con detritus, también de origen volcánico por supuesto.


Foto: Eduardo CINICOLA
Unos pocos pobladores tiene la suerte de vivir allí.


Foto: Eduardo CINICOLA
Rodeados de esa belleza


Foto: Eduardo CINICOLA


Foto: Eduardo CINICOLA


Foto: Eduardo CINICOLA
Así fue que llegamos a un profundo cañadón.


Foto: Eduardo CINICOLA
El Cañadón de la Buitrera.


Foto: Eduardo CINICOLA
en la entrada del cual se encuentra la gigantesca Piedra Parada.
Monolito de 235m de altura y más de 100m de diámetro.


Foto: Eduardo CINICOLA
En las paredes de roca de ese cañadón hay muchas cuevas y oquedades.


Foto: Eduardo CINICOLA
Naturales ¿o artificiales?


Foto: Eduardo CINICOLA
En alguna de los cuales se han hallado restos que señalan su utilización por humanos
desde hace la friolera de 5.000 años


Foto: Eduardo CINICOLA
Caminamos unos cuantos cientos de metros por aquel impresionante cañadón,
Pero debíamos continuar nuestro camino. Los días de "vacaciones" se acababan
y estábamos muy lejos de casa.


Foto: Eduardo CINICOLA
Salimos de allí con rumbo al lejano Gan Gan por el Cañadón de los Loros.


Intentamos también otras huellas que nos llevarían por un viejo almacén del siglo XIX o por un moderno observatorio astronómico, pero todas estaban cerradas por tranqueras con candado.

Así fue que finalmente tomamos rumbo Este por el Cañadón de los Loros. Sufrimos algún percance mecánico pero pudimos continuar viaje, pasando por Mallín del Currumil, la Laguna Taquetrén, Salina Colelache, Sacanana y, ya finalizando el día y con mal tiempo, hicimos la entrada a Gan Gan donde, en principio, finalizaba la travesía propuesta al grupo.
Aunque para quién aún le quedara pila, la cosa podía continuar con otras dos grandes curiosidades.

Tres camionetas con sus integrantes continuaron viaje y con Elsa, Pampa y Jorge buscamos alojamiento y cena en Gan Gan para continuar, al día siguiente, con lo que sería la frutilla del postre.

# Pero disfrutemos ahora del detallado relato y las profusas fotos de esta "aventura" de exploración que acabo de mostrarles en estas imágenes y que nos regala Sergio Zerega (El Pampa) en su Sitio Lo del Pampa - "De volcanes y Buitreras" y que, como recordarán, comenzó con aquella primera breve incursión a la Meseta de Somuncurá.


 

           
EDUARDO CINICOLA
Octubre de 2015            



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