Para este día estaban previstos los platos principales de la travesía, ingresar al Cráter de la Piedra Parada e incluso si fuera factible llegar esa misma jornada hasta la enorme roca.
Pero no estábamos apurados, antes teníamos varios waypoints (puntos en el mapa) levantados de las fotografías satelitales, que queríamos investigar, entre ellos unos "raros pliegues" que había descubierto El Pampa con los que había logrado intrigarnos a todos.
Allí cerca, donde el arroyo Lepá se une con el Río Chubut, intuíamos que debía haber un vado que nos permitiera cruzar a este último para ir arrimando a nuestro destino.
Cuando llegamos allí, el vado había sido "ocupado" por maquinaria pesada, camiones y un obrador que se hallaban construyendo el puente que permitirá, en un futuro, cruzar el Río Chubut sin sobresaltos.
Nos corrimos un poco hacia un lado y otro buscando otro lugar donde vadear, pero el caudal y la corriente intimidaban, a más de no divisarse una salida franca en la orilla opuesta.
Decidimos entonces tomar rumbo norte para cruzar el río por un puente cercano a Fofo Cahuel y luego simplemente vadear el Río Chico y volver al sur, a nuestra "Zona de interés", por huellas que habíamos relevado de las fotografías satelitales y, por suerte, incluído en una versión "ad hoc" de ViajerosMapas que llevábamos cargada en los GPSs.
Ese día "descubrimos": Una lagunita con flamencos rosados y sus crias adolescentes. En la cima de una gran lomada una abandonada cantera de piedras laja, y, finalmente, casi sin darnos cuenta comenzamos a transitar por el interior de la gran caldera del cráter de Piedra Parada.
Faltaba encontrar los "raros pliegues" que El Pampa había "descubierto" en las fotos satelitales.