Había nacido en Avellaneda, en 1931, pero de niño se radicó con sus padres en Alemania regresando con motivo de la Segunda Guerra Mundial. "Federico, como muchos chicos, ‘trabajó’ como mensajero llevando datos entre los puestos militares, ya que no era común que apresaran a los niños. Así forjó el carácter aventurero y duro que lo caracterizó”, contó Néstor Saavedra en uno de los artículos publicados después de la muerte de Kirbus. Volvió al país en 1948 y al año siguiente empezó a escribir en la revista Velocidad, su pasión eran los motores. Fue reportero de El Gráfico, La Prensa, La Nación, Clarín, Argentinisches Tageblatt, Road & Track y Car and Driver. Hasta su muerte colaboró con Automóvil Revue, de Suiza. Después intercambiaba las crónicas de autos y las de turismo, recorrió así cada kilómetro de ruta e incluso hizo caminos donde no existían Se movió en los mas altos niveles del mundo del automovilismo , fue amigo cercano de Juan Manuel Fangio con quien viajara por Europa y formó parte también del equipo de carreras Mercedes-Benz en 1955. Federico y Marlu su esposa comenzaron las travesías en la década del 60. El objetivo era probar autos ( y después 4x4 ) que les entregaban para testeo , pero como viajeros comenzaron a escribir sobre esos lugares nuevos a los que llegaban y pocos conocían. Hicieron más de 160 viajes y recorrieron cerca de 500.000 kilómetros, siempre juntos, andando una y otra vez por la entonces desértica Ruta 40 de tierra y ripio. Muchos años viajaron junto a su perra Pussi, una gran compañía cuando se quedaban varados en medio de un desierto sin nafta. Descubrió como periodista itinerante y fotógrafo, sitios y panoramas que hoy se pueden considerar clásicos. En esos recorridos fue quien descubriera Ischigualasto (Valle de la Luna), Talampaya y la Ruta 40. Dicen que en 1964 llegó por primera vez a Ischigualasto, pero fue recién en marzo de 1967 cuando , junto al fotógrafo Antonio Legarreta, publicó un artículo en el diario La Prensa que se tituló "Riqueza y belleza natural del Valle de la Luna”. Fue a partir de esa nota que el país comenzó a conocer y hablar de este extraordinario lugar, hoy conocido en todo el mundo. En 1978 previno que el Tren a las Nubes, creado poco antes, fuese suprimido por falta de pasajeros al publicar en el órgano oficial del Automóvil Club Argentino una nota titulada "A las nubes en un tren", lo que hizo que este servicio turístico se conociera entre muchos amantes de los ferrocarriles (revista Autoclub). En 1983 recorrió los Llanos de La Rioja y publicó en la revista Autoclub un artículo que perduraría para el dominio público y el turismo como "El Camino de los Caudillos".
Fue un periodista consagrado del mundo tuerca y su palabra era indiscutida en esos espacios. Su trayectoria la desarrolló en medios como: Velocidad, El Gráfico, Motor, A Todo Motor, Aire & Sol, La Prensa, La Nación, Clarín, Argentinisches Tageblatt, Autoclub, Automóvil Revue (Berna, Suiza), Road & Track, Car and Driver (Estados Unidos) entre otros. Ha cubierto como periodista muchas carreras del país y en el exterior.
Como escritor realizó numerosa publicaciones, entre las que se cuentan:
En 2010 publicó FLORENCIA, COLÓN Y EL DESCUBRIMIENTO donde pretende explicar cómo y por qué el Gran Almirante se inspiró en los estudios de Paolo Toscanelli en la Perla del Arno para navegar hacia el poniente y hallar América. En 2013 la librería editorial Distal publicó " Los mejores destinos turísticos de la Argentina ", con la autoría de Federico y Marlú Kirbus.
Por su labor periodística fue premiado en numerosas oportunidades, así en 1980 obtuvo una Mención Premio Rolex por la Primera Fundación de Buenos Aires en Escobar. En 1987 recibió un Diploma al Mérito de los Premios Konex como uno de los 5 periodistas de divulgación científica más importantes de la Argentina hasta ese momento. También recibió el Premio John R. Reitemeyer de la SIP (1972) y el Premio Club de la Aventura (1988). Gracias a la gestión de amigos de la Peña 5x5, en su honor se denominó como “Sargento Federico” a un cerro volcánico de 6.168 m.( latitud 27º 57,6 S y longitud 68º 44,5 W) de la formación Bonete, allí donde La Rioja mete una cuña en Catamarca, casi en la frontera con Chile. Tambien la duna más alta del mundo, de 1.230 metros, en Fiambalá, Catamarca, lleva su nombre.
Kirbus falleció a los 84 años, pero dejó un invaluable aporte al turismo, en especial al de San Juan y varios amigos que lo seguirán recordando como el aventurero que se pasó la vida viajando. Su amigo, colega y compañero de ruta Oscar Fernández Real así lo recordaba en su nota de despedida. “ sus recorridos por el mundo y sus conocimientos sobre el deporte automotor, lo llevaron a acompañar la gira de Juan Manuel Fangio por Europa, así como a recorrer distintas pistas y salvar milagrosamente su vida en el terrible accidente de Le Mans. Reconozco como uno de los mejores escritos periodísticos que he leído a su cobertura del primer vuelo con el Concorde, hasta Río de Janeiro”, “ su pluma ingeniosa y su fino humor convertía a los hallazgos arqueológicos en algo entretenido y enseñaba a quien hacía travesías a descubrir muchas otras cosas más que la simple visión de paisajes. Y su visión le hizo publicitar –viajando en un pequeño Citroen 2 CV—lo que eran unas formaciones que se conocieron después como el Valle de la Luna, en Ischigualasto. Y cuando estaba abandonado y casi por clausurarse, promovió la travesía del Tren a las Nubes. Por sus sucesivos recorridos, muchos más altos que los 4.000 metros, fue develando pasos y valles cordilleranos, hasta enhebrar lo que es hoy el itinerario de la Ruta 40, desde La Quiaca hasta Santa Cruz. “ En San Juan ,Jaime de Lara dijo: "Él decía que San Juan era una de las provincias con más riqueza geográfica del país, con gran diversidad aun en las zonas semidesérticas. Su último viaje a la provincia fue en el 2007, lo hizo para conocer en Tocota un lugar que encontró Pebi Zimmerman; yo le hice de guía en la pampa El Leoncito, donde sus amigos de la peña 5x5 probaron los carros a vela… Era un hombre muy comunicativo y simpático, vivía gozando de lo que hacía y siempre tenía en cuenta en sus escritos a las personas que le permitieron conocer los lugares”. "En 1976 vino a conocer nuestras guanaqueras. Hizo contacto conmigo a través de otra periodista, Helena Goñi, y coordinamos un viaje. Cruzamos el Tontal con nuestras guanaqueras y las 4x4 de sus amigos, una peña a la que le pusieron 5x5, según me dijo sonriendo ‘porque es más que 4x4’. Desde ahí nos hicimos amigos e hicimos varios viajes. Fuimos a Catamarca con su esposa Marlú, su compañera de toda la vida, hicimos muchos kilómetros mientras él hacía el road test de la rural Fiat Weekend. Kirbus llenaba dos planillas, una para la fábrica y otra para el departamento de publicidad. Escribió durante toda su vida artículos promocionando a la Argentina y la puso bien en alto como uno de los países más hermosos del mundo”, recordó De Lara.
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