AMIGOS de ... 

NESTOR QUERALT y su "jauría" de "buenos muchachos".

Nueva huella de Salta a Catamarca
de Jasimaná a Laguna Blanca

 

Néstor andaba buscando hace tiempo la manera de llegar desde los Valles Calchaquíes a las alturas de la Puna Catamarqueña, siguiendo los rastros de las caravanas de llamas que antiguamente utilizaran los nativos para intercambiar sus mercancías entre esas dos zonas del noroeste argentino.

Debió haber partido de Cafayate o Angastaco, pero, para agregarle un poco más de condimento a su expedición, lo hicieron desde el asfalto de la RN9 a la altura de San Pedro de Colalao en Tucumán, recorriendo una reciente traza (ya semidestruída) de la RP352 de Tucumán que atraviesa las Cumbres Calchaquíes rumbo a Tolombón y Cafayate en Salta.

Transitaron luego por lugares absolutamente inexplorados en vehículo motor. Se empantanaron en mallines, se perdieron, se "encontraron", en fin, vivieron una de esas aventuras que se convierten en inolvidables.
Leamoslá.

Eduardo Cinícola

Escrito por Nestor Queralt el 16 de Diciembre de 2006 a las 11:42:40

Jasimana. el misterio de la mayor finca del país.

Hace mas o menos unos doce años que anduve por primera vez en la zona.
En esa época solo nos fue posible arrimarnos hasta lo de Pasarella, dado a lo arenoso de los caminos y la dificultad en transitarlos. Quedo en el cogote no haber llegado a El Arremo, en esa época destino poco menos que imposible.
Ya se escuchaban comentarios sobre el futuro de la Finca.
Se contaba la historia de un encargado en cobrar los arriendos que había tenido que salir de raje de la zona ante los cuetazos de los verdaderos dueños. Los puesteros que habitaban por allí desde siempre, armados hasta los dientes para proteger su terruño.

Jasimana son 1.330.000 hectáreas con todos los suelos posibles. Se ubica en el tercer Valle Calchaquí en el extremo sur del Dto. de San Carlos.
Limitan al norte con la Finca Gualfin, Pucará al oeste y Cardones al Este.
El limite Sur lo da la Pcia de Catamarca.
Se crían camélidos, caprinos y bovinos, siendo la producción de lana de llama y su posterior hilado y tejido, su principal producción hoy día.
Jasimana es cuna de los mejores artistas plásticos y artesanos de Salta.

Y hacia allá fuimos.

Partimos de San Pedro de Colalao en Tucumán, lugar que hemos adoptado como base para todos nuestros viajes por el Norte.
El clima no se presentaba muy bueno, pero no podíamos elegir, así que enfundados en los trajes de lluvia, partimos rumbo a Cafayate, donde nos esperaba el amigo Torrontes para saludarnos efusivamente.

Rumbo a las nubes por caminos de tierra en muy mal estado ¿algo más se puede pedir ?

Superamos el Filo de las Cubres Calchaquíes y comenzamos la larga bajada, arrimándonos a la ZONA ROJA........ zona de peligro, pues el suelo cambia repentinamente y comienza a descender sobre una montaña de arenilla rojiza muy inestable y donde los derrumbes están a la hora del día. Transitar con cuidado.

De todo el camino Tolombon – Hualinchay, creo es la parte más pintoresca:


Terreno ideal para la KTM de Romero. Si hasta hace juego con el color del suelo.......................

Nos reagrupamos y recorrimos los últimos kilómetros que faltaban para llegar a Cafayate por el cauce del Río Santamarina, pero esta vez con lluvia torrencial. casi nos quedamos a vivir allí, no podíamos avanzar por el piso tipo barro chocolate patinoso y LRPMQLP......... menos mal que por las costas quedaba algo de arena y pudimos avanzar a través de la lluvia hasta salir a Cafayate por el cauce del río que la cruza...........la verdad que nos las vimos negras...... sobre todo el grandote de la KTM que se pego una linda arrastrada en ese barro jabonoso tipo chicle y LRPTMQLP, no me quiero acordar ¡¡¡¡¡¡¡


Luego de Comer y tomar, tomar, tomar, tomar. algo del famoso producto Cafayatense, nos regalamos una noche en una hostería muy particular con unas camas muy cómodas y una ambientación acorde a la tarifa....................nos mataron, Pero lo pagamos con gusto. Estábamos todos mojados y fue una decisión acertada, buscar un muy buen lugar para comer y dormir.

A la mañana siguiente nos preparamos para partir:

Nuestro rumbo: Angastaco y la entrada a la Finca Jasimana...........

A los pocos kilómetros nos topamos con Pucara, puesto muy cuidado donde vimos plantaciones de porotos, pimientos, papas, etc.

Con permiso del poblador, saque mi foto pensada hace años. Sinfonía en Verde ¡¡¡¡¡¡¡¡

Unos kilómetros mas adelante, nos llamo la atención las nuevas y bien hechas construcciones de El Arremo


La huella continuaba sinuosa hasta la Pampallana y de allí observábamos el fin del camino: Verojo




Ojo, no confundirse: Verojo no por Ver – ojos o algo parecido. Verojo por el verde sublime del lugar , acompañado de una vega que se interna en la montaña y provee de agua filtrada y Purísima a esta población.

Allí charlamos con pobladores y les comentamos de nuestras intenciones. afirmaron la posibilidad y a pesar de la hora avanzada, las tres de la tarde, emprendimos el viaje sin retorno hacia las cumbres de la Serranía de Zuriara. El paso o abra que habíamos elegido ya desde Buenos Aires, era la que nos recomendaban los puesteros: el Abra de Cuyin o Luyingo.

Ibamos con el dato de un puesto sobre el filo: Peñas Negras, del Sr. Escalante que nos brindaria refugio ante los frios de las noches en estos sitios a tanta altura (más de 4.500 metros).
Nuestra preparación para la altura estuvo dividida en dos teorías: Soroche Pill ( pastillita magica Boliviana) y la conocida Azeta mas agua, muuuuuuucha agua. Un Migral para el dolor de cabeza, antes de que duela y a coquear, como requisito indispensable para andar por las alturas.

Saliendo de Verojo hay que buscar de dar la vuelta al Cerro Condorhuasi para internarse en la Quebrada del Abrigo, llamada así por la casi inexistencia de vientos debido a la conformación de las paredes montañosas que la forman.



El piso nos sorprendió y nos llevo un rato acostumbrarnos a andar a la velocidad necesaria (mas bien diría: saladita), por arriba de estos mallines con tocones que no pude averiguar como se llaman.


Bordear y esquivar estros mallines, fue el desafío de este viaje. cuando no teníamos mas remedio había que circular muy rápido, diría mas de lo aconsejado por las reglas del “no lastimarun”, pero era la única manera de pasar. ¡¡¡¡¡
Uno nunca termina de sorprenderse sobre la capacidad de las suspensiones de las motos que utilizamos.
En este viaje llevamos un muestrario de cilindradas: 350, 400, 650 y 990, con sus diferencias. Todas pasaron bien estos tocones. Qué merito para Pepe De Lisio ,quien además de acompañarme en estos viajes, es quien regula las suspensiones y las calibra para los terrenos donde vamos a circular. Trabajo Perfecto ¡¡¡¡¡¡¡¡¡

De repente, nos agarro la maldición del que se quedó y no pudo venir...
El cielo se puso gris y nos desorientamos con GPS incluido. El olfato no aparecía , de repente nos resfriamos todos y en estos casos no hay nada mejor que quedarse quietito y esperar a que aclare ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Aclarado un poco como para verificar nuestro rumbo, enfilamos hacia el Abra por otro mallin impresionantemente grande y extremadamente difícil. Aquí nos tuvimos que ayudar entre todos para sortear de a uno esta trampa que puso natura en estas alturas. Ya estábamos a mas de 4.000 metros y respirar se hacia cada vez más difícil, sobre todo si hay que patear una moto que se queda atascada en un mallin ¡¡¡¡¡¡¡


Continúa