Con santa paciencia ellos nos explican todos los detalles de la vida animal y vegetal de la región, ademas de darnos una excelente clase de geología.

La mañana siguiente nos mostró el Cerro Payún (volcán), aún rodeado de nubes. 

También descubrimos el escorial   (escoria volcánica) y algunos conos volcánicos, por cuyas paredes colapsadas fluyó la lava millones de años atrás.

Las cenizas volaron por los aires y al depositarse formaron, entre otras, esta "pampa negra" donde vemos paseando a los guanacos, especie protegida en esta reserva provincial.

Mas cerca tomamos el galope de otro guanaco. 

El grupo "Viajeros" (Lucho, Héctor y Tatino -de pié- Eduardo y los 
guardaparques, rodilla en tierra. Debajo, la arena volcánica renegrida de la "pampa negra", al fondo otro cono volcánico.

Mas al sur de la Pampa Negra continuamos divisando antíguos cráteres.

Los guardaparques nos explican como estos volcánes de la era cuaternaria expelían grandes rocas incandescentes denominadas "bombas".

Saliendo de Coehue-Co, al este del camino tenemos otra vista, desde la cual se divisa el "Payún Matrú". Este es el gran volcán, solo que sus dimensiones modifican la perspectiva y no permiten apreciar que lo que vemos es un lateral del gran cráter de casi 9 Km de diámetro.

  Ver fotos Satelitales del Payún Matrú.

Los espinillos nos acechan por doquier con sus afiladas púas. 

Cruzando extensas zonas de lava solidificada, por rústicos caminos, nos dirigimos hacia el Oeste, hacia la ruta 40, desembocamos justo en un lugar denominado "La Pasarela".
Esta pasarela está sobre el Río Grande, que allí se encajona entre estas paredes de lava en un callejón de unos 15 metros de ancho pero con una profundidad de agua estimada en 45 metros.