Corría Agosto de 1999...
Día 6
Jueves12
Itinerario:
Vinchina - V.Unión - Guanacol - Ruta 40 - Cuesta de Huaco -San José de Jáchal - Embalse - Rodeo.
Desayunamos a las 9.30 hs. Todos estabamos de mejor ánimo. Luego de oír las repetidas anécdotas de don Yoma, cargamos los vehículos y partimos.
Pasamos por Villa Unión. Almorzamos allí, informando a nuestras respectivas familias de nuestra buena salud. Torcimos para el SO para tomar la R.40 en Guandacol. A 70 Km, llegamos a la cuesta de Huaco.
Se trata de una cuesta en la que a sus costados se levantan unas formaciones de piedra caliza que la erosión
ha convertido en un escenario. Allí se confunden las formas y los colores contribuyen a emparentarlo con algún museo de cera.
Seguimos hacia el Sur. Luego de 20 Km. llegamos a San José de Jáchal.
Aquí giramos al Oeste para tomar la R 150 que acompañada en casi todo su recorrido por el Río Jáchal. El derrotero nos llevaba a Rodeo. Éste era el lugar elegido para pasar la noche.
El camino era muy bonito, de cornisa. Serpenteaba constantemente y las luces del atardecer que se reflejaban en el río lo transformaban en un espejo plateado.
A 45 Km. aproximadamente de Jáchal llegamos al embalse “Cuesta del Viento”. Se imaginarán el porque del nombre.
Cerca de allí visitamos un yacimiento de basaltos columnares. Sencillamente espectacular. Después de las fotos y video de rigor seguimos para Rodeo.
Llegamos a eso de las seis de la tarde. Encontramos una cabaña muy cómoda para los seis. Luego de instalarnos, Jorge nos agasajó con una cena de reyes. Bruschetta a la Salamandra y Polenta con tomate concace y panceta ahumada.
Día 7
Viernes 13
Itinerario
Rodeo-Tudcum-Angualasto-Malimán de arriba-Chigua-Río Jáchal-Vuelta a Malimán-Rodeo.
Durante la cena habíamos decidido usar la cabaña como punto de partida para las excursiones que realizaríamos
en la zona.
Aquí se produjo un cortocircuito entre el carácter inicial del viaje y la nueva situación planteada a partir de contar con un lugar fijo, techo, calor y cama caliente, que conspiró en detrimento del espíritu aventurero de algunos miembros del grupo. ( Se confesaron satisfechos con lo hasta allí alcanzado).
La idea era alcanzar la reserva de San Guillermo por el Sur. Llegar a Malimán y de allí bordeando el río Jáchal o Blanco intentar acercarse.
Salimos tarde.
Pasamos por Tudcum. Dejamos ropa y calzado en la escuelita del pueblo y seguimos hacia Angualasto.
Aquí pueden verse a un costado de la ruta unas ruinas de la cultura del mismo nombre. A un paso el puesto de gendarmería y mas allá la nada.
El camino es exigente por demás. Pasamos por Malimán con destino a Chinguillos. Poco después de 10 Km. el sendero se corta por aluviones. Encontramos una quebradita de un arroyo seco que baja hasta el río Blanco. Por allá nos mandamos a intentar cruzarlo y tomar otra variante por la orilla este del río. El cauce del arroyo seco discurre con una suave pendiente por unos 600 o 700 metros y llegamos a la orilla del río Blanco.
Meditamos sobre como vadearlo. El rumor del agua en movimiento y la fuerte corriente, intimidaba.
Medimos la profundidad y cerca de la orilla ya pasaba el medio metro.
Demasiado para los autos, teniendo en cuenta que el piso era de piedra bola y algunas tenían mas de 30 cm de diámetro.
Volvimos buscando algún desvío que nos llevase a otro cruce mas beneficioso. Trepamos un buen trecho. Rellenamos alguna grieta para permitir el paso de los autos. Empujamos, pero no había caso. Una barda de mas de 1 mt. nos frenó a poco de andar.
Volvimos a Malimán de Arriba.
En Máliman nos encontramos con uno de esos personajes queribles de primera mano: Don Justo Paredes, arriero de los de antes. De mula y de a caballo.
Nos contó algunas de sus vivencias, con la sabiduría que esconden las cosas simples. Sin grandilocuencia ni palabras raras.
Ya anocheciendo volvimos a la cabaña para asearnos y después cenar.
Día 8
Sábado 14
Itinerario:
Rodeo-Tudcum-Ruta 413-Corral-Paso de Conconta-Rodeo.
Salimos cerca de las 10.30 Hs.
Intentaríamos llegar al paso de las Tórtolas (4960 m.s.n.m.) cruzando la quebrada de La Pancha.
Por el paso de Conconta atravesar la cordillera de Colangüil , cruzar el valle del cura y llegar al cruce con Chile casi a 5000 mts de altura.
Dejamos Tudcum y salimos al NO.
El desastroso estado del camino nos obligaba a abandonarlo y circular a un costado.
Al rato llegamos a un puesto o corral abandonado, que aún conservaba las huellas de la nevada de la noche anterior.
Tomamos la ruta que va al paso en medio de un valle maravilloso por lo multicolor coronado por varios picos nevados.
Un arroyo caprichoso nos vigilaba a un costado del camino. En tramos se congelaba y en otros tocaba su sinfonía de movimiento constante.
La temperatura, a pesar de ser pasado el mediodía nos indicaba -8º C . El viento se reía del pobre sol que no llegaba a templar ni siquiera nuestro espíritu.
Eran las 14 Hs. Jorge preparó unas sopas instantáneas para paliar el frío. A los quince minutos seguíamos adelante.
Las pendientes de los senderos exigían sobremanera a los motores de los autos que apenas podían avanzar
en un camino siempre para arriba. Luego de varios repechos ante la merma del rendimiento del R12, nos turnamos con Eduardo para empujar el auto.
Mientras uno manejaba, el otro intentaba ayudarlo desde abajo. El resultado fue : El agotamiento de ambos por 50 mts de avance.
El senda entre tanto había dicho no va mas unos metros mas arriba.La CRV era la única capaz de seguir.
Eran las 15.30 Hs. estabamos ante un marco innenarrable. La policromía de los cerros jugaba con la vastedad del valle que corría hacia abajo.
Decidimos que Jorge y Eduardo2 siguieran hasta donde pudieran.
El resto permanecimos en los autos. Vía radio Jorge nos relataba lo que iba viviendo. A medida que avanzaba el júbilo del relato iba en aumento.
De repente la comunicación se cortó por un buen rato.
A la hora regresa la CRV.
Jorge nos propone realizar el ascenso con dos ocupantes cada vez, ya que sobre el paso de Conconta hay un glaciar que impide seguir y el recorrido total implicaría cerca de 40 minutos.
Allá vamos. Primero Lucho y yo acompañamos a Jorge en la subida mientras suena Dire Straits regado de Jack Daniels.
El llegar a la cima del paso fue un regalo que no imaginábamos.
La vista del valle a 4600 mt. es realmente soberbia. Eduardo y O.Pablo hicieron el último raíd antes que los abandonara Febo.
Volvieron ya de noche.
Los que esperábamos ya empezábamos a sentir el intenso frío que baja ni bien se pone el sol.
En la obscuridad hicimos el descenso hasta Tudcum/Rodeo.
Llegados a la cabaña Jorge nos agasajó con la que sería la última cena de este viaje magnífico.
Pero al día siguiente, ya de regreso a Buenos Aires, tuvimos una sorpresa, que les cuento en...
Un susto en el Paso de Aguas Negras
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| Francisco SAPUTO - 2001 (1999)
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