Regresábamos de una agotadora expedición por los volcanes más altos del planeta y el equipo se había ido disgregando.
Al llegar a Aimogasta no logramos convencer a Pablo Iñones, ni a Javier Pla ni a Carlos Correia de quedarse unas horas más para que los que no conocieran tuvieran oportunidad de ascender por primera vez a la mina de oro "La Mexicana", colgada del gigantesco Nevado de Famatina, de más de 6.000m de altura.
Decidieron seguir camino raudamente de regreso a Buenos Aires.
No importa. Ellos se la perdieron
Eran más de las dos de la tarde cuando Gregorio D., Gustavo Lanusse y yo (Eduardo Cinícola) nos separamos de nuestros compañeros y regresamos unos Kms hasta Alpasinche donde tomamos rumbo sur por la 40.
En Pituil giramos hacia el Oeste hasta Campanas y allí, montados en la vieja traza de la RN40 bajamos hasta cerca de Famatina.
Cuando abandonamos el asfalto para comenzar la subida a la Mexicana, eran cerca de las cuatro de la tarde.
Deberíamos apurarnos si queríamos llegar con luz hasta la bocamina en la última estación del cablecarril, estación 9 a 4.400msnm.
La subida, muy interesante y pintoresca, no se las cuento porque ya está relatada en una excursión familiar a Mina La Mexicana.