Así fue que continuamos buscando por esos cerros y por otros, trepando hasta más allá de los 3.500 metros de altura, mientras el sol nos abandonaba.
Finalmente nos dimos por vencidos.
Con nuestro orgullo expedicionario herido, emprendimos la retirada, ya era casi de noche y debíamos llegar a dormir a Iglesia o Rodeo.
Pero, nuestra curiosidad permanente, nos jugó una "buena" pasada.
Ya olvidados los hongos blancos, mientras salíamos buscábamos una huella o traza que nos permitiera cortar camino para recuperar algo del tiempo perdido en vana búsqueda.
Allí en la semipenumbra, la encontramos. Era una huellita que nos guiaba, a través del arenal, justo en dirección de la ruta ripiada a Iglesia, ahorraríamos casi media hora o quizás más.
- ¿Ahorraríamos... ?
- No sé, porque la huella está girando al norte y ya no nos acerca más a la ruta, estamos casi paralelos a ella.
Repentinamente la huella desaparece en el encajonado lecho de un arroyo seco que apenas divisamos en la penumbra.
- ¿Qué hacemos? ¿Volvemos?
- Y, ya perdidos por perdidos, sigamos un poco más a ver de donde viene este arroyo. Apunta a las construcciones con la chimenea...
En un momento se hizo tan angosto que tuvimos que decidir salir de el por una de sus bardas laterales de más de 2 metros de altura.
Por suerte, estaba un poco desmoronada y, con la chata inclinada peligrosamente hacia atrás y hacia la izquierda, salimos.
El terreno se iba aclarando.
A pesar que el sol se había puesto hacia un buen rato detrás de las montañas, el resplandor del cielo nos permitía ver que las rocas del entorno tomaban una coloración blanquecina.
- ¿Blanquecina?
- Ché, ¿no iremos a encontrar los hongos por acá no?
Si. Efectivamente, a los pocos minutos adivinamos, en la semipenumbra, las formaciones que habíamos visto en las fotos que nos mostrara Kirbus.
¡ Que suerte !
Pero... ¡Que macana!, con esta luz no podemos ver casi nada y menos sacar fotos !!
- ¿Y si armanos campamento acá?
Pièrre, me miró con cara de incredulidad primero y de inmensa alegría después...
Claro, ninguno de los dos tenía obligación imperiosa de estar el lunes en Buenos Aires, así que éramos libres de quedarnos allí a esperar que volviese el sol a iluminar el escenario !!