Explorando valles cordilleranos de San Juan

Hasta donde las mineras, el clima y la naturaleza nos dejaron pasar
 

Introducción y "Día 1"

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FOTO: Pièrre Lous

MUSICA de FONDO:


Volvimos hace unos dias de una incursión por los valles cordilleranos Sanjuaninos.

Fue un hermoso viaje por paisajes fabulosos.

No tienen la grandiosidad de la Puna ni el misterio de la tierra de volcanes.

Las alturas a transitar apenas superan los 4000msnm, pero tienen verde, tienen agua y sus montañas despliegan arcoiris de miles de colores.

Los arroyos bajan apresurados, tropezando entre las piedras luciendo su cristalina agua de deshielo que forma bellas lagunitas y extensas vegas.

Allí están colosos como el Mercedario, desde allí también se divisa el monarca de los Andes, el insuperable Aconcagua.

Allí señorean los cóndores.

La cota de nieve a esas latitudes hace que cordilleras como Ansilta, la Totora y Olivares, de poco más de 5000 metros de altura luzcan sus crestas nevadas en pleno Diciembre.

Más allá de ellas y antes del límite internacional, hermosos valles están "privatizados".

Las mineras se han adueñado, no solo del oro, del cobre, la plata, el plomo y el estaño. También se han adueñado del paisaje, convirtiendo sus "licencias de explotacion minera" en verdaderos "títulos de propiedad" de enormes extensiones territoriales, incluyendo tradicionales caminos de arrieros y rutas provinciales. Allí ellos son amos y señores y máxima autoridad, sobrepasando aún la de la policía de fronteras o Gendarmería Nacional.

Ellos determinan quién y hasta dónde puede pasar y, solo la fuerza bruta puede imponerse por ahora a sus terminantes órdenes.

El área de explotación exclusiva concesionada puede ser unos pocos kilómetros cuadrados cercanos a la frontera, pero más de cien o doscientos kilómetros antes, ellos ponen sus barreras e imponen sus normas, ante la mirada complaciente o ¿cómplice? de las autoridades provinciales y la inacción de los pobladores.

En fin, esos paisajes sanjuaninos tienen dueño, y no han pagado absolutamente nada por ellos.

No obstante, nos las hemos rebuscado, por atajos y burlando barreras artificiales sobre históricos caminos para conocer o "re-conocer" según sea el caso, parte de aquella hermosa geografía.

No llegamos a la violencia, pero a punto estuvimos. Recurrimos luego a otros ardides.

Solo las inclemencias naturales nos detuvieron al fin.

Una nevada sobre un abra que nos impidió el avance más al norte y una gigantesca riada producida por la rotura del endicamiento de una laguna, que se llevó todo a su paso, nos hizo recular el último día cuando planeábamos "entrarles por la puerta de atrás".

El postre fueron unos ignotos "hongos blancos"...


Quienes fuimos



FOTO: Pièrre Lous
El primer desafío lo hallamos camino de Mendoza a Calingasta en la Quebrada del Hielo.
Un callejón angosto tapizado de rocas y piedras sueltas.


FOTO: Jorge HACKANSON
Las chatas se retorcieron un poco.


FOTO: Jorge HACKANSON
Pero treparon el "aperitivo".


FOTO: Pièrre Lous
Entraban "con calzador", sin espacio para maniobras, en plena subida.


FOTO: Jorge HACKANSON
Más adelante casi volcamos en una traza geodésica que no era tan "amigable" como aparentaba.

FOTO: Eduardo CINICOLA
Ya en suelo sanjuanino, los rayos el sol reberberan en la reseca tierra del Barreal Blanco, visitado ahora en vehículos de calle.

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A quienes se preguntan por la composición de "tan selecto grupo", les comento que, inicialmente, fueron invitadas 17 chatas con piloto y copiloto.

De esas 17 quedaron solo 2, El Dr Jorge Alonso con su infaltable compañero Jorge Hackanson (en Defender 110 negro - del norte de Sta Fé) y Marcelo Moscaritolo de NQN, llevando de copiloto a Guillermo Loza (SP-BR).

Jorge viendo el nivel de deserciones me preguntó para invitar a un amigo de LR, y así fue que a último momento se sumó Gustavo Graméndola en su Defender 110 rojo, llevando de copiloto a Dionisio, ambos de la zona de El Bolsón (Pcia de Río Negro).

Me acompañó en la Cherokee negra como copiloto y novel navegante el holantino (mitad holandés y mitad argentino) Pièrre Lous, quien tiene recorridos más caminos de Argentina que muchos de nosotros.

Formamos un buen grupo que arremetió contra todo obstáculo que se nos interpuso, unas veces con éxito, otras no. Pero garra, hubo y mucha.

  • Quienes fuimos ->


  • Mapa de la zona tomado de ViajerosMapas.com


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    El calor del mediodía no impidió que armáramos un improvisado campamento
    en el Barreal Blanco o Pampa del Leoncito,


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Para reponernos de los avatares de una mañana
    luchando con las rocas de la "Quebrada del Hielo".


    FOTO: Jorge HACKANSON
    Estudiando mapas...


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Por la tarde continuamos camino hacia la localidad de Barreal.


    FOTO: Pièrre Lous
    Antes queremos visitar el complejo astronómico de Barreal del Leoncito.


    FOTO: Marcelo Moscaritolo
    Allí nos sacamos el gusto de averiguar que es lo que hacen los astrónomos escudriñando el cielo.


    FOTO: Marcelo Moscaritolo
    Con paciencia de maestra, el astrónomo nos explica como rastrean y detectan asteroides que pudieran colisionar con nuestro planeta.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    El Mercedario nos intimida con sus 6.777m de altura, pero hacia allí vamos.


    FOTO: Pièrre Lous
    Levantando tierra nos internamos por el valle del río de Los Patos.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    A poco de andar, primer "barrera" de la minera que "hace prospección" en El Pachón, a más de 150Km del yacimiento.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    La esquivamos, tomamos hacia el sur, apuntando a la cara norte del Aconcagua.
    Vemos como el fuerte viento del Oeste se lleva la nieve de su cima.


    FOTO: Pièrre Lous
    Pasamos por Las Hornillas, sitio donde la columna principal del Ejército libertador del Gral San Martín, cruzó el Río de los Patos en su camino a Chile.


    FOTO: Pièrre Lous
    Allí un busto del general y alguna placa son los únicos testimonios del hecho.


    FOTO: Pièrre Lous
    Mapa esquemático mostrando los derroteros de las dos columnas del norte.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Aprovechamos para hacer una "turística" a la Estancia Los Manantiales.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Abajo dejamos el paraje Ea Las Hornillas...


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Los muchachos quieren probar sus máquinas y se trepan por empinadas picadas.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Al borde de la adherencia al piso


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Prontamente llegamos a "Los Manantiales"
    sitio donde desde hace años hay un proyecto de crear un centro de esquí que nunca se concreta.
    Fué un buen "aperitivo"


    Continuamos por unos kilómetros más a "investigar" la bajada al Río de los Patos, pero se nos iba el tiempo y nuestro destino era otro.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Los cóndores parece que presagiaban "comida"...


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    El picnic de mediodía en una vega nos dió las fuerzas para continuar.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Por caminos en desuso o "por fuera de camino" intentaríamos burlar las oprobiosas barreras.


    FOTO: Jorge ALONSO
    La montaña, cubre las sendas clausuradas.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Rompieron viejas sendas para impedir el paso... pasamos.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Taponaron las huellas con montañas de tierra... pasamos.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Pusieron rocas en el camino... pasamos.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Nos metimos por ese valle bordeando el río.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Circulamos por peligrosas cornisas.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Deberíamos sortear profundos desniveles.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Desparejos lechos...


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Correntosos ríos...


    FOTO: Jorge ALONSO
    En varios lados las lluvias barrieron tramos del camino de cornisa.
    Debíamos circular sobre los bordes del deslave.


    FOTO: Marcelo Moscaritolo
    Nos sorprendió la noche en el refugio de El Molle
    Donde Gustavo y Dionisio prepararon un suculento asado al asador.


    FOTO: Marcelo Moscaritolo
    Los responsables de la comilona...


    AL DÍA SIGUIENTE CONTINUAMOS EL ASCENSO...


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    La fauna autóctona nos vigilaba.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    La naturaleza nos regalaba sus mejores postales.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Subíamos y subíamos...


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Arriba, en las alturas, una laguna premiaba nuestros ojos.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Finalmente la nieve.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    El "relincho" macho y padrillo de la manada vigila atentamente nuestros movimientos.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Estamos el la cresta, hallamos una huella. Debemos bajar hacia el Oeste.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    La bajada era empinada... a la Nativa se la llevaba el diablo !!!


    FOTO: Jorge ALONSO
    La trepada del lado opuesto nos llevó an Portezuelo de las Pichireguas.
    Estábamos a 59Km de las antiguas minas de El Pachón, en el límite con Chile.


    FOTO: Pièrre Lous
    Lamentablemente, poco más adelante una barrera minera y unos obsecuentes dependientes nos cortaron el paso de sucia manera.
    No importa, intentaremos por un atajo que conozco de anteriores incursiones, aunque se que está abandonado y posiblemente tapado por los derrumbes.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Debemos bajar a ese profundo valle, subir aquel zigzag hasta "El Abra de la Pinchadura de Plá" (*)
    y seguir mas allá, donde ténuemente se ve marcado el camino.

    (*) Así la bautizamos hace unos cuantos años con el Colo dado que a Javier Plá no se ocurrió mejor idea
    que pinchar su tercer cubierta de 31 pulgadas en ese incómodo lugar.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    bajando al valle, el paisaje es muy bonito.


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    Recordaba, que ya en aquel tiempo, la grava suelta que descendía por la ladera había ocupado más de la mitad de la calzada...
    ¿Cuánto más estaría ahora luego de cinco años de abandono?

    El primer tramo lo pasamos, el segundo también, el tercero costó un poco, pero el cuarto...


    FOTO: Eduardo CINICOLA
    El cuarto es el superior, en subida hacia la derecha de la foto.


    FOTO: Jorge HACKANSON
    En el cuarto tramo del zig-zag, las ruedas exteriores se deslizaban hacia el precipicio, mientras que las internas,
    en su esfuerzo por traccionar solo conseguían que más y más grava se desprendiese de las alturas cubriendo el lateral izquierdo.


    FOTO: Jorge ALONSO
    No obstante algo más pudimos subir...


    FOTO: Jorge HACKANSON
    Más adelante la cornisa se hacía más angosta e inestable...



    Video para banda ancha
    La Cherokee insistiendo para continuar...

    Allí me entero que Jorge había descabezado los dos amortiguadores delanteros y el Defe venía saludando a todo el mundo como los perritos de las lunetas de los taxis.
    En esas condiciones era temerario intentarlo. Decidimos retroceder, después de todo era recién el segundo día de exploración y nos quedaban varias alternativas...


    ESA MISMA TARDE PUDIMOS DESCENDER HASTA BARREAL Y LUEGO CALINGASTA
    CON TIEMPO PARA REPARAR LOS AMORTIGUADORES DEL DEFENDER
    ALOJARNOS EN UNAS CONFORTABLES CABAÑAS Y COMERNOS UN RIQUISIMO ASADO.
    REPUESTAS LAS ENERGÍAS INTENTARÍAMOS POR EL PORTEZUELO DE TOTORAS
    CON INTENCIÓN DE PASAR POR LOS AZULES RUMBO AL PASO DE LOS PATOS NORTE
    ...

      Sigue acá...                        

               
    EDUARDO CINICOLA
    Diciembre de 2009            



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