AMIGOS de ... 


FABIÁN  EZQUERRO

"En bicicleta por sendas de mulas"



Caminos Sanmartinianos - Paso Piuquenes

 

Escrito por Hugo Garbuio en Agosto de 2.005.


Ya llegaba el gran día.
Después de fuertes entrenamientos y una extensa organización del viaje, estaba todo listo para encarar la gran hazaña, cruzar a Chile por el Paso que utilizó el Gral. Lemos conduciendo una de las columnas que liberaría a aquel país.
Por ese mismo paso había retornado el gran Gral. Don José De San Martín luego de su exitosa campaña.

Los integrantes del equipo que emprendió esta aventura:


  • Claudio Domínguez ( 30) Zenith
  • Fabián Ezquerro (37)Trek 7500
  • Hugo Garbuio (42) Vairo 8900
  • Antonio Sarmiento (58)Specialized
  • ("Músculo") Vairo 8000

El día 01 de Enero de 2004 en una Ford Transit de un amigo partimos desde la ciudad de Mendoza con destino a el Manzano Histórico (departamento de Tunuyán), para llegar al El Real De Las Yaretas que se encuentra a 28 Km. del Manzano Histórico y a 2.500 m.s.n.m.
En ese lugar nos dejó el vehículo para hacer noche y ambientarnos a la altura.

El día 02, en la mañana temprano ( 09:00hs) partimos hacia el portillo Argentino (4200 msn m.) que es una huella para 4x4 únicamente y fácil de transitar para las bicicletas que iban bastante pesadas ya que estaban equipadas con alforjas y mochilas.El andar se hizo lento ya que las primeras horas la altura y la falta de oxigeno nos jugaba en contra ,luego ya nos pudimos aclimatar.

La trepada al Portillo era dura ,se subía por una quebrada que luego se transforma en un camino de caracoles. Más adelante ese camino se iba perdiendo de a poco por los derrumbes, hasta transformarse en una huella para terminar en un sendero de mulas.
La última parte tuvimos que hacerla a pie ya que era muy empinado.

En el portillo Argentino el paisaje es hermoso y nos emocionó poder presenciar tanta belleza, pero la emoción no duró mucho ya que uno de los compañeros se había apunado.

Al cruzar el portillo empezamos a descender muy rápidamente por senderos de mulas que por cierto estaban en muy mal estado, muchas piedras, nieve y penitentes (picos de nieve congelada) tuvimos que atravesar.

Debíamos descender con mucho cuidado por que estábamos en el famoso cementerio de las mulas ,donde las cargueras pegan contra las montañas y se desbarrancan. Ahí vimos los huesos de los pobres animales que corroboran la fama del lugar.
El esfuerzo ya empezaba a ser nuestro compañero de viaje...

Seguimos descendiendo por el truncado sendero que nos llevaba a nuestra primera etapa, un refugio militar donde pasaríamos la noche, Real De La Cruz (3.200 msn m.)

Descendimos una parte a pie pero luego tuvimos que poner en practica toda nuestra técnica para poder andar prácticamente por encima de las piedras. Llegamos como a las 15:30hs, nos esperaba un baquiano con 2 mulas que nos servirían de ayuda para poder cruzar el torrentoso Río Tunuyán imposible de pasar a pie. En el refugio, el estado de nuestro compañero ( músculo) ya era preocupante debido al apunamiento que sufría. Mientras preparábamos la cena ( pastas ), decidimos que lo mejor para ( músculo) era que se volviese al otro día con el baquiano hacia el Manzano Histórico ya que no iba a poder continuar.

El día 03, desayunamos temprano y nos despedimos de ( músculo) que había mejorado un poco, pero la decisión ya estaba tomada, porque con la puna no se juega, es algo peligroso si no se respeta. Fue un momento triste el ver con la amargura y tristeza con que se volvía nuestro compañero.


A las 10:30hs gracias a las mulas, cruzamos el difícil Río Tunuyán. Fue un momento de mucha tensión ,ya que se escuchaban las piedras golpear en el fondo del río.
El baqueano nos dijo que esas mismas piedras golpeaban las patas de las mulas y las hacía volcar en el río y a veces la fuerza del agua se las llevaba.
Por suerte todo salio bien y cruzamos, primero las bicis y luego nosotros.
Nuestras caras lo decía todo pero luego de cruzar todos eran chistes ,después retomamos el sendero que nos llevó por un paradisíaco valle rumbo al Real De Las Ovejas, el cual sería el final de nuestra segunda etapa.


Empezamos el ascenso hacia el límite de Argentina - Chile. Realmente el paisaje era indescriptible, no podíamos creer que estuviésemos en tan bello lugar. Estábamos solos entre majestuosas montañas y algunos Guanacos nos hacían una lejana compañía.

El sendero, comparado con los anteriores, estaba bastante bueno para el pedaleo.

Cruzamos bastantes arroyos que nos costaron mucho ya que lo hacíamos con las bicicletas al hombro, y así seguíamos avanzando sacando fotos aquí y allá.

A las 14:30hs nos detuvimos en una gran piedra que al reparo de ella almorzamos y descansamos. Por momentos el viento típico de la cordillera se hizo sentir.

Yo ( Hugo Garbuio ) y Claudio Domínguez fuimos a buscar agua a un arroyo que estaba cerca mientras los otros dos armaban la carpa pensando que ya estábamos en El Real De Las Ovejas, al llegar al arroyo por el olor y color del agua nos dimos cuenta que contenía gran cantidad de azufre, así que decidimos ir hacia arriba por el sendero en busca de otro arroyo.

Después de caminar 3 o 4 kilómetros llegamos a un arroyo que pasaba por un gran barranco, en ese momento nos dimos cuenta que del otro la estaba realmente el Real De Las Ovejas. Cargamos agua y nos volvimos un busca de los otros para levantar campamento y así cruzar por el arroyo antes del anochecer y acampar del otro lado ya que nos llevaría mucho tiempo cruzar por el barranco el cual era bastante profundo.
Al comentarles a los otros compañeros que el Real De Las Ovejas estaba del otro lado, se les transfiguraron las caras pero entendieron que lo mejor era seguir.

Ascenso al portillo de los Piuquenes, luego de pasar por el Real de las Ovejas.
Toda esta parte tuvimos que hacerla con las bicis atadas a la cintura y tuvimos que sacarles los pedales porque nos lastimaban las pantorrillas.

Nuevamente cargamos todo el equipaje y seguimos viaje.
Al llegar al barranco tuvimos que atar las bicicletas para poder bajarlas. Uno desde arriba sostenía la soga mientras el otro bajaba con la bicicleta y así hicimos uno por uno.
Una vez en el corazón del barranco, solo quedaba cruzar el arroyo cuyo caudal era rápido y fuerte.

Yo (Hugo Garbuio) mientras estaba cruzando tropecé y debido a la fuerte corriente perdí el equilibrio, caí con bicicleta y todo al agua (la verdad es que se me congeló hasta el alma).
Cuando pude cruzar amarré una soga a una roca y así pudieron pasar los demás compañeros. Salimos del cañadón y armamos campamento.

A las 19:30hs ( aprox.) el viento se hizo sentir con tanta fuerza y furia que tuvimos que preparar la cena dentro de la carpa. Entre charla y charla caímos agotados en un profundo sueño.

El 03, al amanecer preparamos , uno de los muchachos fue a buscar agua a un arroyo, cuando llegó a la carpa el agua ya se había congelado, hacía tanto frío que los cuadros de aluminio de las bicis parecían que se iban a partir.
Preparamos el desayuno y levantamos campamento. Hicimos una buena revisión de las bicicletas y a eso de las 08:30hs emprendimos viaje para enfrentarnos con la parte más pesada, llegar al portillo Chileno que quedaba más o menos a unos 7 kilómetros.

El ascenso fue duro y cansador ya que era muy empinado, el cual había que hacerlo a pie. Atamos las bicicletas a la cintura con un tensor elástico al caño del asiento, así se nos hizo más fácil subir ya que estaban realmente pesadas ,la vista era hermosa,no nos quedaba otra que mirar el paisaje ya que eran diez pasos y descansar ,la puna era muchisima y y las bicis con las alforjas eran muy pesadas.

Fabian Ezquerro, Claudio Dominguez y Antonio Sarmiento

Sorteando grandes manchones de nieve y penitentes, con un esfuerzo descomunal llegamos hasta el portillo Chileno (12:10hs aprox.). (4300 Mts/snm. La emoción nos invadió y fueron abrazos y lágrimas de alegría de saber que ya estábamos en el límite entre Argentina y Chile ( la vista desde esa altura es de sueños). Nos despedimos de nuestra tierra natal y comenzamos el descenso por tierra Chilena, un descenso bastante lento ya que era pedregoso y por una cornisa.

Desde un arroyo empezamos a recorrer por un sendero muy cómodo para las bicicletas, estábamos en la precordillera y desde ahí se puede ver un camino que va hasta San Gabriel. Bajábamos y bajábamos y el descenso se hacía cada vez más largo, parecía que no llegaríamos nunca. Esto se debe a que en la cordillera, rodeados de montañas, las distancias engañan mucho a la vista.

Al llegar al camino otra vez nos encontrábamos con la dificultad de otro río, el Río Plomo,donde tuvimos nuevamente que usar sogas para cruzarlo. Estábamos en la posada del Yeso, unos chilenos que estaban de camping, nos invitaron con gran amabilidad a almorzar con ellos. Luego de un tiempito, entre abrazos y fotos nos despedimos de los amables chilenos (aprox. 16:00hs) para continuar hacia San Gabriel donde haríamos aduana que quedaba a unos 70 kilómetros.

El camino a San Gabriel es con mucho serrucho y rodea al embalse del Maipo, fue ahí donde tuvimos por primara vez inconvenientes con dos de las bicicletas. A una se le torció el eje delantero y a la otra se le rompió una de las cubiertas ( las bicis realmente son indestructibles para soportar las palizas que les dimos) Después de repararlas seguimos hasta llegar así a San Gabriel, donde los Carabineros de Chile nos recibieron con gran entusiasmo ya que desde Argentina les habían avisado de que un grupo de argentinos cruzarían en bicicleta por ahí.
Mientras descansábamos hicimos aduana y migraciones.

Aproximadamente a las 22:00hs partimos rumbo a la etapa final, la capital de Chile, Santiago de Chile. Lo malo era que para lograr la última etapa quedaban alrededor de 90 kilómetros, pero lo bueno era que el camino era de asfalto. Sabíamos que había que poner toda nuestra energía en los pedales y así logramos viajar toda la noche con un buen ritmo. Hicimos una parada en un pueblito llamado .................... ( 24:00hs aprox.), a pesar del gran cansancio estábamos locos de alegría porque ya faltaba poco para logran nuestra meta, así que con una cerveza bien helada brindamos . Después de alimentarnos y de brindar continuamos viaje.

Entre curvas y curvas ya podíamos ver en la espesa oscuridad las luces de la gran cuidad, parecía que la tocábamos con las manos. Era tanto el deseo de llegar que íbamos con un ritmo espectacular, pasando por varios pueblos, cada vez faltaba menos...

Finalmente entramos a zona urbana, nos llenamos de alegría porque ahora sí estábamos en capital chilena, así encaramos por una autopista hasta llegar al centro de Santiago.

En Santiago nos esperaba un amigo de uno de mis compañeros que nos iba a brindar alojamiento y comida. Soñábamos con llegar para darnos un lindo baño con agua bien caliente.

Ya en el centro de Santiago, buscamos la dirección.
Eran las 02:00hs de la mañana cuando llegamos a casa de éste señor, en ese momento todo fue abrazos y gritos de alegría, después de tanto esfuerzo habíamos cumplido con nuestro propósito, habíamos alcanzado nuestra meta.
Así cenamos, nos duchamos y exhaustos nos fuimos a dormir.

Fue así, como a las 02:00hs de la mañana del día 04 de enero de 2004 logramos materializar un sueño que al principio se nos hacía inalcanzable.

Un amigo nos fue a buscar en camioneta para poder volver a nuestro país.

La verdad es que las cosas que vivimos a veces no se pueden describir, solo se pueden sentir, hay que vivirlas.

Esto es solo un resumen de un viaje lleno de aventura, donde vale mucho el compañerismo, y en donde uno puede estar cara a cara con la gran naturaleza, con la majestuosa CORDILLERA DE LOS ANDES...

Este viaje solo se puede hacer gracias al gran compañerismo que solo se puede lograr en esos lugares ,donde más de una vez a pesar de estar todos muy cansados no faltó el esfuerzo de dejar la bici y bajar para ayudar al compañero que venía agotado.

Me parece justo destacar el doble esfuerzo de Antonio Sarmiento que con sus 58 años alcanzó los dos Portillos. Estoy seguro que no cualquiera puede soportar ese esfuerzo.

Hugo Garbuio    
Enero de 2.004



Recomendaciones para quienes quieran hacer el cruce

  • Estar muy bien entrenados
  • Importante entrenar con altura
  • No sufrir de vértigo
  • Armar grupo de buena relación
  • Ropa de montaña y carpa que soporte viento
  • Comida para calentar (no cocinar)
  • Contratar baqueano para cruzar Río Tunuyan (No hay otra forma, ya han intentado de otras maneras y no han podido cruzarlo)
  • Bicicletas de excelente calidad
  • Soga de buena calidad (cruce de ríos mas pequeños y barrancos profundos)
  • Asegurarse que el paso este habilitado (Enero,Febrero,Marzo)
  • No basarse en las distancias que indican los Mapas ya que hay zonas donde hacer 5 Kmts nos llevó 6hs

Por cualquier consulta escribir a:
fezquerro2000@yahoo.com.ar o garbuiomotorservice@yahoo.com.ar

Saludos.             
Fabián Ezquerro



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