Capitulo 6
: El verdadero desafío
Habiendo terminado la vianda, nos subimos a nuestros vehículos y pusimos los aceleradores a tope para enlazar con Poti-Malal.
Tardamos algo menos de 1 hora, y aquí debo detenerme para admirar el andar de los bípedos. Van a FONDO, pero a FONDO. Varias veces tratamos de darles alcance, pero es imposible, entran a las curvas como vienen, siempre el acelerador enroscadísimo, la cola que parece que los va a pasar, levantando piedras y tierra. Sobre todo están muy mal, pobrecitos, Pepe y Santiago. Esos pibes no tienen el más mínimo cariño por sus huesos.
La cuestión fue que los alcanzamos recién en Las Loicas, donde nos esperaban con una cerveza helada. A esta altura parecíamos mas bien un tour etílico mas que off-road.
Arrancamos para el ultimo enlace, y de nuevo nos pintaron la jeta, aunque esta vez metimos la Mitsu entre las 6 motos, llegamos cagando taras de Damián, y nos "cargamos" al Doc, el joven Actitud23 y a Bin, ya que son un poco menos inconscientes que los otros 3.
Reagrupamos justo en el puesto de Gendarmería Nacional, destacamento Poti-Malal. Allí salieron a charlar con nosotros hasta los perros de los gendarmes, ya que les llamo la atención el bardo que éramos.
Luego de las presentaciones de rigor, y confesada la intención de entrarle a la Negra, nos mandan a llamar al Cabo Olivera, supuesto experto en la zona ya que estaba destacado allí desde hace casi 20 años.
Salió entonces don Olivera con cara de dormido, y lo ametrallamos a preguntas. Nos comento que "por ahi no pasan ni locos", y nos sugirió que fuéramos para el lado de paso Pehuenche y alquiláramos unos caballos.
Cuando le insistimos con la idea de entrar por Poti-Malal, nos dijo con tono canchero
- Y, deanlé... Total es cerca, no hacen mas de 20 km. por ahí, si yo no paso con el Unimog, imagínense ustedes....
Eeeeeeeeeeeeepa. ¿Qué es eso de mojarnos la oreja?
- ¿Así que no se puede avanzar mas, Don Olivera? Mire que estas son japonesas y ya tenemos nuestros kilómetros sobre el lomo..."
Y ahí un poquito reculó.
- "Y bueh, si y yo rompo el Unimog me lo hacen pagar... Pero igual te digo que no pasan, está todo cortado eso. Por ahí las motos hagan algo mas..."
Les dimos las gracias, confirmamos que nos metíamos y que teníamos que salir el día siguiente a la noche. Saludamos y nos metimos por la vera del Poti-Malal.