Hace varios meses empezamos a ver posibles sitios para ir a despuntar el vicio, finalmente surgió la idea de volver al NOA, con el objetivo de ir al Valle del Tonco, en la provincia de Salta para explorar alguna salida hacia el Sur, pero como teníamos tiempo decidimos agregarle algún paseíto previo como para ir entrando en clima, este paseíto seria encarar la travesía del río Iruya.

Arrancamos finalmente el Viernes 22 a la nochecita, desde la zona Norte del GBA.

Tres vehículos: la Disco mía que llevaba de copi a Nicky, El Defe de Alfredo con Juanpi como copiloto y la TLC de Gusi, con su hermano Fran, que habían viajado especialmente desde Neuquén para este viaje, para estrenar al nuevo Monstruo.

Luego de muchas horas de viaje, arribamos a Oran, en la provincia de Salta, el Sábado por la noche. El Domingo, luego de boludear como es costumbre en nuestras salidas, ya a eso de las 11 de la matina, logramos ponernos en marcha rumbo al poblado de Isla de Cañas, lugar donde empezaría el off road.

El camino hasta Isla de Cañas es hermosísimo, ya que se circula en medio de la Yunga Salteña, rodeado de árboles inmensos y una vegetación más que tupida...una belleza.

Pasado el mediodía arribamos a Isla de Cañas y empezamos a circular por el Rio, cabe destacar que según la info previa que habíamos recolectado, todo el viaje hasta el pueblo de Iruya se podía hacer en unas 18 o 20 hs de marcha, así que la idea nuestra era, al anochecer buscar algún buen lugar para acampar y llegar a Iruya en horas de la tarde o noche de lunes.

Circulábamos por la parte seca del lecho del río. Este tiene unos 200 o 300 metros de ancho en casi todo su recorrido. El caudal mínimo de agua que corre en esta época, corre encajonado y violento.

Tiene mucha corriente y en algunos vadeos el agua supera fácilmente el metro de altura, lo que hizo que en varias oportunidades las camionetas quedaran con el agua por arriba del capot.

De cualquier manera no había gran dificultad en la "ruta", ya que por lo que luego supimos, tanto el municipio de Iruya como el de Isla de Cañas, durante las épocas en las que el río no va con su cauce a pleno (en verano) construyen una especie de "camino" despejando piedras y "arreglando" las entradas y salidas de los vadeos para poder circular con un tractor que lleva a la rastra un carro. Ese es el único medio de transporte que tienen los pobladores del pequeño caserío de Matancilla, que está a mitad de camino entre Isla de Cañas e Iruya.

Al anochecer del sábado encontramos un hermoso lugar, elevado del cauce del río, bastante nivelado, que sería perfecto para acampar. Allí con las ultimas luces desplegamos las carpas y recolectamos leña para empezar la fogata en la que Juanpi , el cocinero oficial de la expedición, nos prepararía un asado de esos que el sabe hacer.

La verdad que el clima era perfecto, ya que con solo un buzo como abrigo estabas bárbaro.

Fue así que luego del asado la charla se prolongó hasta la medianoche, ajusticiando varios tintillos.

El lunes, como sería la constante de todo el viaje, el día amaneció esplendido y luego de un buen desayuno nos preparamos a seguir nuestro viaje.

Arribamos a Matancillas cerca del mediodía y subimos hasta la escuela albergue que hay en el lugar, ya que teníamos algunas poquitas cosas para dejar.

Esta escuela tiene unos 50 alumnos, con edades desde los 4 o 5 años hasta chicos de 15 o 16.

Si bien ediliciamente está en un estado aceptable, nunca les esta demás cualquier ayuda que uno les pueda acercar.

Ahí nos detuvimos solo un ratito , ya que estaban en plena clase y no queríamos interrumpir más de lo necesario.

Antes de partir el Maestro de las escuela nos informó que de ahí en más no había camino , ya que el municipio de Iruya , este año no había vuelto a abrirlo ...
TSUNAMI DE CHANESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS, pero que si lográbamos pasar "El Angosto" que estaba a unos 3 Km. del lugar río arriba, ya íbamos a poder seguir sin mayor problema.

Así que hacia allí partimos.

Ya saliendo del caserío y viendo que enfilábamos para Iruya, se nos acercó, casi corriendo, una pobladora que al grito de "¡¡No hay camino pa IRUIAAAAAAAA !!" intentaba desanimarnos de nuestro propósito... Visionaria la viejita!!

Ya casi llegando "El Angosto", en uno de los chiquicientos vadeos, la Discovery quedo atrapada por alguna piedra sumergida, lo que provocó una más que rápida inundación de la misma, con el agua mojándole el culo a Nicky. Por suerte la chata había quedado inclinada hacia el lado de él, así que mi culo quedo sequito, al menos de agua, no así de otras cosas...

Luego de un "rápido" rescate a cargo de Gusi, procedimos a abrir las puertas para achicar la inundación y el kilombo de cosas flotando dentro de la chata. Por suerte nada importante se había mojado y con más suerte, el conversor de 220 estaba apagado, ya que este, que quedo bajo el agua hubiese estado en funcionamiento... podríamos haber sido de los primeros electrocutados dentro de una 4x4.

Luego de unos minutos, seguimos el viaje y arribamos al famoso "angosto" que como su nombre lo indicaba, era un punto donde el río se encajonaba mal.

El lugar era literalmente un kilombo, luego de estudiar un poco la cosa, coincidimos en la determinación de la ruta que había que seguir para intentar el cruce.

Este, en realidad, resultó mucho más fácil de lo que parecía en un primer momento

Seguimos la marcha.

Por lo que veíamos a cada momento, la cosa cada vez venia para peor, en lugar de mejorar como nos había dicho el maestro de la escuela... ¿?

Como ya la noche se nos venía encima, empezamos a buscar nuevamente un lugar donde acampar. Ahí fue que nos cruzamos con un puestero que venía arriando unos chivos...

A la voz de HOY CENAMOS CHIVO!!, partieron raudamente Gusi y Juanpi al encuentro de Walter, el puestero en cuestión.

Grande fue la sorpresa de ellos cuando al acercárseles Walter, este saco una cámara digital y ¡¡empezó a fotografiarlos!!!

Luego de las fotos negociaron la compra del chivito para la cena y nos recomendó parar unos cientos de metros más adelante que había un buen lugar, y prometió que luego él nos acercaría al infortunado animalito.

Hacia ese lugar nos dirigimos y empezamos los preparativos del campamento... Vinitos, picada y a preparar el fueguito para el chivito.

Las horas pasaron y Walter no aparecía...

A eso de las 9 y media de la noche, apareció acompañado de otro puestero acarreando al "chivito"... que era un mamut de 26 kilos.

Luego de superar el estupor de ver semejante porquería, oblamos los 270 pesos que nos salió la cena... ¿y ahora que?

Infructuosos fueron los intentos de Juanpi de convertir al tiranosaurio en algo comestible, así que decidimos que con la abundante picada previa, estábamos satisfechos y ya cerca de la medianoche nos fuimos a apolillar.

El martes arrancamos el día, con más vadeos e investigaciones para ver como seguía la cosa.

Nuevos obstáculos que fuimos sorteando, hasta que, luego de un lindo vadeo, Alfredo y Gusi se pusieron a jugar trepando las chatas en una piedrota para hacer fotos. Mientras hacían las fotos de la TLC empezó a salir una humareda y olor a cable quemado.... A los pedos abrimos el capot y cortamos la corriente, ya que providencialmente Gusi había instalado un corte general de las baterías.

Diagnóstico final: El cable del positivo del burro de arranque se había puesto a masa debido a la rotura del aislante del espárrago donde va sujetado el cable.

Utilizando otra llave de corte, aislamos ese cable y solo le dábamos corriente al momento de ponerla en marcha, al mejor estilo de un avión de la primera guerra.

Nuevamente nos pusimos en marcha hasta que, promediando la tarde y al pasar un nuevo vadeo, la Disco se queda encajada. Me rescata Alfredo y cuando vuelo a intentar el cruce, hago 2 metros y me vuelvo a encajar.

Algo no estaba funcionando...

Me bajo de la chata y ante mi sorpresa veo que me falta el cardan trasero!!! YLRPTMQLP!

Hora de bucear ¡!!....pero ni mi certificado CMAS me ayudo a encontrar al maldito artefacto en ese lugar donde, si bien no había mucha profundidad (50 cm), si había una corriente increíble, que casi no te dejaba quedarte parado.

Luego de un rato de infructuosa búsqueda, decidimos darlo por perdido y continuar el viaje en tracción delantera. Seguramente algún paisano, aguas abajo, se estará preguntando qué carajo es ese fierro que apareció en alguna orilla del río.

Cabe destacar que la Disco en tracción delantera, y creo que cualquier otra chata también, debe aportar menos del 20% de tracción, ya que me quedaba escarbando hasta en un escupitajo.

No andaba para ningún lado, así que luego de un rato de penar, decidimos directamente dejarla eslingada a la TLC, la que literalmente me arrastro, durante el resto de la travesía.

Increíble lo que empuja el monstruo ese.

Cuando la cosa se complicaba..."le ponía toda la música" (los dos bloqueos) y no había trepada, vadeo, piedra, volcán o tsunami que la parara, y yo atrás cual motoniveladora dejando todo lisiiiiito... ¡¡La de golpes que se comió la pobre Disco!!

Nuevamente nos agarró la noche y la cosa seguía cada vez peor.

Del camino, que nos decían algunos vaqueanos, que estaba mas adelante... Ni noticias.

Y para colmo nuestro avance era cada vez más lento. Solo 10 Km. habíamos hecho en los últimos 2 días!! Y nos faltaban 14 !! Km

Las posibilidades de tener que desandar todo de nuevo se veían acrecentadas ante cada nuevo obstáculo, ya no solo eran los vadeos, sino una interminable sucesión de cortadas y cañadones se nos interponían en nuestro paso...

Hora de acampar...

Nuevo fogón y unas espectaculares latas de comida preparada de Arcor súper recomendables ya que son BUENISIMAS y en 10 minutos estás comiendo!

Nuevamente nos quedamos hablando de boludeces y tomando vinitos hasta la medianoche, momento en que, ya rendidos, nos fuimos a torrar...

Amaneció el miércoles y... a seguir...

Nuevos vadeos y cortadas, hasta que llegamos a un lugar que parecía haber sido el sitio de alguna batalla intergaláctica, eran infinidad de cañadones y cortadas y no se veía lugar por donde seguir.

Fue así que salió Juanpi en misión exploratoria, a pata, ya que el tema era que había que definir rutas claras. Desandar lo hecho, si es que nos equivocábamos en la ruta a seguir, con una chata de tiro era un kilombo.

Casi una hora después regresa Juanpi con la buena noticia que, había podido "imaginar" la ruta a seguir. La segunda buena noticia era que, un par de kilómetros más adelante, había una retroexcavadora que ese día había empezado a laburar para abrir el camino !!!!!

Listo... LUEGO DE CASI 4 DIAS COMPLETOS LO HABIAMOS LOGRADO!!!!!

Alfredo, Gusi, Tato, Nicky, Fran y Juanpi

El resto del viaje fue en franco plan turistel ya que los días que teníamos destinados a explorar el Valle del Tonco nos lo había consumido este "paseíto" y estábamos de Off Road hasta los tuétanos.

Para más, mi chata no estaba en condiciones para más batalla.

Así pasamos por Iruya, Humahuaca, Tilcara, Purmamarca y finalmente un "touch and go" por el Tonco para ir a comernos una asado y apoliyar antes de emprender el regreso a Baires.