Viajes de descubrimiento
RESPETO POR EL VOLCAN GALAN - Nov 2005
Teníamos una deuda pendiente de un viaje pasado: conocer el cráter del Volcán Galán, del que tantas veces leí en esta página.
Cuatro grandes amigos salimos llevando en camioneta 4 motos a Belen, Catamarca, para conocer la zona: Hernán Gonzalez, Facundo Conte, Silvio Grillo y yo.
En la semana previa me había cruzado mails con Eduardo (Viajeros) quien me facilitó información y un par de tracks para el GPS que él había dibujado sobre fotos satelitales (es decir que no se sabía si eran factibles en la realidad) para empalmar la salida del cráter con la huella (esta si, relevada por el) que figura en sus mapas (ViajerosMapas) y que "baja" directo a Antofagasta de la Sierra, sin tener que volver a El Peñon.
Según mis cálculos desde El Peñon había 80 km hasta el cráter y otro tanto para llegar a Antofagasta. En un día ibamos y al siguiente volveríamos a Belen por otro lugar, el paso de Buenaventura, pero no salió como lo planeamos.
No era la primera vez que superábamos los 4000 metros de altura y bastante más.
De hecho, como está publicado en este mismo Sitio (en otro de mis relatos), cruzamos por el Abra del Acay en invierno a las 23 hs hace unos años y llegamos a Iruya a la noche siguiente con un bidón de nafta congelado por el frío, 3 veces recorrimos el puente del Viaducto La Polvorilla y dimos la gran vuelta desde Cachi a San Antonio de los Cobres y Antofagasta .
En este viaje llevaba impresiones de los mapas así como de fotos satelitales.
Había leído y releído todos los relatos del tema.
Con el tamaño y el traqueteo de la moto mucho no se puede acarrear, sin embargo yo llevaba una mochila enorme y un bolso en el portaequipaje.
Dos de nosotros teníamos GPS conectado con la electricidad de la moto y yo tenía, además, un GPS de repuesto en la mochila.
Teníamos: herramientas, cámaras de rueda de repuesto, sogas de remolque, packs de pilas, lamparitas, cables de freno/embrague, chicler para la altura, medicinas (vendas, Diamox, Migral, antinflamatorio, sertal, merthiolate), linterna (una de repuesto en la mochila) 3 litros de agua por persona, barras de cereal, 5 litros de nafta que también llevábamos en un bidón en la espalda (para lograr una autonomía de 250/300km); y además llevamos dos filmadoras con baterías, cargadores, cables y máquina de fotos.
Salimos el sábado a las 7 AM desde Belen a El Peñon.
Un calor de 25 grados que luego se convertirían en más de 30 nos hizo dudar el llevar las camperas.
Empezamos por la ruta 40.
Hacemos luego el desvío subiéndonos a la ruta 43
A los 70 km nos divertimos en el Médano Blanco que está al costado del camino.
Llegamos a El Peñon y pasado el mediodía partimos por la huella 4x4 hacia el Galán, ya eran las 14 hs.
A los pocos km divisamos las primeras lagunas con los flamencos que tantas veces había visto en los relatos de VIAJEROS y nos dimos el gusto de quedarnos un rato contemplando esa maravilla.
Nos íbamos acercando a nuestro objetivo sin problemas de altura a pesar de los 4500 m/s/n (veníamos tomando pastillas para la puna desde el día anterior, por las dudas, y con las motos preparadas).
De vez en cuando se nos cruzaron grupos de vicuñas corriendo desesperadamente ante nuestros ojos, van de 7 u 8 y siempre hay una retrasada del resto.
Verlas correr en esa libertad es envidiable, el paisaje es alucinante.
Perdimos una hora a 5 km del cráter cambiando la cámara de una rueda que había mordido una piedra.
Descender a la planicie del cráter consta de una pronunciada bajada de arena y lajas. En cuestión de 600 metros disfrutabamos de esa inmensa y suave superficie de aprox. …km cuadrados a gran velocidad en dirección a la Laguna Diamante.
A las 17:30 llegamos cerca de la Laguna Diamante al punto, según marcaba el GPS, desde donde salía el camino dibujado por Eduardo. Nos hubiera encantado tocar el borde de la gran laguna y anotarnos con la confluencia secundaria (www.confluence.org), pero como era bastante tarde, decidimos seguir desde allí el track.
Y así fue, pero todo lo que baja, sube. Salimos por este camino por una trepada de lajas y arena de unos 500 mts. Tenía el incentivo de que estaba todo virgen y nos dimos el gusto de hacer un camino nuevo, con el costo necesario de un par de caídas.
El gran problema es que cada tropiezo implica 10 minutos para recuperar el aire. Ya había 4600 mts de altura.
Y así de a poco pisamos el track hasta empalmar el que fue hecho en camioneta que figura en ViajerosMapas, lo cual nos daba más tranquilidad, habíamos hecho 10 km en lugar de 40 km.
El tema es que este sendero luego sube, baja, cruza el agua, vuelve, no se ven huellas, cruza el agua de nuevo, hay matas de tamaño de de llantas tiradas en el piso, piedrones, arena, y hasta hielo para cruzar de nuevo el agua. Todo ello rodeados de montañas. De vez en cuando copiabamos una huella, amen del track. Y como dice Joaquin Sabina, se hicieron las 6, las 7, las 8, las 9 y se acabo la luz !!!!
Estábamos agotados por la falta de aire y el cansancio; por la ausencia de camino, de huellas, de luz; el placer del paseo transformaba en sensación de incertidumbre.
Siendo las 22:30, con la poca luz que dan nuestras motos veo que el terreno me obliga a ir hacia arriba por una pendiente pronunciada de unos 1000 metros. Acelero frente a esta gran trepada repleta de lajas, piedras y arena hasta caer al piso (por enésima vez). En este trayecto de reojo en la penumbra veo a otro de los chicos que se había caído a un costado. Nuestras motos cuando se apagan pierden la luz, no tenemos batería.
Fue así que al tropezar y caer de nuevo al piso en esta subida, se me apaga el motor, la luz y la fuerza.
En el silencio, desde el piso, sin ver ninguna otra moto encendida, escucho los gritos de dos de mis amigos. No los veía, estaban a un costado a 100 metros contra la montaña, agotados también. Nos encontrábamos a 35 km de Antofagasta o a 100 km de volver a El Peñon más 60 km a Antofagasta. Decidimos pasar la noche y esperar el día entre las paredes de la montaña, acomodando los hombros en la arena fría, sin techo, sin carpa, sin bolsa de dormir, con las botas, guantes y casco puestos, abrazándonos como bebés. Nunca hubiéramos imaginado la idea de dormir a la intemperie y a 4700 m/s/n. Sólo por precaución venía observando el cielo, por suerte no divisaba nubes, había luna llena y sólo una brisa de viento.
Debimos haber sufrido unos 10 grados bajo cero durante esa noche, las botellas de agua congeladísimas, la comida: dos barritas de cereal, una linterna entre los cuatro. No había nada para hacer fuego, ni nadie hubiera dado tres pasos para buscar algo, no se puede ni caminar sin agitarse y estábamos completamente inclinados en la ladera.
Pasamos la noche dormitando, rogando que pase rápido.
Cuando empezó a salir el sol saqué una foto, así dormimos, es decir tratamos de descansar, el WP es S26 02 48.1 W67 06 29.1, ambiente amplio, luminoso, con dependencias:
Al asomar el sol el frío era mas intenso. Recién a las 8:30 dejamos de temblar y aprovechamos para dormir algo, de todas maneras no habría forma de arrancar una moto.
A las 10 hs revisamos la trepada, probamos subir, tomar carrera desde abajo, dar la vuelta desde más lejos, pero no había manera de seguir por allí. Observamos unas huellas de camioneta que debió haber bajado por ahí, no veíamos que hayan escarbado en la arena.
Exhaustos, mal dormidos, sin comer pero sin hambre, emprendimos el regreso a El Peñon con la nafta justa y un sinfín de nuevas caìdas causadas por las piedras, los musgos gigantes y el cansancio.
Recién al retomar la huella 4x4 tuvimos paz y nos acordamos de sacar más fotos.
Llegamos a las 17:00 hs a El Peñon, conseguimos 5 litros de nafta en la escuelita (eran del generador que estaba descompuesto) y juntamos todo el combustible que nos quedaba en dos motos que fueron hasta Antofagasta (60km) a buscar más. A las 3 horas volvieron con nafta común, suficiente para volver a Belen los cuatro.
Llegamos a las 3 AM al hotel en Belen, molidos, nos dormíamos manejando. Por suerte sanos y salvos, con una aventura increíble para llevarnos de por vida.
Las contingencias surgen, todo lo que puedo prever desde mi casa en BsAs es tiempo valiosísimo en mitad del viaje.
Hace 13 años que recorro el país con la moto. En viajes de 2 ó de 10 dias, cada minuto vale oro y cada hora de un viaje es un recuerdo en mi memoria.
Siempre hay que tener algo de suerte de nuestro lado, pero nunca hice depender de ella la preparación de un viaje.
He aprendido mucho de errores propios y he leído muchas experiencias ajenas y seguiré aprendiendo, así como también espero aprovechen de las mías.
La Argentina es un país maravilloso para recorrer y descubrir.
El mayor de los respetos a la Puna y a la zona del Volcán Galán !!!
Alerc- Alejandro Rocha Casares
Para contactarse con Alerc- Alejandro Rocha Casares xr650@argentina.com
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