La iglesia
blanquísima se recorta sobre aquel cielo azul de la Puna, sin una
nube.
Sus paredes
son de un espesor desmesurado y sostienen un techo abovedado, de
piedra,
único en
la zona.
Nótese
el enorme arco de medio punto que corona la puerta principal.
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ATRAS
- ADELANTE