Esteros del Iberá
Chapoteando entre yacarés, carpinchos, vivoras y mil aves

Diario de viaje
Página 1

4 de Octubre de 2001

El punto de reunión para la partida fue en la YPF antes del peaje del puente sobre el río Paraná, en Zárate, a las 23:00. Yo iba solo en la Lada Niva. En la Honda CRV llegaron Jorge Lalane ("Tordo1"), Eduardo (el pampeano -otro "tordo"-) y Carlitos Lucchini (Conejo Negro).

Conejo Negro pasó como copiloto a la Lada y así ingresamos a la Mesopotamia, (Esas tres hermosas provincias argentinas rodeadas por las aguas de los gigantescos ríos Uruguay y Paraná).

Turnándonos en la conducción, viajamos toda esa noche.

5 de Octubre de 2001


Muy temprano pasamos por la vieja estación ferroviaria de Mercedes.
Hace ya tiempo que el Ferrocarril Urquiza no pasa por allí

 

Estábamos muy cerca del lugar principal de culto del Gauchito Gil.
No podíamos dejar de visitarlo. Hacia allí nos dirigimos.


El Gauchito Gil era una especie de "Robin Hood" de la zona.
Aparentemente halló su muerte en ese lugar y allí se fue armando este gigantesco santuario, con miles de ofrendas de sus devotos y permanentes visitas.

Cuando pasé por aquí por primera vez (hace unos 20 años), sólo había una cruz, en la orilla del camino, de la que pendía una cinta roja.
Hoy veo en muchos lados, a la vera de las distintas rutas de nuestro país, pequeños sitios de culto de este Gauchito benefactor, que se caracterizan por multitud de cintas rojas pendientes.
 


Antes de adentrarnos en la Reserva Provincial decidimos internarnos en la parte sur de los esteros, en busca de Itá Jhasé (la piedra que llora).


 


Seguimos adelante y hallamos un establecimiento (especie de estancia turística) que, aparte de sus actividades ganaderas (cria de cebúes y búfalos) es tambien "coto de pesca".
El establecimiento se denomina Rincón del Diablo.

Allí, en una lujosa residencia, se alojan visitantes extranjeros que son llevados, navegando río abajo, por los esteros y su "columna vertebral", el Río Corrientes, en una excursión de pesca que dura varios días.
El servicio incluye campamentos nocturnos con cenas y almuerzos con manteles blancos, platería y copas de cristal que se van armando al finalizar cada etapa de navegación.

Creo, si no recuerdo mal, que la excursión de pesca por los Esteros del Iberá, costaba la friolera de U$S 5.000 a U$S 10.000.- , dependiendo de la "cara" (mejor dicho la billetera) del cliente.


 

6 de Octubre de 2001


Al día siguiente, ya instalados en Colonia Carlos Pellegrini y luego de una noche de tormenta, recorremos la floresta de los alrededores observando flora y fauna, acompañados, guiados e instruídos por un guardaparques (es el de verde, no el que señala hacia arriba, que es Eduardo, el pampeano, que posa para la foto haciéndose el docto en tema monos.

 


Buscábamos y encontramos a una familia de carayás (monos aulladores).

 


Al día siguiente, mas soleado, realizamos una excursión en lancha, en busca de fauna autóctona, descubrimos este yacaré negro.

 


La flora también es excepcional (lamento no recordar el nombre de cada planta que allí existe.

 


Las plantas flotantes (camalotes) características de los esteros.

 


Este otro yacaré negro inmóvil, recupera temperatura asoleandose.
Los yacarés son reptiles y por lo tanto de sangre fría, dependen del calor exterior para acelerar su metabolismo.

Sus filosos dientes nos quitaron toda idea de darnos un chapuzón en las claras aguas de aquellos esteros.

Esto se ponía interesante... (Continúa en Página 2)

Relato Página 2

Mapa y Foto Satelital

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