Visitando los Refugios |
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Cuarenta y ocho horas antes de la partida se retiró una camioneta.
Oscar Pablo ofreció llevar el Senda en reemplazo.
Y el equipo definitivo quedó conformado de la siguiente forma.
Una Honda CRV 4x4, un R12 modelo 1977 y un senda diesel modelo 1996.
No quisimos modificar los planes (no había tiempo), llegaríamos hasta donde pudiéramos.
La primer jornada comenzó, en realidad, por la noche del viernes 6 de agosto de 1999.
Después de cargar todo en los coches nos reunimos a las 23 Hs en Acceso Oeste y Camino del Buen Aire.
En Vicuña Mackena, de madrugada, recogimos a Eduardo II (el pampeano).
En San Luis pasamos por el dique "La Huertita", luego Quines y en Ulapes almorzamos.
Como vemos, los vehículos iban sobrecargados.
El Senda además salió sin ninguna preparación previa,
por lo que aprovechamos la primer parada para improvisar un protector de tanque de combustible
(por las piedras, vio?).
Continuamos viajando todo el Sábado. Pasamos por Chepes (La Rioja), San Agustín del Valle Fértil (San Juan),
volvimos a entrar en la Provincia de La Rioja y a las 22:00 llegamos a Villa Unión.
Después de parrillada y baño, a dormir.
MAÑANA COMIENZA LA AVENTURA...
~ o ~ O ~ o ~
Hoy comienza la subida.
Saliendo de Villa Unión, pasaremos por Vinchina, quebrada
de la Troya y Alto Jagüé.
Reacomodar las cargas en los vehículos, incluyendo bidones para 320 litros de combustible extra,
nos llevó buena parte de la mañana.
A la salida de Alto Jagüé comienza la subida.
A poco de andar nos detenemos porque los vehículos recalientan un poco.
Debemos juntar leña para calefaccionarnos esta noche, arriba de los 3500 metros no crece ningún tipo de árbol ni arbusto.
A eso de las seis de la tarde arribamos, por fin al Refugio del Peñón.
Allí Jorge descubrió que uno de los bidones con gasolina estaba pinchado y había humedecido parte de las provisiones. Hubo que vaciar la camioneta y secar lo que se pudo rescatar, además de las alfombras del vehículo. De repente, se vino la noche y el frío.
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Ventanas sin vidrios e ingreso sin puerta.
Lo único que protege del viento es su acceso, diseñado como un nido de hornero.
Hacía bastante frío así que encendimos fuego en una hornacina preparada al efecto, pero el humo se acumulaba en el interior haciendo la atmósfera irrespirable.
Cenamos las empanadas que habíamos comprado para el almuerzo, armamos las bolsas de dormir en el suelo de tierra y.... a descansar. |   |
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Fotos Pág. 2 |
Laguna Brava II - Portada |
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