BOLIVIA:
Escalando volcanes en 4x4

Introducción y "Día 1"

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FOTO: Alejandro Danzi

MUSICA de FONDO:


Estaba a punto de comenzar Mayo de 2009 y no estaba aún organizada la travesía prevista para ese mes.

En tren de seleccionar el lugar, tuvimos en cuenta que para esa fecha en la cordillera Neuquina, Mendocina y Sanjuanina comienzan las primeras copiosas nevadas invernales que nos impedirían cualquier intento de penetración en profundidad.

La Rioja y Catamarca ya nos habían recibido en Marzo.

En la zona del bosque "impenetrable" de Chaco y Formosa señoreaba el Dengue enancado en el temible mosquito Aedes Aegypti.

En Salta y Jujuy habíamos estado de travesía en Diciembre....

¿Entonces?....

Se nos acababa el mapa!!

¿Y si cruzamos la frontera?

¿Y si nos vamos a explorar esa "mancha blanca" que hay en la cartografía al sudoeste de Bolivia, allí donde limita con Argentina y Chile?

Aprovecharíamos para reunir datos para completar ViajerosMapas, los mapas para GPS que gratuitamente distrubuímos para aquellos que busquen aventuras por sendas poco exploradas.

Como acabo de comentar, en diciembre del año anterior habíamos andado por Jujuy, allí donde Argentina limita con Chile y Bolivia, en la zona de triple frontera del Hito Tripartito que se encuentra en el volcán Zapaleri (de hecho lo "escalamos" en 4x4 hasta muy cerca de su cima).

Recorrimos, en aquella oportunidad, parte de Bolivia en una zona cercana a la frontera, y desde allí divisamos una "terra incógnita". Los escasos e imprecisos mapas que conseguimos luego no nos ayudaron mucho para interpretar lo que vimos.

Volcanes, lagunas y más volcanes...

¡Deberemos explorar personalmente! Fue la consigna que nos impusimos en aquel momento. Consigna que se mezcló en el cajón de los proyectos con muchas otras más que tenemos allí para cuando cuadre la ocasión.

Y la ocasión cuadró.

Era ahora o... quién sabe cuando...

Así cursé las invitaciones sin mayores precisiones, solo decía que iríamos a explorar el sudoeste boliviano, Lípez Sud, para dar un dato "clarificante".

Muchos se entusiasmaron pero no pudieron. Otros podían pero no sabían bién a dónde íbamos ni para qué, pero daban por cierto que habría aventura.

Solo cuatro días antes de la partida quedaron definidas las tripulaciones (en realidad, como ocurre casi siempre, hasta última hora había posibilidades de nuevas deserciones).

Ale Danzi iría con su TLC llevando de copiloto a su amigo Tape que se integraba así a este heterogéneo grupo de "Viajeros". En Sunchales se sumaría a esa chata Denis, a quién el mecánico le retrasó la entrega de la suya y, por poco, se queda de a pié.

Alfredito Sánchez en su Defe 110, apodado "el caracol" llevaría a Nicky en el asiento de acompañante. Una exageración de "potencial fotográfico" viajaba en ese Land Rover.

El otro Defe 110 conducido por Jorge Alonso, secundado por Jorge Hackanson, se reuniría con la caravana a la altura de Metán (Salta) rumbo a la frontera.

Finalmente en la Cherokee debutaba como "Viajero4x4" Pablito "Pexa", secundando a quién esto escribe, como co-piloto, co-navegante y experto cebador de mate.


 


Mapa de la zona a visitar.

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En los últimos días, en los escasos momentos que le podía robar al trabajo acelerado (que intentaba adelantar para poder salir sin sobresaltos), buscaba puntos de interés que hicieran atractiva esta travesía.

Por su lado Denis agregaba a la lista, nombres de lugares mencionados en guías de viajeros internacionales, que habría que ubicar en el terreno.

Por la zona pasa una "trillada" (literalmente) huella que, saliendo de Uyuni, bordea el salar homónimo por el sur, pasando por San Cristobal rumbo al Ollagüe (en el límite con Chile) y que poco antes de llegar allí, gira hacia el sur con rumbo al Desierto de Siloli, la Laguna Colorada, el Salar de Chalviri y la Laguna Verde.

Las numerosas excursiones bolivianas que, en sus destartaladas Toyotas pasean turistas "gringos", salen luego por el Paso del Cajón rumbo a San Pedro de Atacama en Chile.

No eran esas justamente las huellas que deseábamos explorar sino, más bien, unas que habíamos descubierto, ténuemente marcadas en aquellas zonas en que Google Earth nos mostraba fotografías satelitales en alta definición.

Donde no las había, habíamos "imaginado" (los improvisados cartógrafos del grupo Ale, Pexa y yo) algunas huellas que, por convención denominamos "XX-N" . Lo de "XX" porque son una incógnita hasta que verificamos si existen, su factiblidad si es que no existen, su traza si es que son factibles o la necesidad de borrarla de los mapas.

El "N" corresponde a un número que la diferencie de las otras varias que generalmente marcamos en una zona.

Estas "huellas imaginarias" así como las que "levantamos" de Google Earth, son incorporadas a una versión inédita de ViajerosMapas que cargamos en nuestros GPSs y, que una vez "pulida", a nuestro regreso, conformará parte de la nueva versión de mapas que publicamos.

Finalmente el recorrido, "a trazos gruesos" quedó definido de la siguiente manera, a partir del cruce de la frontera:

Día 1) Cruce y trámites aduaneros La Quiaca/Villazón, luego, por huellas internas y lechos de ríos visitando pequeños caseríos y poblados hacia Tupiza.

Día 2) Alrededores de Tupiza: Junta de ríos, la "Puerta del Diablo", el "Cañón del Inca", la "Quebrada de Palala" y "El Sillar", todos lugares de turismo convencional, que no dejaríamos de visitar. Por la tarde comenzaban los signos de interrogación: ¿Llegaremos a San Pablo de Lípez, o a San Antonio? ¿Habrá huella o deberemos desviar al norte por San Vicente? ¿Llegaremos a tiempo o nos cogerá la noche? ¿Habrá hospedaje en San Pablo... y en San Antonio... o deberemos "dormir afuera"?
Luego veremos que a estas se sumaron unas cuantas incógnitas más.

Día 3) ¿De dónde partiremos?
Si es de San Antonio, podríamos tratar de encontrar la "Laguna Celeste", que no figura en ningún mapa pero que varios "guias" bolivianos se la mencionaron a Denis como "digna de ser visitada". ¿Dónde quedará?, será antes de Quetena (que tampoco sabíamos bien donde quedaba y cómo podríamos llegar a ella) o será tomando alguna de las tantas precarias huellitas que se desprenden de la huella principal hacia ambos costados?

Denis también había leído y escuchado sobre el Volcán Uturuncu (que si figuraba en la versión de ViajerosMapas que llebávamos cargada en los GPSs) sabíamos por eso que era el más alto de la región con 6.004 metros de altura. Pero la info conseguida por Denis decía que era un volcán con dos cráteres en su cima y una antigua y abandonada huella minera que ascendía por sus laderas, aparentemente hasta la silleta entre ambos cráteres a más de 5.500 metros de altura...

¡¡ Muuuy interesante !!

Los días 4, 5, 6 y 7 los iríamos diagramando sobre la marcha de acuerdo a los caminos/huellas/pasos que fueramos encontrando.


 


Mapa de la zona tomado de ViajerosMapas.com


Teníamos sí, hitos que deseábamos visitar. Algunos de turismo convencional y otros no tanto.

Deseábamos ver además de la Laguna Celeste y el Vn Uturuncu, la Laguna Colorada, El desierto de Siloli, el "árbol de piedra", el Salar de Chalviri y sus termas, el Paso "no habilitado" entre Bvia y Chile tras la Aduana de Apacheta, la Mina xxxxx , los géiseres "Sol de mañana", la Laguna Verde, intentar escalar al Volcán Sairecabur (con las camionetas), visitar las ruinas incaicas en las laderas del Vn Licancabur, hallar una vía de aproximación al volcán Zapaleri y la Laguna Busch desde Bolivia, visitar las lagunas Hedionda, Coljpa, Caralcita, Lloromayo, Chojlas y Caruto, ubicar la huella que desde allí se dirige al paso no habilitado con Argentina de Vilama, el paso Río Mojón, Mojinete... y varios objetivos más...

Teníamos, no obstante, un problema con la logística del combustible.

La "vuelta" completa nos demandaría unos 1350 Km de "fuera de camino" sin reabastecimiento. Cosa imposible de realizar, aún con nuestros bidones y tanques de reserva cargados a pleno.

El factor determinante es que en esas condiciones de terreno, el consumo de los vehículos es sumamente impredecible, aunque seguro que es, como mínimo, un 50% mayor que en condiciones normales.

¿Qué hacer entonces?

Bueno, teníamos varias alternativas.

Una era rezar a todos los santos de nuestra agenda para que, en algún caserío o en alguna mina, nos pudiesen proveer de algunos litros de carburante (cosa poco probable, al menos en la cantidad que íbamos a necesitar).

La otra sería (si el problema era muy grave) salir de Bolivia por el Paso Hito Cajón, rumbo a Chile (San Pedro de Atacama) a reaprovisionar y regresar. El problema era que la aduana boliviana no está en la frontera, sino adentrada unos cuantos km en territorio boliviano, lo que complicaba el momento de la decisión, para no tener que hacer kilómetros inútiles.

Otra alternativa obvia, consiste en: cuando el combustible comienza a escasear, pasar todas las reservas al vehículo de menor consumo y mandarlo con los bidones vacíos a por gasoil y nafta al surtidor más cercano.

Las otras aternativas... mmm... no se las puedo contar...


 

FOTO: Alejandro Danzi
Pulcros ingresamos a Bolivia


La mañana del domingo 17 demayo de 2009 nos encontró haciendo los trámites fronterizos para ingresar a Bolivia por Villazón.

A las 11 ya estábamos "liberados" con aduana y migraciones de ambos paises cumplimentadas correctamente.

A las 11 y 10 ya nos habíamos salido de la carretera principal en busqueda de caminos secundarios y huellas poco transitadas.

Hallamos las nacientes del río Talina, un afluente del Río San Juan de Oros y, por su lecho, ancho y seco, fuimos "bajando" (a pesar de que varios integrantes de la expedición jugaban su honor a que el agua, cuando la hubiera "circularía hacia arriba").

El Talina tiene a su vera numerosos caseríos que nacieron y crecieron merced a la poca humedad que el agua esporádica del río lleva a sus cultivos.

Íbamos enhebrando esos pequeños poblados saliendo del lecho, ora por una ribera, ora por la otra.

Hablando de hora, la hora del almuerzo nos sorprendió llegando a Talina, un pequeño conglomerado de viviendas de no más de tres o cuatro manzanas, con una cuidada placita y típica iglesia.

Nos detuvimos a fotografiar y allí salió a nuestro cruce un anciano boliviano que nos presentó al corregidor del Cantón de Talina que depende del Municipio de Tupiza. El "corregidor" es un equivalente a un delegado municipal elegido por voto popular.

El nos mostró, orgulloso, el "cabildo" donde se reunen para tratar los temas que atañen al cantón, en el que viven más de 100 familias collas.

Aprovechamos para solicitar permiso para armar un "pic-nic" en la plaza, ya que veníamos con los estómagos vacíos desde el madrugador desayuno en La Quiaca.

Allí compartimos y deglutimos los salamines, el queso y otras vituallas, bajo la mirada atenta del prócer de Talina que nos vigilaba desde el bronce de su estatua en medio de la plaza.


 


Por la tarde continuamos por aquella senda, rumbo a Tupiza.

A poco de salir de Talina el río Talina vierte sus aguas en el Río San Juan de Oros, este no es otro que el Río Grande de San Juan, que visitaremos aguas arriba, al final de esta extensa travesía.

Este, por momentos ancho y por momentos encajonado río de montaña, tiene un caprichoso recorrido ya que, reuniendo aguas de la única cuenca abierta que existe en la Puna entre las cuencas endorreicas de la Laguna de Pozuelos, la de la Laguna Vilama y la del Salar de Uyuni, reune toda el agua que desprende el complejo Panizos, el Vn Salle y el Granadas, también trae agua de Bolivia por su afluente el Granadas. Un poco mas al norte se junta éste con el Orosmayo, en territorio argentino y pasa al pie de la localidad fantasma de San Juan de Oros (que le dará definitivamente el nombre al río). Unos miles de metros más adelante recibe, desde Bolivia y por su margen izquierda al Río Mojón (llamado así porque en esa unión está el mojón internacional). Desde esa confluencia el llamado ahora "Río Grande de San Juan" hará de límite entre ambos paises llevando su agua hacia el norte, hasta que reciba nuevamente por su margen izquierda, de tierras bolivianas, al "Mojinete" (allí acaba su función limítrofe) y penetra plenamente en territorio boliviano donde se lo conoce con su definitivo nombre de Río San Juan de Oros. Más adelante recibirá por la derecha al Talina (donde nos hallábamos en ese momento) y unos km más adelante por la izquierda al Tupiza.

Lo más sorprendente del decurso de estas aguas es que terminarán conformando la cuenca del Río Pilcomayo, que desemboca en el Río Paraguay, este en el Paraná y, finalmente esas mismas aguas pasarán frente a nuestro puerto de la ciudad de Buenos Aires.

Continuamos andando, pasamos por otros numerosos pueblitos que "inventariábamos" en el GPS para completar los mapas, Checona, Churquipampa, San José de Pampa Grande, Peña Blanca, San Miguel de Kataty, Kiriza Loma, Titijoyoc, Paiquiza.

Ya tarde nos tomamos tiempo para hacer unos desvíos y remontar, desde Chaco Pampa, una cuesta (que no se llamaba "del mal paso" como habíamos relevado de algún mapa), pero que era interminable, al punto que, en virtud que se nos venía la noche, la abandonamos para apuntar a Tupiza.

De cualquier manera, los muchachos son inquietos y curiosos y, al regreso, Jorge descubrió y nos metió por una desdibujada huella que cortaría camino... pero, que solo nos dejó en una inclinada ladera, de nariz frente a un precipicio insondable.

Valió la aventura (aunque regresamos en plena noche).

Por suerte en Tupiza hallamos hotel rápidamente y al rato ya estábamos todos comiendo unas riquísimas pizzas en "Tu pizza", regadas con litros y litros de cerveza.


 


 
 
 
Las   F O T O S


Foto: Pablo Pexa
La "carretera" se corta y desaparece repentinamente...


Foto: Pablo Pexa
Por suerte la recorrimos de día.


Foto: Pablo Pexa
Lo solucionamos bajando al lecho casi seco del río Talina


FOTO: Alejandro Danzi
El "caracol" demostrando su bravura...


Foto: Eduardo Cinícola
Es zona de pueblos alfareros.


Foto: Eduardo Cinícola
Todos tienen su capilla.
Nótese el detalle de los campanarios...


Foto: Pablo Pexa
Continuamos transitando por el lecho del río Talina


FOTO: Alejandro Danzi
Llegamos a Talina
Muchas casas abandonadas y semiderruídas


Foto: Pablo Pexa
La caravana invade el pueblo adormilado esa tarde de domingo.


Foto: Pablo Pexa
El reloj de la iglesia marca la tres menos veinticinco.


FOTO: Alejandro Danzi
El Corregidor explicando las tareas que realizan en el cabildo de Talina


Foto: Pablo Pexa
Postura de respeto de un anciano poblador dentro del cabildo.


FOTO: Jorge HACKANSON
¿Comenzamos con los salamines?.


Foto: Eduardo Cinícola
El Gral Rufino Carrasco, prócer de Talina, nos vigila desde el bronce.


Foto: Eduardo Cinícola
El lecho del Talina antes de desaguar en el San Juan de Oros, bastante desparejo.


FOTO: Jorge HACKANSON
Acá transitamos por el lecho del San Juan de Oros.


Foto: Eduardo Cinícola
Atravesando Kiriza Loma.
Detrás el Río Grande de San Juan, acá San Juan de Oros


FOTO: Alejandro Danzi
El Defe del Doc Alonso.


Foto: Pablo Pexa
El "caracol" o "La Leyenda", orgullo de Alfredo.


FOTO: Alejandro Danzi
El Río San Juan de Oros y detrás caserío con capilla.


Foto: Eduardo Cinícola
La capilla...


Foto: Eduardo Cinícola
Barranca y sembradío...


Foto: Eduardo Cinícola
El anchuroso San Juan de Oros, con su vegetación característica


Foto: Pablo Pexa
Más iglesias, esta es la de San José de Pampa Grande.


Foto: Eduardo Cinícola
Allá enfrente, en el pedemonte, otra. Ignoramos como se llama.
A la derecha el caserío.


Foto: Eduardo Cinícola
Colores...


FOTO: Jorge HACKANSON
Allí descubrimos lo peligroso que puede llegar a ser conducir de noche por esas "carreteras".


FOTO: Alejandro Danzi
Continuamos acompañando al San Juan de Oros por su margen derecha.


FOTO: Alejandro Danzi
Más colores...


Foto: Eduardo Cinícola
Las iglesias evangélicas reemplazando las alicaídas y abandonadas iglesias católicas.


Foto: Eduardo Cinícola
La clausurada capilla de El Monte, hace tiempo que no recibe la visita de un cura.


Foto: Eduardo Cinícola
Algo similar ocurre con la de Titijoyoc.


Foto: Pablo Pexa
Otro pueblo, otra iglesia, otro abandono.


Foto: Eduardo Cinícola
Paredón de roca.


Foto: Pablo Pexa
Dos Defender en el Serenguetti


Foto: Eduardo Cinícola
Siluetas en el San Juan de Oros.


Foto: Eduardo Cinícola
El Toroyoj, recreo y gran puente de hormigón sobre el San Juan de Oros.


Foto: Eduardo Cinícola
El Toroyoj y el puente vistos desde el camino a Chaco Pampa.


Foto: Pablo Pexa
El camino que acabábamos de recorrer circula a la vera del río, franqueado por un extraño plegamiento de rocas,
plegamiento que ha puesto vertical un manto que, a su vez se ha abierto como un portal,
para dejar pasar las esporádicas aguas de un tributario del San Juan de Oros.


Foto: Pablo Pexa
El "extraño portal", formación que veremos repetida al día siguiente.


Foto: Eduardo Cinícola
Los últimos rayos del sol realzan los colores de aquellas montañas.


Foto: Eduardo Cinícola
Extrañamente plegadas...


Foto: Pablo Pexa
Con las postreras luces del día, la iglesia de Chaco Pampa.


SE ACABÓ ASÍ LA PRIMER JORNADA DE ESTA TRAVESÍA.
PARA EL DIA SIGUIENTE, POR LA TARDE, NOS INTERNARÍAMOS EN LA "TERRA INCÓGNITA"
   

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EDUARDO CINICOLA
Mayo de 2009