Hacia el norte de Fiambalá
(Intentando llegar a Antofagasta de la Sierra)
Continuamos nuestro viaje.
Como prometí al final de la travesía hacia el Monte Pissis, aquí estoy compartiendo un día mas de nuestras aventuras.
En la cena de la noche anterior, intercambiamos con los Viajeros propuestas para este día. Motivados por un folleto que nos facilitaron en la Hostería Municipal de Fiambalá, convenimos tomar rumbo norte buscando un camino proyectado para cruzar hacia el norte la Cordillera de San Buenaventura, hacia Antofagasta de la Sierra.
Nos habían informado que solo podríamos recorrer una parte del mismo. De todas maneras, decidimos intentarlo hasta donde la doble tracción nos lo permitiera.
Luego de un reparador descanso en el camping de Termas de Fiambalá, nos levantamos un poco tarde respecto de lo acostumbrado por nosotros. (9.45hs)
El día anterior fue muy placentero pero también de muchas horas "cabalgando" sobre Jaimita. (nuestro móvil)
Nos dirigimos nuevamente hacia Fiambalá, distante 17kms del camping, como habíamos convenido nos encontramos con los "Viajeros" y luego de desayunar en la Hostería tomamos por la ruta que recorre el valle hacia Saujil. En este lugar termina el asfalto; desde aquí hay dos alternativas. Una senda cruzando médanos hacia Antinaco y la que nosotros decidimos tomar, siguiendo el sentido del valle rumbo a Palo Blanco, Punta del Agua y Mesada de los Zárate.
Desde allí comienza el proyecto de camino hacia Antofagasta de la Sierra. Actualmente es una senda que no ha sido transitada en mucho tiempo; lugareños nos contaron que hace un tiempo fue abierta por topadoras y que unos kilómetros mas adelante, en una quebrada, estaba cortada por el agua que desciende cuando llueve en los cerros.
El lugar es muy pintoresco, con un poco de vegetación y ríos similares a los serranos de San Luis y Córdoba.
De pronto: un canal para riego, con bordes altos e inmediatamente después un arroyo de agua cristalina y fondo de arena se interponía en nuestro camino.
Evaluamos la situación con los "Viajeros" y aunque parecía bastante complicado, el espíritu aventurero nos impulsó a vadear.
Los bordes y el canal hicieron trabajar al máximo la suspensión de la Jaimita que hacía punta y logró cruzar con bastante dificultad. El fondo arenoso del arroyo estaba muy flojo.
El Lada de "Viajeros" con el Conejo Negro al volante se enterró hasta los ejes en la arena floja de aquel traicionero arroyo, pero con un poco de ayuda logró también el objetivo.
En adelante, la huella de piedra está muy lavada con cortes hacia la quebrada y rocas sueltas. A poco de andar, todo en caja de baja, encontramos un grupito de chicos caminando que venían de la escuela. Como es costumbre en el campo, nos detuvimos para llevarlos. Algunos en el habitáculo y otros en la caja de Jaimita. Gozamos de su compañía por unos 5kms, se iban bajando a medida que avanzábamos en la cuesta, cada uno tomaba un sendero que bajaba serpenteante hacia la quebrada donde se veía el río y sus casas.
En la última parada, nos detuvimos bastante para admirar el paisaje y charlar con los "changuitos". Estaban sorprendidos por nuestros "caballos", la filmadora de Eduardo, que tomó a los chicos y luego con su pantalla móvil se veían ellos mismos en "la tele". Me emociona el recordar la carita de sorpresa y felicidad que tenían cuando Eduardo con mucha paciencia y amor les mostraba sus propios movimientos y voces.
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Carita de incredulidad por lo que vé a través de los prismáticos
Nos contaron que en la escuela tenían Internet, así que quien les dice que, cuando algún día ingresen a esta página, Transito Mamaní, Carlos Mamaní y Mariela Noemí Ramos, recuerden a este grupo de aventureros.
La vicerita de la gorra gastada, pero de una pulcritud impecable en toda su vestimenta, Cárlos Mamaní nos observa desde aquellas montañas catamarqueñas.
El lugar donde viven lo llaman Delgadito, seguramente haciendo referencia a la topografía del lugar. Conejo Negro y yo tomamos varias fotos y luego de un largo rato, decidimos no seguir por la huella. Realmente parecía muy complicada y nos dijeron que solo podríamos seguir un par de kilómetros mas.
Retornamos hasta el arroyo de Mesada de los Zárate, donde decidimos almorzar o mejor dicho, merendar porque eran mas de las 3 de la tarde. Luego de alimentarnos, vadeamos el arroyo sin problemas y como emprendiendo el regreso, tomamos el camino alternativo que comenté luego de pasar Saujil. Este nos llevó hacia La Ciénaga y como punto final, Antinaco.
El pueblito discurre al costado de la quebrada de un río similar al de Mesada de los Zárate. Llegamos hasta el final del camino, nos detuvimos un rato en el río y a Jaimito, o sea yo, le brotó el ingeniero de adentro y se puso a embalsar agua con las piedras del río. En esos momentos había perdido referencia del resto del mundo. Lo recuerdo porque son esos instantes en los cuales la mente se desconecta de todo problema y prejuicio; solo importaba aumentar el nivel del dique. Cuando retorné a la realidad, Eduardo estaba ayudando a la causa y Paola (mi esposa) y El Conejo riéndose de este loco ingeniero.
Ya eran las 6 de la tarde, por lo que decidimos tomar el camino de retorno hacia Saujil. Ahora lo hacemos por medio de las dunas.
El camino que nos lleva a las dunas.
De izquierda a derecha: La Lada Niva de Viajeros, Conejo Negro y Jaimito51
Fue muy divertido, subir y bajar y subir y bajar, muy recomendable. De repente, estábamos nuevamente en el valle. Recta final hacia Fiambalá, donde arribamos con los últimos vestigios del día. Pero la historia de hoy no terminaría aquí. Convidamos a Eduardo y Lucho a que compartiéramos como despedida un asado en las Termas de Fiambalá. Les pareció muy atinado; hicimos las compras, incluido un vinito patero de la zona y a prender el fuego........
La difícil tarea de prender el fuego, provocó mucha sed en los comensales que luego de un par de horas de charla amena, buen asado y bastante regadito con el patero, tipo 1 de la madrugada como para relajarnos del todo, nos dimos un chapuzón en las piletas con el agua a 30°C.
Espectacular, este lugar es muy bonito y placentero, el río nace en la montaña aproximadamente a 39°C y desciende por una quebrada bien cerrada por montañas de piedra con piletas de distinta temperatura. En cada una va disminuyendo 1 grado. Imagínense el lugar, pileta en piedra, las paredes de la quebrada bien altas y el cielo diáfano con miles de estrellas. Cuando tengan oportunidad, no duden en llegarse hasta aquí, les va a encantar.
Ahora si, por problemas de equilibrio, termina este tercer día de nuestra aventura. (segundo y casi último en compañía de Viajeros) Recorrimos solo 205 kilómetros; no se de ustedes, pero yo, me divertí mucho y aprovecho la oportunidad para dejar sentado aquí que haber conocido a Eduardo y Lucho, (El Conejo Negro) es una de las cosas que hace muy feliz a mi vida.
Gracias Viajeros. Aquí desde Córdoba, a Paola y a mi, siempre nos es muy grato recordaros.
Hasta aquí llegamos por ahora... El siguiente día fue solo de enlace hacia la zona de Pismanta en San Juan, así que lo relataré como introducción del quinto día de nuestro viaje total.
Jaimito
Setiembre del 2002
Córdoba – Arg.
Jaimito y Paola continuaron hacia el sur y tienen mucho mas para contarnos... Alguna vez será
No obstante eso, en octubre de 2002 fueron al Volcán Galán y nos mandaron estas fotos y narración
Jaimito tiene mucha información para ayudar a quienes gustan de estos viajes de aventura, me pidió que publicara su dirección de correo electrónico.
Si quieren contactarse con el...
jaimito51@yahoo.com.ar
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