Ya llegábamos al encuentro de Federico que estaba, a todo esto, colgado de otra piedra esperando nuestro auxilio. No iba a ser tan fácil.

Mientras tanto en un cruce de río yo pego contra una piedra con tanta mala suerte que la golpeo con la barra larga de dirección. Cuando veo el estado de la chata me quise matar, pensé en dejar la chata ahí mismo y bajar a pata, no quería más.
Después de putear un rato y gracias al aliento de Piri a quien quiero reconocer especialmente en este momento, nos pusimos a reparar la chata. Cinco horas demandó esta tarea, dormimos como pudimos y un nuevo día nos esperaba.

Jueves 27

De vuelta a la civilización y sorpresa en Cafayate

Con la mira puesta en un hotel, en una cena con vajilla y manteles nos volvimos a poner en marcha ahora guiados por Javier, campeón mundial de levantamiento de piedras.
Alcanzamos rápidamente la posición de Federico y tras liberarlo apuntamos al verdadero puesto Compuel.
Lo vimos, lo alcanzamos y el "Paso del Colifa" se había logrado.

El sueño de Path se materializó con nosotros como protagonistas, a fuerza de voluntad y de espíritu de grupo.

¡Misión cumplida!

La bajada desde Compuel que demandó casi 6 horas parecía interminable.
Las piedras propias del camino como las puestas por la gente de la estancia para protegerlo de las lluvias hacían nuestra marcha lenta; además cada curva nos ponía de cara a precipicios donde los cardones de 5 metros parecían bonsai recién brotados, ni hablar de nuestra propia fatiga.

Así alcanzamos el casco de la estancia Gualfin donde nos esperaba su encargado ( Jorge Fabián) con una mezcla de sorpresa y emoción.
Resulta que el camino fue hecho hace dos generaciones por la familia Rodó dueña de las tierras como vía de comunicación con Compuel, mantenido desde entonces por el personal.

Bueno, ya estábamos en ruta felices y contentos.

Al llegar a Angastaco decidimos seguir a Cafayate en busca de acercarnos un poco más (era temprano) y para encontrar mejores servicios.

Es entonces cuando recibimos un llamado de Gregorio y Eduardo.
¡Los pibes no sólo habían sacado a Carlos de Colifalla sino que pegaron toda la vuelta para encontrarnos!
¡Ídolos!
Así nos reunimos finalmente en Cafayate, cenamos, brindamos, y nos quedamos de sobremesa no recuerdo hasta que hora.

Esto fue lo que vivimos...

... Semana anterior a la salida... Decido viajar a pesar de la costilla fisurada y el médico que me miraba pensando que clase de locura seria la mía. (No nos conoce).

Como siempre ocurre (por lo menos en mi caso) a la hora de la partida te falta todo, así que a moverse rápido para poder ponerse en marcha.

Parto furioso, (o no salía mas), junto a Zapallo a las 17.30 hs de BsAs y paro a dormir en Rafaela. Al día siguiente elijo la vía de Tafi del Valle (algo mas pesada pero muy linda) ya que venia con tiempo sobrado debido a que la otra banda arrancaba para el puesto Compuel recién el martes a la mañana.

Pues bien, parto no muy temprano de Cafayate para Angastaco. Almuerzo ahí, repongo combustible (ultima oportunidad) y arranco para Gualfin (no Hualfin, presumo que es por el río). - Un muy lindo camino por donde en algunos trechos se puede transcurrir bien ligero y luego de pasar por un aeródromo que casi confundo con la construcción de una autopista, propiedad de la finca Amaicha, llego al casco de la finca (Estancia).

Ahí me encuentro con Jorge (capataz del lugar) que estaba cargando hacienda, ya que en la zona hace rato que no llueve y la traspasan a lugares con mejores pastos.-
Sus primeras palabras fueron:

• "No Don, ej imposible, ya se volvieron dos agrupaciones de 4x4 una de cómo diez chatas y otra de dos"........... ¿??

Mientras cargaban el camión aprovecho para charlar con un paisano de ahí ( Javier) y arreglo salir con él en mula a las 3 de la mañana como para llegar a las 10.00 hs, tiempo suficiente como para empezar a modular con el otro grupo que venían del volcán.

Cuando terminan con la hacienda se me acerca el encargado y charlando acepta dejarme ver el comienzo del trayecto, siempre y cuando me acompañe una persona . ¡Don José!.
En el tramo que hago para ver el camino, veo que la dificultad que había imposibilitado el paso de esos dos grupos anteriores, es que habían atravesado la senda con piedras para que la lluvia que cae del cerro no les "lave" el camino.
Me cuenta el hombre que en realidad estaba ahí de paso a dejar sus nietos en la escuelita, pero que su verdadero hogar era en el valle de Compuel y que al día siguiente iba a volver con varias mulas llevando las "provistas" para su familia, y que además, ¡nació en ese lugar!.-

Fue entonces que arreglé con el primer baquiano que saliera un par de horas antes que yo y que me esperara en Compuel (el verdadero puesto) con un par de mulas y arranco silbando bajito a las 7.45hs.

Fernando la rpmqtp. ¡Otra que rock´n roll! ....
Creo que nunca mas habría que mandar a nadie solo por ese camino.
Una vez que estás en ese camino de cornisa no hay retorno (a menos que te quieras volver marcha atrás tardando dos días).
En ese tramo demore 4 1/2 hs hasta que module con el Polaco y recién estaba llegando al Abra de Compuel, y ya se veía el valle.
En este tramo me llevé el récord de apertura y bajada de la camioneta para mover piedras.
Debo haberlo hecho como 50 veces, sin contar con una roca que se había caído el día anterior justo a la mitad del camino y aunque intente pasarla por el costado (del lado del precipicio) tuve que correrla por lo menos 30 cms a fuerza de criquet, hacia el lado de la montaña tardando aproximadamente 1 hora. Con lo cual ya me daba cuenta que no llegaba a destino en el tiempo pactado.- (Era bastante pasado el mediodía).
Por suerte ¡El milagro!
El Polaco que empieza a modular .
Creo que fue la primera luz de esperanza en ambas partes.

Pido su posición por radio y me di cuenta que estaban a apenas 20 kms en línea recta a las 3 en el cursor de mi gps.
- Pues bien, a meterle rosca.
Llego al valle finalmente y me encuentro con el baquiano. Me doy cuenta que venia mas rápido que yo, ya que me demoraba mucho esquivando la abundante "Tola" (arbusto característico de la montaña).
Primer medida de urgencia: Dejo la chata en la mitad del valle de Compuel (ya que es como una herradura) y me subo a mi mula dotado de abrigo, gps y radio, dejando a mi inigualable compañero de viaje Zapallo con la chata orientada de trompa al este de manera que no se cocinara a la hora de mucho sol.-

Ahí es como, entre el avance de los muchachos y el mío, luego de preguntarles nuevamente su waypoint, me doy cuenta (y con la ayuda e información del baquiano) que en realidad estaba avanzando hacia el puesto de Don José y no el puesto Compuel como se creía, con lo cual si el baquiano me esperaba en el puesto Compuel y no en lo de Don José, ¡no nos íbamos a encontrar jamas!
El verdadero Pto. Compuel estaba detrás de una sierrita que hay en el valle.

Hasta ese momento estaban los muchachos a 10 kms (siempre en línea recta) de los cuales 5 km era lo que me faltaba para llegar a lo de Don José.-

Llegué a lomo de mula como a las 6 de la tarde si no recuerdo mal.
¡Gente!
Allí estaban ellos: Piri, el Polaco, Paola, Pierre y "Pancho".
Fue, además, mi primer contacto físico del famoso y archiconocido ¡Paso del Colifa!.
- Una gran alegría.

Me invitaron a dormir con ellos.
Me di cuenta que, al margen de la camaradería demostrada, la continuación de viaje peligraba seriamente por la "palma" y la desazón generada por el hecho de toda la "puna" que se venían bancando, sumado al trabajo vano de bajar por el lugar que lo estaban intentando.
Para colmo, les confirmo, habiendo hecho el trayecto inverso, desde abajo hasta allí a lomo de mula, que esa via era impracticable para los vehículos.

Al día siguiente ya con Don José y Javier la cosa comienza a tener otro color.
Ambos "coqueándose" a lo pavote insisten con que "si se puede", pero deberán cambiar de bajada. (Esto implicaba, volver a subir casi hasta la divisoria de aguas e intentar por otra ruta).

Es entonces cuando el grupo del Galán observa que no pierden nada ya que parte del trayecto, si bien es en subida, queda por el rumbo que debían hacer hacia la salida por donde se habían tirado.
Planteado esto, Don José se sube a la chata de Piri y yo me subo a la mula nuevamente y me voy con el baquiano sierra arriba para cortar camino y comprobar que no estaban hablando pavadas.

Cuando llego arriba, me encuentro con una bajada que, hasta ahí, era como una autopista. Habría que ver que es lo que me encontraba ahora, yendo hacia abajo.
Fue así que empece a bajar hasta donde se juntan la dos montañas para ver que nos deparaba el río.
Cuando empezó nuevamente el sector de piedras y probables inconvenientes, comencé a armar "puertas" con waypoints hasta que los muchachos aparecieran en la punta de la misma y poder pasárselos.

En un momento lo veo a Piri que para, bien arriba, y escucho que modula con el Polaco que había tenido algún inconveniente y desaparece nuevamente.
Después me entere que estuvieron como un par de horas hasta resolverlo.-

Para entonces y de tanto modular infructuosamente ¡me quedo sin batería!.
Ahí es cuando decido llevarme todas las "puertas" posibles y ya cerca del Puesto Don José, lo dejo "de seña" al baquiano
Me voy buscar mi chata al valle de Compuel y a rescatar a Zapallo que llevaba unas cuantas horas solo, por lo que ípeligraba la integridad interior de la chata!.

Llegue hasta la camioneta y lo primero que hago es desensillar la mula (vuelve sola para la "querencia"), subo los aperos a la chata, le doy de comer y beber a mi navegante, llamo a "mi vieja Sandro" (con TE satelital para que le avisara a Gregorio y Eduardo que el grupo que habían tenido que abandonar forzadamente estaba bien).
Empiezo a modular con el equipo base instalado en la chata.
Para entonces estos animales (Piri-Polaco) ya se habían aproximado tanto que habían cruzado todas las "puertas" que yo había marcado, menos una.
Dije para mis adentros ¡Fiesta! ¡Ya casi están abajo!

¡Minga! Recien empezaba el baile!!!

Comencé a rumbear hacia ellos a la módica velocidad de 5kms/h (1 km/h mas que la media de una mula), esquivando "tola" y cruzando arroyos. Siempre apuntando hacia donde estaban ellos, hasta que finalmente, mientras me encontraba tratando de "descolgar" mi camioneta de arriba de una piedra que me tenia sujeto del diferencial trasero y otra del soporte de amortiguador y ya entrada la noche, al pedirles la nueva coordenada, me entero que estábamos a 1.200 mts de dis tancia.

Decidí armar mi campamento ahí mismo, para, con la luces del día siguiente, poder seguir, descansado, la tarea de poner nuevamente la chata en pistas.
Y... oh!! Grata sorpresa!! Al rato me modulan desde su campamento avisando que venían a visitarme Paola, Pierre y el baquiano.
Rápidamente hice fuego, calenté agua para el mate y los convide con unos ricos "amarguitos" a la luz de las estrellas.
¡Que linda visita!.
Les aseguro que estabamos como en nuestra propia casa.-

Al día siguiente y con unas ganas de quedarme unos días por ahí vagoneteando, arranca el grupo de arriba y llegan hasta donde estoy yo desarmando el campamento.
Se baja el Polaco con tremendo hi lift y en 10 minutos me "descuelga" de la piedra produciéndose el segundo encuentro grupal del paso.
Luego de alcanzarlos por donde estaban bajando, se produce el último y formal encuentro de todas las chatas, lo que significaba para ellos: ¡Salida asegurada!.