Habíamos recorrido poco mas de 16 Km. desde Iruya y estábamos a 1932 msnm, descendimos un total de 818 metros, representando esta cifra una pendiente de 5,1%, valor muy significativo para un río de montaña. ¿Será esta gran pendiente de su cauce una de las causas de los grandes problemas que ocasiona el río Iruya aguas abajo?
Estábamos internándonos poco a poco en un nuevo territorio argentino. Mucho se ha hablado en nuestro país de la "Sistematización del Bermejo" y de los problemas que la "Alta cuenca del río Bermejo" provoca sobre el resto del país. Aquí estamos, transitando uno de los ríos de esta cuenca y parte de esta zona conflictiva. El Iruya está considerado unos de los principales ríos de Sudamérica en cuanto a la carga de sólidos que transporta. El desplazamiento de esta gran carga de sólidos en estado plástico que pareciera tener vida propia, provoca el fenómeno que los lugareños llaman "el volcán" y no son pocos los condicionamientos que el mismo provoca en sus vidas.
Esta gran masa de sólidos constituida de agua, barro y piedras que transportan los afluentes del Iruya al desembocar en este, provocan conos de deyección (si es que podemos asimilar este término geológico) que en muchos casos tapona el río principal construyendo un dique natural con su correspondiente embalse de agua. Mientras el embalse queda formado el tránsito por la playa del río queda interrumpido obligando a los habitantes a realizar amplios rodeos por encima de los cerros a los efectos de sortear este fenómeno. Posteriormente cuando el río principal crece trayendo su propia crecida y su propio volcán, rompe este dique restableciendo el escurrimiento normal del río. Cuando estos aluviones pasan es necesario esperar varios días hasta que esa masa informe de piedra y barro endurece. Cualquiera que intente cruzarlo en esas condiciones corre el riesgo de quedar atrapado. Le temen hombres y animales por igual, habiéndose ya cobrado algunas imprudentes víctimas.
Ensillamos nuestros animales y dimos una última incursión por este particular pueblo de montaña. Cerca del cementerio y escondido bajo una gran higuera encontramos un molino construido por una enorme laja con una gran piedra a manera de "mano" de moler que a los efectos de poder ser manejada tiene atada con alambre una gran horqueta de madera. En él los lugareños muelen el grano especialmente de maíz para preparar harina y así coser las ricas tortas que preparan, también para elaborar la chicha, única bebida alcohólica que circula por la zona. Observamos que no es el único molino, en el patio de varias viviendas es un instrumento que no falta. Sin duda el tiempo en estos lugares no ha transcurrido, las costumbres siguen siendo tan ancestrales como entonces.