TERMAS del Volcán DOMUYO...
Mas allá de la Cordillera del Viento

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A la mañana siguiente nos levantamos temprano y luego de un buen desayuno emprendimos viaje hacia el norte, por un valle entre la cordillera de los Andes y la Cordillera del Viento, a la que pertenece el Volcán Domuyo.
Nuestro primer destino eran las Lagunas de Epulafquen, girando hacia el Oeste, cerca del límite con Chile.

Vamos bordeando las nacientes del río Neuquén y pasamos por Los Carrizo, un poblado.
Para llegar a el hay que dejar el vehículo de este lado del río y cruzar por aquella pasarela colgante que apenas se divisa en la fotografía.

 Así llegamos al Área Natural Protegida - Reserva Turística Forestal
"LAS LAGUNAS" (Son las Lagunas de Epulafquen). Detrás podemos observar los picos nevados de la Cordillera de los Andes.

El "bondi" (CASA-MOTOR) se portó muy bién.


Acá lo vemos luego de cruzar un endeble puente sobre  
el arroyo Pincheira.   Pincheira era un bravo cacique de la zona.


Ya estamos viendo una de las lagunas. Aquellos filos del fondo nos separan de Chile, mas acá, en la parte obscura se divisa una pequeña cascada. Almorzamos allí, debajo de unos árboles a la orilla de la laguna (el lugar está muy limpio, bien cuidado y hasta hay mesitas).

Después del almuerzo se nos ocurrió ir caminando hasta la cascada, unos 6000 metros, para "bajar la comida". El camino se tornó de lo mas dificultoso, tuvimos que vadear varios arroyos, subir varias cuestitas y para colmo de males se nos hacía tarde, se largó a llover y un caudaloso arroyo de mas de 12 metros de ancho y un metro de profundidad nos cortó el paso. Tuvimos que volver. Pero el paisaje que disfrutamos, caminando en ese tupido bosque (no común de este lado de la cordillera en esas latitudes) fue espectacular.

Volvimos hacia el este, al camino principal, pasamos por Las Ovejas, y tomamos hacia el norte. Llegamos casi de noche a Varvarco y allí estrenamos un hermoso camping en ese pequeño, limpio y agradable pueblito de 150 habitantes. Cenamos pizzas al horno preparadas en la cocina del colectivo por Héctor, convertido en el "maestro cocinero" de la expedición.

(Para los que se animen a ir por aquellos lares les contamos que en Varvarco han construido unas hermosas y perfectamente equipadas cabañas en el "Camping Municipal". Precios módicos)