Parque Caballero y Saltos del Moconá
La selva virgen de Misiones

Diario de viaje
Página 3

11 de Octubre de 2001

El camino fue espectacular, sube y baja infinidad de veces por aquella serranía cubierta de selva.

A eso de las cinco y media de la tarde...
Lo que nos temíamos...
Llegamos al arroyo Yabotí y vimos como las aguas crecidas del Río Uruguay habían "remontado" el Yabotí y cubrian el puente.
El nivel estaba 2 mts. sobre la calzada.
Imposible continuar.


QUE DECEPCIÓN !!! Estábamos a solo 4000 metros del Moconá

Allí nos quedamos por un rato.
El agua parecía estar bajando.

En la desesperación por confirmar si realmente era imposible seguir avanzando, me quito toda la ropa y comienzo a caminar hacia el puente.
No había hecho un tercio del recorrido y el agua ya me llegaba al pecho.

Nos quedamos allí una hora mas esperando un milagro.
En esa hora descubrimos que el agua había bajado unos 10 centímetros.

- Fenómeno, son casi las siete de la tarde, hacemos noche aquí y mañana seguro que podemos pasar.

- Mmmm..., no sé. Además andamos un poco escasos de tiempo. Mañana si o sí tenemos que comenzar el regreso a Buenos Aires.

Lo charlamos un poco y quedó decidido. Pasaríamos la noche allí a esperar que bajen las aguas.

Alguien recuerda que en el camino vió un cartel acerca de una estancia o refugio que brindaba alojamiento.
Dijo que era por ahí cerca.
Desandamos un poco de camino y hallamos el sendero que nos lleva a "Refugio Moconá".


Allí encontramos, camping, baños, duchas, un hermoso quincho y !!camas!!.
Nos decidimos por ducha, quincho y camas.

Esa noche, despues de la cena nos fuimos caminando en la obscuridad por unos senderos en la selva y descubrimos que el enorme predio llegaba hasta las orillas del Yabotí.
En la penumbra oíamos correr sus aguas hacia el río Uruguay.
Continuaba bajando.

De cualquier manera las cuentas no cerraban.
Si había bajado 10 cm, en una hora, hasta las ocho de la mañana del otro día bajaría un metro o un metro veinte. Faltaba mucho para los dos metros que pasaban por sobre el puente.

12 de Octubre de 2001

Nos levantamos temprano, desayunamos e hicimos como si no nos importara la hora.
En realidad todos estábamos desesperados por ir a ver si el Yabotí había bajado lo suficiente como para dejarnos pasar.

Para disimular, nos hicimos un paseíto a pié hasta una hermosa cascada que quedaba por ahí no mas.

Lleva el nombre de un guardaparque que murió ahogado en el Yabotí cuando se diera vuelta su canoa.
Lamento mucho no haber tomado nota de su nombre. Ya no lo recuerdo.


La luz del sol marca sus rayos en la niebla de la selva.

 

Bueno. Ya son mas de las diez así que vamos. A suerte o verdad.

Subimos a las camionetas y...
A recorrer los pocos kilómetros que nos separan de nuestro destino...
(¿Moconá? o ¿Puente sobre el Yabotí?)
 


Ahí lo tienen. Es el puente sobre el arroyo Yabotí.
A la izquierda, como lo encontré en 1982. A la derecha... ahora (12/10/01 a las 11 Hs)

Y lo peor que el agua había dejado de bajar.
El guardaparque (que también se había quedado de este lado) estimó que habría unos 70 cm de agua sobre la calzada, pero que la corriente era muy peligrosa, podría arrastrar tranquilamente las camionetas de ese puente sin barandas.
Además, con este nivel, nos dice, los Saltos estan como cuatro metros bajo las aguas.
No verán nada.

Esto último nos terminó de convencer, ya no teníamos mas nada que hacer allí (esperar que el río Uruguay bajara seis u ocho metros podía demorar un mes o más).
Comienza el regreso.

Antes les mostramos una foto de lo que no vimos.


Ahí los tienen.
Los Saltos del Moconá (gentileza de Refugio Moconá)
Una mitad del río cae sobre la otra mitad mas baja. Esto se extiende por espacio de unos tres kilómetros.


Otra toma desde otro ángulo.
FOTO: Gelson Pereira

Antes de irnos definitivamente, pasamos por el puesto de Gendarmería que se encuentra en la desembocadura del Yabotí sobre el Uruguay.

Nos atendieron muy deferentemente.
Charlamos un rato con ellos. Nos contaron que era una crecida importante la que había sufrido el río Uruguay y nos confirmaron que para que los saltos quedaran al descubierto nuevamente, podían pasar varias semanas.


De pronto llega una lancha con unos pescadores, uno de ellos se había producido una cortadura en el pié.
Allí están los gendarmes para ayudar, practicándole los primeros auxilios.

 

Decidimos volver por un camino precario que baja junto a las costas del río Uruguay.
Buscábamos una escuelita donde dejar unas donaciones que llevábamos.


Vimos hermosas cascadas.

 


Primitivos medios de transporte.


Y la sonrisa de los niños agradecidos.

MORALEJA:
Antes de "rumbiar" para el Moconá; Averiguar el nivel del Río Alto Uruguay y la posibilidad de lluvias en el sur de Brasil.

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