La primera vez que anduvimos por aquellos lares fue en 1992, en septiembre, íbamos tres de los integrantes de Viajeros en el R12.
La nieve recién caida de una tardía nevada no nos dejó avanzar mucho mas allá del Complejo Las Leñas.
Apenas unos 4 Km y el camino se puso imposible.
Para más estaba nevando en ese preciso instante, lo que hacía peligroso internarse mucho mas.

La segunda vez fuí con mi esposa en un Ford Escort Coupé (con muy poco despeje del piso), sin embargo llegamos sin ningún inconveniente hasta las lagunas del Valle Hermoso.
Era Marzo del 2000.

La tercera vez, fuimos con "Lucho" y nuestras respectivas esposas en una Lada Niva y un Fiat Uno.
Nos metimos un poco por el camino hacia el Paso de las Damas hasta que una gran grieta nos detuvo.
Volvimos al camino principal y llegamos nuevamente hasta las lagunas del Valle Hermoso.
Ya había caído la primer nevada, era Abril del 2002, sin embargo el camino estaba transitable.

Cada vez que íbamos por aquellas Lagunas, una inquietud nos carcomía el cerebro.

¿Qué habrá más allá?

Se veía que el valle se extendía hacia el Oeste, hacia unas lejanas montañas.
Una senda iba para aquel lado, pero ya, a poco de pasar las lagunas, un profundo vado imponía respeto, fundamentalmente a los autos.
Pero, pensamos, ya miraremos bien los mapas y volveremos en camionetas para poder pasar con tranquilidad estos arroyos.

Así fue que, este año de 2003, mes de marzo, nos decidimos y, en un viaje familiar, nuevamente junto con Lucho (ConejoNegro) y esposas, trataremos de develar la incógnita.
Ya revisamos todos los mapas.
Ya preguntamos a todos los que pudimos sobre el tema.
Lucho cambió su Fiat Uno por una Ford F100 doble cabina.

El xx de marzo, estábamos recorriendo por cuarta vez aquel hermoso camino que conduce desde el Valle de las Leñas hacia el Valle Hermoso.

Las últimas nieves continúan su lento proceso de "volver a ser agua".
Acá han formado un gran túnel del que nace un arroyo.

Nos metemos por el hermoso caminito que enfila hacia el Paso de las Damas.

En el mismo lugar, la misma grieta dice "basta".

Acá un grupo de chilenos trasborda la mercadería de su camioneta a las mulas para poder continuar.

Pasar no es absolutamente imposible. Con palas, picos y algunas planchas, en grupo de aventura, se puede lograr.

Como ese no era nuestro objetivo principal, y las mujeres nos miraban con cara de espanto preguntando (y afirmando)...
- ¿No se van a meter por allí, no??
- No, no. Estamos mirando nada mas...

Retomar en aquella angosta senda no fue tarea fácil.
Esquivar, pegados a la montaña, las grietas longitudinales que ya habíamos pasado, tampoco.

Sin embargo, en poco más de 40 minutos ya teníamos a la vista el Valle y sus Lagunas.

Nos detuvimos a almorzar en aquella paz, que invita a armar campamento allí mismo, para disfrutar ese privilegiado paisaje.

A eso de las dos y media de la tarde, continuamos...

El vado que nos detuvo el año pasado, no es tan profundo.

Sin embargo hubiera sido suficiente para inundar al Fiat Uno.

La senda discurre ahora por un ancho valle muy bonito.

A nuestra izquierda vemos como el Río Tordillo se "desparrama" en mil brazos que rodean otras tantas islas.

Continuamos avanzando.
En el GPS (geoposicionador satelital) habíamos marcado algunos puntos de referencia, tomados de la Carta topográfica 1:250.000 del IGM y (por suerte) los íbamos ubicando uno a uno.

Por momentos el sendero se veía con marcas de haber sido transitado.

Ese perfecto camino se va desdibujando poco a poco.
En un breve lapso nos damos cuenta que estamos transitando sobre terreno virgen.

Seguimos avanzando. Ahora tenemos que trepar una pronunciada lomada, esquivando piedras.
Caemos en un campo plagado de pozos y matas de pasto que forman duros montículos que sacuden las camionetas poniendo a prueba su sistema de suspensión/amortiguación.

El "Tordillo" avanza caudaloso y profundo.

Para nuestro desagrado vemos que el valle se angosta y el río apunta hacia unos paredones de roca.

- Mmmm... creo que alguien nos habló algo de una pared de roca...

Allá estamos, muy pequeños en la lejanía.

El río se escurre por entre aquellas paredes.
¿Podremos hallar una salida?
Me interné buscando el derrotero, me encuentro en el medio de la foto, justo debajo del perfil vertical de la margen izquierda del río.
Un poco mas atrás, la otra camioneta.

Fuí saltando de isla en isla y allá quedé atrapado como en un callejón sin salida.
Adelante de mi el caudaloso Río Tordillo me cierra el paso.
Deberemos retroceder.

Buscamos la posibilidad de vadearlo aguas arriba, pero era imposible.
Se debería llevar algún tipo de balsa inflable para poder cruzar estos cauces caudalosos.

Ya era tarde.
"Pintaba" que iba a ser una espléndida noche, aunque un poco fría.

La luna ya había salido y se lucía sobre el Cerro Torrecillas

Busquemos un lugar protegido para armar campamento.

- Esta noche dormiremos acá Y EN CARPA!!!  El paisaje lo vale.

A la mañana siguiente nos despertó un sol fulgurante.
En poco tiempo el temómetro abandonó los cero grados que marcó durante toda la noche.

Decidimos probar todas las variantes.
Nos metimos por cuanta quebrada y lecho de río econtramos.