Me había llamado esa mañana Nico Hufmann para avisarme que la travesía por la zona selvática de Bolivia, la Chiquitanía de las misiones jesuíticas, se abortaba.
Los problemas sindicales de Bolivia, los piquetes y la defección de cuatro de los participantes habían precipitado la decisión.
Un nuevo llamado, esta vez de Matías (Matute) Godio, eximio parapentista y, a su vez, mi excelente copiloto de la Travesía del Pajarraco "I", me pone en órbita nuevamente.
Habiendo planificado acompañar a "El Colo" Gustavo Hartingh en su Travesía guiada a Machu Picchu, Matute se quedó sin acompañante a pocos días de la partida. Llamaba con la esperanza de que le contestara afirmativamente a su propuesta de ser su copiloto.
Casi no lo podía creer cuando le cuento que justamente me habían quedado esos 15 días libres de la travesía abortada a Bolivia y que por lo tanto "acepto de mil amores" su "indecente propuesta".
Así quedó fijado que, a cambio de la gentileza del Colo de hacer reservas de hoteles, aviones y tren a Machu Picchu, colaboraríamos cuidando la retaguardia de la extensa caravana de nueve camionetas, guiando y acompañando a quien debiera retrasarse por cualquier razón.
También nos reservábamos el derecho de hacernos pequeñas "escapadas" fuera de programa. La amistad que nos une nos permite estas licencias.
Contaré y mostraré más de esas disgresiones que del programa principal, del que ya ha escrito y mostrado fotos Gustavo.