Eran las 19:40 cuando nos reunimos con el Chinchorro y nos pusimos en marcha nuevamente.
El tiempo nos apuraba, debíamos llegar hasta la RN40, a unas dos horas de allí y remontar por ella hacia el norte hasta Cusi-Cusi, donde habíamos averiguado que podrían facilitarnos 5 camas y algún espacio en la municipalidad para armar las bolsas de dormir.
Se desató una loca carrera para llegar primero y ocupar las camas que nuestros cuerpos extrañaban luego de tres noches de dormir sentados, embolsados y con 15 grados bajo cero...
No, a decir verdad, las camas las sortearíamos... (al mejor postor, ja, ja, ja.).
Lo concreto es que, fieles a nuestro precepto de no hacer las cosas fáciles si las podemos hacer difíciles, decidimos no ir directamente a la RN40 sino por una senda que se desviaba para pasar por un ignoto paraje denominado Lagunillas.
Así fuimos dejando al costado del camino, hermosas lagunas como la Pululos, isla grande, Isla chica y otras sin nombre y esquivando gigantescos volcanes como el Salle (5.751m), y el gran conglomerado que forman el Sipisami, Toma, Quebrada Honda y Campanario (todos de más de 5.300 metros).
Finalmente llegamos a los pies del monarca de la regíon. El gigantesco Volcán Granada.
Luce como un emperador sentado en su trono con su extensa capa de lava desparramandose displicentemente en su derredor.
Le apuntábamos a el por una precaria huella y a pesar de nuestro avance el parecía pemanecer siempre a la misma distancia, tal es su grandiosidad.
Finalmente abandonamos la precaria huella para tomar otra aún más precaria que lo rodea por el Oeste, con rumbo norte, buscando Lagunillas.
A pesar que anochecía muy tarde, el sol ya se estaba poniendo cuando vemos una bifurcación no prevista. Tomamos por la derecha, pero la rama que iba por la izquierda trepando la ladera de la montaña también me gustaba.
Le pido a Denis que venía cerrando, si se animaba a tomar por ella ya que ambas aparentaban unirse nuevamente unos kilómetros más adelante.
Craso error. Mala hora para hacer experimentos.
Mientras nosotros descendíamos, la huella que había tomado Denis subía más y más por esa cornisa abandonada.
La ancha TLC apenas cabía entre la pared de la montaña y el borde del precipicio. Para más las piedras que se habían acumulado en el interior de la huella, contra la montaña provocaba una peligrosa inclinación hacia el vacío.
Sin embargo Denis seguía avanzando (tampoco podía retroceder).
Quienes íbamos por abajo llegamos a otra bifurcación donde cruzaba una muy desdibujada huella que venía de Lagunillas con supuesto destino RN40 (hacia el este). Suponíamos que Denis también debería cruzarse con ella más arriba y era esa huella la que lo traería de regreso al redil.
Se lo notaba preocupado por la radio. Nos dá su posición y le certificamos que en dos kilómetros encontrará la huella "Lagunillas/RN40". Así ocurrió. Giró hacia el este para acercarse a nosotros. Comenzó una pronunciada bajada hacia una quebrada que se interponía entre el y el resto del grupo y... llegó la mala noticia.
Un derrumbe fenomenal se había llevado gran parte de la huella y era imposible para el continuar avanzando... Y, si Denis lo dice, les aseguro que debía ser verdaderamente imposible.
¡ Que gran c.. macana !!
Para más la continuación de la huella que se dirigía hacia la RN40 no daba signos de haber sido transitada por largo tiempo. Solo huellas de animales eran visibles.
La Vitara con solo 4 litros de nafta en el tanque estaba casi imposibilitada de desandar todo el rodeo del Vn Granada, ir a la 40 por Mina Pirquitas, de allí a Cusi-Cusi y menos llegar a la Quiaca,donde había surtidor.
La única alternativa válida era que esa huella que teníamos delante llegara si o si a la 40, de allí a Cusi-Cusi y "manguear" combustible a algun poblador con vehículo naftero.
Solución:
- Bueno, ustedes se quedan acá esperando que Denis desande el camino. Yo me voy con Flavio a investigar hasta dónde llega esta huella. Ale nos sigue por unos kilómetros para hacer QSP radial (enlace/puente), con ustedes. Si vemos el camino expedito, damos la voz de "áura"! y se mandan todos. Caso contrario, sin despediciar combustible regresaremos todos hacia Mina Pirquitas y nos encomendaremos al todopoderoso.
Así lo hicimos. Mientras Denis deshacía el camino cual Penélope su tejido, nosotros avanzábamos muy lentemente en la penumbra por esa huella abandonada con profundas grietas y derrumbes.
Los 16 Km que nos separaban de la RN40 los pudimos hacer en poco más de dos horas, pero LOS PUDIMOS HACER !!
Fuimos dando aviso a quienes esperaban buenas nuevas y así la caravana toda se puso en marcha en total obscuridad.
Luego me enteré que una de las grietas se quiso llevar la camineta de Ale, que quedó colgando en tres ruedas sin que el copi pudiese bajar a dar indicaciones ya que su puerta abría al vacío !
En resumidas cuentas, a las 23:30 horas del Este (22:30 para ellos -por suerte-) arribamos a Cusi-Cusí, conversaciones con el delegado municipal y con el cacique de la comunidad colla hicieron que consiguiésemos las 5 camas y 3 lugares para bolsas de dormir. No fue necesario el sorteo pues surguieron espontáneamente 3 voluntarios que prefirieron dormir en sus bolsas (no quiero ser mal pensado pero me parece que les temían a las vinchucas ;o) ).
Conseguimos cena caliente... y cerveza... (tambien caliente), pero no importaba, habíamos regresado transitoriamente a la civilización.