Trepando el Vn Zapaleri y relevando pasos cordilleranos
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Argentina (Jujuy) - Chile y Bolivia

- DÍA 3 -

  Viene de...  

Para fotos más grandes intente acá          


Foto: Carlos Lucchini
El Volcán Tinte.


La zona de la travesía.
Ahora buscaríamos cruzar en vehículos por los Pasos Tinte y Conejo Negro
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La mañana continuó con malas nuevas (de esas malas nuevas que nos dan material para estar escribiendo esto).

Las gasolearas humeaban mal y sin parar desde las 6 de la mañana.

La de Ale solo regulaba, se negaba a acelerar y el humo blanco daba la impresión de un pistón pinchado, aunque sabíamos que era todo provocado por el frío sobre el combustible.

La Vitarita se negó nuevamente a arrancar, a pesar que en esta oportunidad Lucho se encargó de cumplir al pié de la letra el ceremonial de 1/2 acelerador, 5/8 de ventanilla, 15/16 de cebador y embrague a fondo. Nada.

Ni una miserable explosión.

La batería rápidamente dio señales de fatiga, castigada por los 15 grados bajos cero.

Este vez fue menester desarmar toda la cañería hasta lograr sacar, a fuerza de matafuegos de CO2 y a contracorriente, una melaza que obstruía el conducto de nafta y no cedía a los vacíos de la bomba.

Rearmamos todo, conectamos mangueras, mangueritas, filtros y abrazaderas y guardamos bolsos, bolsas y herramientas.

Sin batería y a remolque de la TLC de Denis, quien parecía estar remontando un barrilete, la Vitara se puso en marcha a las 11 de aquella soleada y fria mañana.

El destino para ese día era buscar un cruce hacia Argentina por la silleta del paso Tinte y luego regresar a Bolivia, posiblemente por el paso de Vilama.

Para encarar el valle que nos llevaría a campo traviesa hasta el abra del Tinte teníamos que adentrarnos unos kilómetros más en territorio boliviano hacia la depresión de la laguna de nuestro presidente... "Busch" (que por supuesto no es Buch, pero así le quedó). Hubo alguien en la expedición que quizo renombrarla a Laguna Evo, pero no tuvo el más mínimo éxito. George, te pertenecemos y a ti te homenajeamos... ja, ja, ja.

Íbamos por la "XX-5" (inventada por Lucho) rumbo a la laguna de nuestro presidente en la Vitara mal carburada, oliendo a exceso de combustible y gases raros.

De repente.

- Hay olor a nafta Lucho.

- Si, no? A nafta cruda.

- Si, si. Pará que se debe haber soltado alguna manguerita de las que toqueteamos.

Cuando Lucho oprime el pedal de freno para detener a la Vitara, una ola de nafta especial baja por el parabrisas rumbo al vano motor donde la esperaban fierros candentes y chispas de motores eléctricos y bujías.

- ¿Que pasó? !!

El tanque auxiliar de chapa, transplantado de la cherokee a dos barrales sobre el techo de la Vitara, no aguantó el traqueteo con tan poco apoyo y comenzó a derramar sus 65litros de preciado y peligroso combustible.

Qué desesperación. No podíamos perder ni una gota de esa nafta. Era imprescindible para poder completar el ambicioso recorrido alejado de cualquier surtidor y rodeado únicamente de volcanes.

Zafarrancho de combate !!

Mientras uno parado en el estribo, estirando el dedito, intentaba minimizar la pérdida, otros buscábamos la manguera para el traspaso al tanque y a bidones que se habían ido vaciando.

Por supuesto, en ese momento se perdió la junta de goma de la manguera de traspaso y allí apareció Mc Guiver Yarade diseñando una de emergencia con alguna pieza del poderoso arsenal de herramientas, repuestos y electronica con que lastra con 3500Kg a su gigantesca Land Cruisser. (Gracias Flavio pero la juntita ya la encontramos, así que te podés meter tu invento en el .... ). Flavio, te queremos ;o)

Por suerte no más de dos o tres litros de nafta fueron desperdiciados, aunque eso era una enormidad.

Con un tercio del recorrido realizado, la vitara ya se había digerido la mitad del combustible que llevábamos.

Algo me decía que íbamos a tener problemas a futuro !!
 


Reanudamos camino.

Mejor no les cuento cómo andaba el Conejo Negro.

Si sumamos el tema de las fotos y videos perdidos, la camioneta que no arracaba y nos hacía sudar tres horas por mañana, el tanque auxiliar roto y el excesivo consumo de combustible de la Vitara (22 L /100Km) más la posibilidad de quedar tirados allí a dos tercios del recorrido sin carburante (no podíamos confiar en quienes nos acompañaban porque eran chicos muy malos), daba un resultado que tenía a Lucho sumido entre la bronca y la desesperación...

Al rato los hermosos paisajes que pasaban por las ventanillas lo hicieron olvidar de todo hasta que...

- No, por la derecha Lucho.

- No, no, mejor por la izquierda.

- Tomá sacame fotos (me dice estirando la mano por la ventanilla para darme la cámara mientras "negociaba" un traicionero mallín).

Resultado; Vitara enterrada hasta los zócalos en el mallín.

Flavio con malacate para atrás.

Nuevo intento y, vuelta al pozo.

Denis con eslinga para adelante.

Listo, vitara afuera.

- Jorge, por acá es mejor !!

- Yo la veo por acá !!

Resultado: Defe 110 hasta los zócalos en el mallín.

Nuevamente Denis y dos eslingas al rescate.

Flavio y Ale pasaron esta sin problemas.

Buscábamos el espacio entre la vega y la montaña tratando de no enterrarnos nuevamente.

El trámite se hacía dificultoso.

Eran más de las 2 de la tarde. Paramos a comer, reirnos y distendernos.

A las tres seguimos.

Por esa suave quebrada que bajaba desde el abra (4700M) que habíamos cruzado hacía un tiempo, descendía un curso de agua (Río Tinte) alrededor del cual se había formado un extenso mallín.

Repentinamente vemos un rancho abandonado donde menos lo imaginábamos.

Todavía estábamos en territorio boliviano, el límite pasa unos 7Km al sudeste del abra, silleta o divisoria de aguas.

Veníamos circulando por una traza que nos marcaba el GPS nominada "XX-3" por Lucho quien era el padre de aquel invento.

No obstante el invento "nos llevaba por buen camino", estábamos acercándonos a la huella Laguna Vilama/Paso Zapaleri que habíamos relevado el año pasado y cruzaba, según los GPSs a unos 8Kms de allí.

Estábamos en buen camino.

Muy lentamente, por lo deteriorado del terreno seguíamos avanzando

Cruzamos exitosamente algún mallín más, el río Tinte se separó de nosotros con rumbo sur en busca de su encuentro con el río Zapaleri y cuando nos hallábamos a tan solo 100 metros del encuentro con la huella Laguna Vilama/Paso Zapaleri, nos damos cuenta que aquella pasaba por el fondo de una profunda garganta de más de 40 metros !!

- ¿Y cómo bajamos de acá, con estas paredes casi acantiladas?

- Busquemos, busquemos.
 


Así unos por un lado y otros por otro fuimos hallando distintas alternativas, con variado grado de dificultad para reunirnos con la huella que nos sacaría de allí.

Nos gustó la de Denis, con una pequeña variante que nos depositó en el lecho de un tributario transversal seco del Zapaleri que nos condujo hasta sus orillas.

Flavio y Ale se querían tirar por una bajada imposible. Menos mal que los hicimos desistir. Vista de abajo se podía imaginar la cantidad de tumbos que hubiesen dado si intentaban esa variante.

Ya a salvo sobre la huella, en territorio argentino y rumbo a la Laguna Vilama (nuestro previsto lugar de acampe), imprimimos ritmo picante al convoy.

Pasamos velozmente el abra Bonanza de 4.834 msnm y a las seis de la tarde ya estábamos cerca de lo que sería el campamento.

- ¿No es un poco temprano para acampar? pregunta Denis, teniendo en cuenta que con el cambio de hora y la longitud a la que nos hallábamos, el sol se pondría a las 21:00 aproximadamente.

- Y, si.

- ¿Y no hay nada para hacer hasta que anochezca?

- Y, miren, hay una "XX-73" que marcó Conejo Negro sobre un posible paso internacional sin nombre entre el Vn Tinte y el Cerro Negro, pero es muy alta, más de 5000 metros y no hay certeza que podamos salir del otro lado. Es posible que nos agarre la noche...

El asunto es que cuantas más dificultades les mencionaba, más se cebaban los muchachos para "abrir" el Paso "NN".

Quedó decidido, nada de campamento a las orillas de la Laguna. Iríamos a por el paso.

La primera parte fue suave, bordeábamos la laguna por su sector Sudoeste por una ténue huella marcada por algún puestero veranador.

- Ché, esto de "XX" no tiene nada, es una huella bien marcada!

- Paciencia que ya llega muchachos.

Dicho y hecho, luego de pasar por una tapera abandonada la huella desaparecía frente a un zanjón seco que nos separaba de una extensa pampa tapizada de altos coirones y traicioneras piedras.

- ¿Y ahora, para dónde?

- El track que dibujó Lucho es para allá, dando un rodeo a esa loma, pero creo que si tomamos en franco rumbo Oeste acortamos camino, aunque con más pendiente.

Ese camino que "acortaba camino" fue de terror. Los chasis de las camionetas se retorcían como un trapo de piso estrujado en las manos del limpiador.

Los coirones eran altísimos, las piedras se escondían debajo de las matas de pasto a la pesca de un cardán o diferencial distraído, anque algún zócalo descuidado.

No terminaba más. Habrán sido unos 6000 metros que a la módica velocidad de 6Km/h nos insumieron una hora de sol. Ya eran las 19:20.

Nos cruzamos con la traza de la XX-73 que había dibujado Lucho y allí descubrimos nuestro error. Esta, si bien daba un rodeo, venía por el lecho suave y arenoso de un arroyo seco al otro lado de una vega.

Arriba veíamos la silleta, y en la silleta divisábamos una apacheta. Estaba lejos. Lejos y alta, pero el terreno era "amigable".

Aunque tuvimos que cruzar dos o tres veces la vega, no implicó mayor dificultad. Así, lentamente fuimos ascendiendo hacia el abra., ya en territorio boliviano.

A las 19:45 llegamos al punto culminante; 5.050msnm. Una huella de herradura y una apacheta nos indican que no somos los primeros en pasar por allí.

Hacemos religiosamente nuestra ofrenda a la Pacha Mama agregando cada uno una piedra más a la apacheta, en agradecimiento por habernos permitido pasar por allí y procedemos a bautizar oficialmente al paso innominado, como "Paso del Conejo Negro" en honor a quien dibujara la traza tentativa de la huella que nos llevaría allí.

Miro el GPS y hago unas rápidas cuentas.

- Estamos a unos 8.000 metros de darle la vuelta completa al Vn Tinte y montarnos en la huella que esta tarde nos llevó de la Laguna Busch al Paso Tinte. Teniendo en cuenta el promedio que venimos haciendo (6Km/h), justo cuando se ponga el sol estaríamos en ella y podríamos tirarnos hacia la laguna para acampar allí. Les modulo por la radio al resto del grupo.

- Listo, partamos. Contestan a coro.

La bajada era espectacular, suave en superficie y en pendiente nos permitía desarrollar mas de 35Km/h por aquellos lechos secos.

- A este ritmo me parece que llegaremos mucho antes. Me modula Denis.

- Ojalá !!

Pero, nunca está dicha la última palabra.

Recordaba (aunque no quería hacerlo) que cuando planeamos la travesía vimos en las fotos satelitales, enormes mallines al pie del Tinte, una extensión de los que durante la tarde atraparon a la Vitarita de Lucho y al Defe de Jorge.

Lamentablemente allí estaban, se extendían como los dedos de una mano y nosotros estábamos bajando entre el dedo medio y el índice. Si seguíamos en esa dirección íbamos a un callejón sin salida, directo a la zona mas grande y profunda de la vega, de unos 2000 metros de ancho. Debíamos salir sí o sí hacia el Oeste, cruzando el índice, que no era otro que las nacientes del río Tinte.

- Esto está complicado muchachos. Se hace de noche y el terreno es cenagoso, mejor acampemos y probamos mañana con el río helado.

- Dejame hacer una prueba que me tengo fé, me dice Denis.

- Y, bueno, si se tiene fé, haga no más.

Allí salió ese gliptodonte rugiente, bufante y largando humo por los cuatro costados, embalado como boleadora de corcho para quedar entrampado 15 metros más adelante con el agua y el barro en los zócalos.

El sol se había puesto y ya hacía mucho frío, sin embargo Denis se queda en slip para hacer las operaciones para su propio rescate.

Pido un par de botas de goma para poder alcanzarle los ganchos de los malacates que lo sacarán de allí.

Fueron necesarios dos malacates de 9.000 libras y el motor de la TLC para sacarla de esa trampa de barro que la succionaba hacia el centro de la tierra.

- Armemos campamento acá, mañana será otro día y veremos cómo salimos de ésta.
 


Resumen:

Nuevamente costó hacer arrancar a la Vitara.

Camino a laguna Busch se rompe el tanque auxiliar.

Camino al Paso Tinte se encajan en un mallin la Vitara y el Defe.

Reingresamos a Argentina y nos dirigimos a la Laguna Vilama, como era temprano decidimos hacer un recorrido fuera de programa, un paso innominado que bautizamos "Paso del Conejo Negro".

La noche nos coge en Bolivia atrapados en un mallín.
 


Foto: Carlos Lucchini
Amanecimos nuevamente inmersos en el humo de las gasoleras.
Para pantallas 800x600 o enlaces de baja velocidad, intente acá


Foto: Flavio Yarade
Nosotros, solos como locos malos, a salvo de la fumigación, descongelándonos al sol matinal.
Lucho intentaba recuperarse de la pérdida de sus fotos


Foto: Flavio Yarade
Miguel hace lo propio, mientras que Ale recibe su baño solar dentro de la chata.


Foto: Jorge Alonso
Antes de partir, a reponer combustible en los tanques.


Foto: Carlos Lucchini
La caravana parte a la búsqueda del Paso Tinte.


Foto: Alejandro Danzi
En la inmensidad, la Land Cruiser parece un chinchorro.


Foto: Alejandro Danzi
Los colores del volcán Tinte.


Foto: Jorge HACKANSON
Zafarrancho de combate. Se pinchó el tanque auxiliar del techo y se está derramando la nafta !!


Foto: Flavio Yarade
Ahora apuntamos al Vn Piedras (Bv), gemelo del Tinte.


Foto: Carlos Lucchini
¿Y ahora? ¿Por dónde sigue esto?


Foto: Miguel Medina
¿Te parece por allá?


Foto: Jorge Alonso
Así llegamos a la planicie donde se encuentra la Laguna Busch.
En ese momento no la visitamos, giramoa al Este en busca del paso internacional.


Foto: Jorge Alonso
Cruzamos una primer vega por una especie de arroyo donde el suelo estaba más firme.


Foto: Carlos Lucchini
Dejamos atrás la Laguna Busch y nos metemos en otra extensa y pantanosa vega.


Foto: Jorge Alonso
Por favor prolijitos por la orilla...


Foto: Jorge Alonso
Eso es, en fila como los patitos...


Foto: Jorge Alonso
¡Por la orillita te dije Lucho !!.


Foto: Alejandro Danzi
¡Por la orillita te dije Lucho !!.


Foto: Alejandro Danzi
Jorge también la peludea contra el traicionero mallín...


Foto: Flavio Yarade
Y parece que con éxito...


Foto: Jorge HACKANSON
Pero no, a último momento la trampa lo atrapa...


Foto: Carlos Lucchini
Alejandro con la Land Cruiser, pasa con cierta solvencia.


Foto: Alejandro Danzi
Lo propio hace Flavio.


Foto: Carlos Lucchini
La vega es una excelente fuente de agua dulce.


Foto: Carlos Lucchini
Visitada y disfrutada por flamencos.


Foto: Jorge Alonso
Hora del almuerzo !!


Foto: Carlos Lucchini
Ya estamos en Argentina, ahora debemos bajar al valle donde corre el río Zapaleri.
Por acá, imposible...


Foto: Carlos Lucchini
Nosotros logramos bajar.
Ellos pretendían tirar las camionetas por esa barranca...


Foto: Alejandro Danzi
Mejor por allí muchachos...


Foto: Carlos Lucchini
Eso es, por acá es mucho más "suave".


Foto: Jorge Alonso
Una hora más, bordeando el río Zapaleri hacia el Norte...


Foto: Jorge Alonso
Por caminos complicados,


Foto: Jorge HACKANSON


Foto: Alejandro Danzi
Nos llevan a la Laguna Vilama
Pero decidimos ir en busca del "paso innominado".


Foto: Carlos Lucchini
Tomamos hacia el Oeste y encontramos las primeras vegas.


Foto: Carlos Lucchini
La tapera abandonada y el fin de la huella.


Foto: Alejandro Danzi
Peludeamos un buen rato por una ladera tapizada de coirones.


Foto: Carlos Lucchini
Luego debemos cruzar vegas secas y la cosa se complica.


Foto: Carlos Lucchini
Apuntamos las trompas de las chatas a un nuevo paso internacional...


Foto: Carlos Lucchini
Allá está, justo en el abra formamos la apacheta.


Foto: Jorge Alonso
En una sencilla ceremonia y en solemne formación,
bautizamos el Paso con el nombre de "Conejo Negro"
en honor a su descubridor.


Foto: Carlos Lucchini
Nos internamos nuevamente en Bolivia.
El sol del atardecer ilumina la cara norte del Vn Tinte.


Foto: Carlos Lucchini
Del lado boliviano hallamos una suave planicie descendente, sin ninguna huella marcada.


Foto: Jorge Alonso
En una última y desesperada maniobra nocturna
Denis pretende cruzar una inquebrantable vega...
Pagará su precio (no solo quedar en calzoncillos... )


ASÍ ACABÓ LA TERCER JORNADA DE ESTA TRAVESÍA
HABÍAMOS CRUZADO POR EL PASO TINTE A ARGENTINA
HABÍAMOS REGRESADO A BOLIVIA POR EL NUEVO PASO DEL CONEJO NEGRO
PARA EL DIA SIGUIENTE DEBERÍAMOS INTENTAR REGRESAR A ARGENTINA, LO INTENTARÍAMOS POR EL PASO VILAMA
¿SERÁ POSIBLE?

  Sigue acá...                        

  Esta aventura comenzó acá...                        

           
EDUARDO CINICOLA
Noviembre de 2008            



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