Era la tercera vez que rumbéabamos para la lejana e inexpugnable Pampa de los Bayos.
Como explico en los relatos de expediciones anteriores, la Pampa de los Bayos se encuentra en el fondo de un gran cuenco formado por un círculo de volcanes, algunos de ellos limítrofes con Chile, en la provincia argentina de Catamarca.
Las distintas erupciones de esos volcanes derramaron lavas y cenizas que se deslizaron hacia el centro de esa gran hoya. Las últimas erupciones expulsaron una ceniza vítrea color tostado que, al compactarse, formó una roca denominada toba volcánica, un poco más densa que la pumita o piedra pómez.
Luego, el agua del deshielo de las cumbres hizo su trabajo labrando numerosas grietas radiales que apuntan al centro del cuenco, donde depositaron sus detritus o arenas, formando una planicie casi circular de unos 5Km de diámetro. "Esa" es la Pampa de los Bayos.
Llegar a ella no es nada fácil, como en un juego de video tuvimos que ir sorteando distintos obstáculos y superando nuevos niveles.
El primer nivel, saturado de obstáculos, fue hallar la vía de aproximación, ya que la "pampa" se encuentra en una zona muy alejada de cualquier camino. Lo logramos en la primer expedición.
El Segundo fue hallar la forma de trepar con las camionetas hasta el borde de esa "corona" de volcanes (muy pegados unos a otros) que la rodean. Fueron muchos intentos desde casi todas sus caras, comenzando por unas interesantes, pero imposibles, quebradas que apuntan al sur. Continuando por el Este hasta llegar finalmente al Norte, donde descubrimos y arribamos a una escotadura, en la ladera del volcán Vallecitos. Alli, desde ese alto filo, la pudimos ver, allá en la lejanía, rodeada y protegida por ese inmenso campo de lava cubierto de grietas que se veían como la única alternativa para llegar a ella.
El problema fue que desde aquella escotadura a la que arribamos a 5.320 metros de altura (que bautizamos El Mirador) y desde donde apreciábamos ese espectacular panorama, era "imposible" meterse. Hacia el interior del cuenco la ladera caía abruptamente y parecía suicida intentar "tirarse" por allí. (Siempre tenemos que tener en cuenta que deseamos volver y a falta de otro, deberemos hacerlo por el mismo camino por el que ingresamos).
En este "video game" real, el tercer "nivel" consistía en hallar entonces una vía, no solo hasta el borde de la corona, sino una que permitiese bajar al interior.
Seguimos buscando y, en aquella, ya lejana, primer expedición, lo hallamos. Pero surgió un nuevo inconveniente, las profundas grietas que nos podían llevar al centro del cuenco, a la "verdadera" Pampa de los Bayos, estaban cubiertas de nieve. Tuvimos que regresar.
A nuestro regreso publicamos los tracks en ViajerosMapas y la expedición en Viajeros4x4.
Alguien "filtró" los tracks a otros hacedores de mapas ruteables y ya está, cualquiera con un poco de testosterona en las venas, y con un solo click en el GPS sería llevado de la mano a "la puerta" de la Pampa de los Bayos guiado por la voz de una fémina castiza.