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11 de febrero de 2002
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"Frontera explosiva"
(las secuelas de una guerra que no fue)
Mecanismos de remoción de las minas terrestres


Las operaciones de eliminación de minas tienen por objetivo retirarlas de toda una región donde las personas civiles han vuelto a vivir o tienen previsto hacerlo. Se realizan en cuatro fases: localización y señalamiento, detección individualizada, y desactivación o eliminación.

Las minas siguen causando heridas y sufrimientos diariamente. Para reducir el riesgo de accidente, una de las soluciones es su remoción, labor específicamente estipulada por tratados y protocolos internacionales.

El Departamento de las Naciones Unidas de Operaciones de Mantenimiento de la Paz es la unidad de coordinación encargada de la eliminación de minas. Varias organizaciones no gubernamentales especializadas, como Halo Trust y Mines Advisory Group del Reino Unido y Norwegian People's Aid de Noruega despliegan actividades de remoción en varios países. Por otro lado, diversos Gobiernos estudian la forma de mejorar las técnicas de detección y remoción de minas.

Una operación humanitaria de remoción de minas tiene por objetivo retirarlas de toda una región donde las personas civiles han vuelto a vivir o tienen previsto reasentarse, al mismo tiempo que se disminuyen los riesgos que corre el personal encargado del desminado. Las operaciones de remoción constan, por lo general, de cuatro fases: localización y señalamiento, detección individualizada, y desactivación o eliminación.

Localización de los campos de minas
Para la localización de campos de minas es necesario delimitar y señalar la zona que supuestamente contiene minas, sin forzosamente dar con ellas. En muchos conflictos, las minas se siembran raras veces según la doctrina militar; esto implica que las zonas minadas a menudo no están señaladas y, por lo tanto, se carece de registros al respecto.

Los desminadores, como se conoce a los expertos que las desactivan, suelen recurrir a la población local para informarse acerca del lugar donde han ocurrido accidentes o si el ganado ha muerto en una explosión, con objeto de localizar las zonas que pueden estar minadas.

Una vez localizados los campos de minas no señalados, se procede a su demarcación. Esta tarea se complica a menudo donde los carteles señalizadores pueden utilizarse como combustible o material de construcción. El hecho de que no se encuentren minas en el 90% de una zona supuestamente minada no significa que no se descubrirá alguna en el 10% restante; el "campo de minas" más pequeño es, desde luego, una sola mina aislada.

Técnicas de remoción de minas
En muchas situaciones, la más eficaz y más fiable técnica de detección sigue siendo la utilización manual por un desminador, arrodillado o en cuclillas, de una especie de punzón o varilla. Sin embargo, se tiende cada vez más a adoptar un sistema de combinación de diferentes métodos de detección: medios mecánicos, para desenterrar o hacer explosionar los dispositivos; detectores de metal -que no responden a las minas con poco (o sin) contenido metálico- para localizar los dispositivos; adiestramiento de perros, para olfatear explosivos y, por último, métodos de búsqueda manual utilizando objetos puntiagudos, como bayonetas o desatornilladores, para sondear el terreno.

Una vez localizada la mina, es necesario desactivarla o destruirla. Se puede neutralizar reintroduciendo la clavija de seguridad o retirando el detonador. Una vez neutralizada puede eliminarse sin riesgo. Debido a los dispositivos de antimanipulación, a las trampas o a los detonadores inestables, las minas suelen destruirse con explosivo en el mismo lugar sin jamás tocarlas. Muchos desminadores experimentados han resultado muertos o heridos tratando de extraer las minas provistas de trampas explosivas.

Las operaciones de remoción son costosas económicamente, unos 1000 dólares cada una; en tiempo, desminar una superficie equivalente a un campo de fútbol, que se siembra de minas en una hora, supone 3 meses de trabajo; y en vidas humanas, por cada 5.000 minas neutralizadas 1 persona muere y 2 quedan heridas.

Pocas naciones son capaces de montar ellas solas un programa semejante después de sufrir una guerra. La ONU ha establecido un fondo voluntario a través del cual los países pueden compartir los gastos que genera la retirada de las minas. Se han recaudado 25 millones de dólares, aunque se esperan recaudar 75 millones.

La creciente dificultad para detectar minas ha inducido a proponer que haya un mínimo de metal en cada mina para facilitar su localización recurriendo a las técnicas convencionales de remoción de minas.

Una vez colocada, una mina puede permanecer activa durante 50 años. A menos que se lleve a cabo una acción vigorosa, las minas colocadas hoy aun podrán estar matando gente a mediados del siglo que viene. La ONU considera que, si cesara inmediatamente el empleo de las minas, se necesitarían 1.100 años y 33.000 millones de dólares EE.UU. para eliminar, al actual ritmo, las ya sembradas. La lista de los países infestados de minas se compagina con la historia de los recientes conflictos: Angola, Afganistán, Bosnia-Herzegovina, Camboya, Croacia, Etiopía, Irak, Mozambique, Ruanda, Somalia y Sudán.

 
 
Más información
Nota principal
Los protagonistas
Las zonas minadas
   
Las minas terrestres
Qué son
Tipos de minas
Cómo se colocan
Mecanismos de activación
Mecanismos de remoción
Secuelas físicas y psicológicas que provocan
Efectos sociales, económicos y ambientales
Las minas en el mundo
Procucción y comercialización
Los conflictos internacionales
La lucha mundial contra las minas
Recomendaciones para el futuro
   
El conflicto limítrofe con Chile
La guerra que no fue
El Beagle
   
La legislación
Convención de 1980
El tratado de Ottawa
Los países firmantes del tratado
Glosario del tratado
   
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