AVENTURA EN MOTO DE ENDURO-TRAIL Y CUATRICICLOS
POR LOS COMECHINGONES Y LAS SIERRAS DE SAN LUIS
Escrito por Nestor Queralt el
16 de Septiembre de 2002 a las 20:26:21
Bueno, vamos a contar la historia vivida por un grupo de fanáticos de las
motos en un largo fin de semana del mes de mayo.
Todo comienza en la elección del recorrido, cosa que realizamos concienzudamente desplegando los mapas sobre la mesa de un bar y sin mirar apuntamos con un lápiz, como jugando al gallo ciego, y donde cae, pum, listo allí vamos...
Y nos toco Córdoba, Río Cuarto.
Ya en anteriores oportunidades habíamos estado en la zona y nos pareció bárbaro ir una vez mas al Cerro Áspero, solo que en esta oportunidad podríamos aprovechar el camino que nos lleva hacia Merlo , cruzando la Sierra y nos deja en lo mas alto de la misma para encontrarnos con un camino de asfalto recién concluido , muy bello y con unos paisajes realmente hermosos.
Solo faltaba organizar la logística para el viaje, buscar en nuestros archivos los mapas del Instituto Geográfico Militar (IGM) correspondientes a la zona y ponerse a trabajar en la preparación del viaje. Como nuestra intención era no encarecer los costos con camionetas de apoyo , pues a veces se complica y terminas con las motos haciendo de apoyo a la camioneta, decidimos integrar al grupo de motos con algún grupo de cuatriciclos que tenga la misma filosofía . Es decir, viajar por sendas y caminos duros, rápido y sin quejarse y sobre todo,
mucha solidaridad con tu compañero y con el grupo. Establecimos estos principios muy claramente antes de iniciar el viaje , pues ellos formaron la base para pasarla bien , sin problemas personales entre el grupo que ya de por si era bastante numeroso.
Motos, Cuatris y todo lo necesario para el viaje fueron a parar al Taller de Pepe De Lisio, mecánico de total confianza y mejor compañero de aventuras, el cual fue el encargado de dejar la parte mecánica en condiciones para tan dura travesía.
Y vaya si cumplió; en todo el viaje no hubo en las motos un solo problema: cadenas, frenos , embragues, arranques, nada molesto y nada dejo de funcionar, ni pinchaduras(todas las motos llevaban prote-pinch) y salvo algunas, exactamente tres pinchaduras en los cuatris , las que fueron reparadas en segundos con un sistema denominado Safety , que introduce en el
agujero de la pinchadura un cordón de fibras por medio de un pinche, el que luego se retira y listo, no pierde mas.
El otro problema era la autonomía de combustible, resuelta en las motos con
tanques auxiliares bien fijos a las motos y en los cuatris los clásicos bidones
de aceite llenos de combustible, bien tapados y muy bien asegurados con sunchos
a donde quede lugar.
Por ultimo preparamos todas las herramientas necesarias
para reparaciones de emergencia y también las necesarias para reparaciones
importantes (en algunos viajes hemos tenido que desarmar por completo tapas y
bloque para cambiar válvulas o pistones- es que los muchachos a veces les dan
bastante duro-) las cuales se quedan en las camionetas y si son necesarias las
vamos a buscar junto con un completo stock de repuestos, cubiertas y cuanta cosa
pensemos pueda ser necesaria.
Cargamos todo a las camionetas un viernes por
la noche y el sábado por la mañana estábamos a las ocho listos para salir desde
Rió de los Sauces rumbo a las Sierras.
En total éramos 8 motos , 2 KLX 650,
un XR 250, un XR 600 , un XR 400 , un África Twin, un Transalp y una WR 400, en
el grupo de los cuatris había dos Warrior 350 y un Honda 300.TRX.
Todo listo para partir desde Rio de Los Sauces
Como medida de seguridad resolvimos llevar bolsas de dormir y un film de
plástico grueso de unos 2m2 por persona, para poder realizar sin incomodidades
un bibuac en caso de ser necesario. Alimentos para una comida y agua son
imprescindibles en este tipo de viajes.
Por ultimo chequeamos con el Dr.
Pisano, compañero de aventuras, Neurocirujano y un enfermo por los fierros, que
todo lo concerniente al botiquín de primeros auxilios estuviese bien cargado en
su Transalp y partimos..............
Salimos rápido, con mucho frío, pero
bien equipados y vestidos y a los pocos kilómetros en una parada notamos con
mucha alegría la caída de agua nieve o nieve, cosa que nos puso eufóricos, sin
saber que esta nieve se convertiría después en un obstáculo que nos haría
renegar mas de la cuenta.
Mas o menos a mitad de camino nos encontramos con un Micro escolar que se
había quedado en un zanjón de barro. Presurosos y solidarios, como debe ser, nos
apeamos de nuestras motos y colaboramos junto al chofer y los chicos que con él
viajaban a destrabar y sacar el Micro de tan difícil situación. Tarea que nos
demando bastante esfuerzo, pero con la ayuda de los Cuatris tirando con sogas y
nosotros empujando, la pudimos resolver de manera bastante sencilla.
Cruzamos algunos ríos con una capa de hielo superficial y el espesor de la nieve caída ya se hacia notar llegando en algunas zonas a tapar la senda y tener que adivinar el camino. Gracias a que lo habíamos recorrido en muchas otras oportunidades y lo teníamos ploteado en nuestros GPS. , no nos presento dificultad encontrar la senda exacta y poder arribar cerca del medio día al refugio que Carlos Serra tan bien cuida y mejor atiende, en la base del Cerro Áspero.
Allí almorzamos una excelente y reparadora sopa de verduras , bien calientita y después de ponderar y felicitar a los cuatris y sus conductores, pues la senda es en realidad bastante difícil para los mismos, los cuales deben realizar un esfuerzo de brazos bastante importante. Amen de que no conocían el camino y era la primera vez que realizaban algo parecido. En resumen un MB10 para los cuatris.
El tema en el almuerzo fue la nieve , si continuábamos , si nos quedábamos en
el refugio a pasar la noche, si hacíamos un recorrido por la zona , si.........
Todo fue resuelto muy democráticamente entre Pepe y Yo............. dijimos al unísono, sigamos , y seguimos . Antes de partir desinflamos las cubiertas como para andar sobre arena, pues la conducción en la nieve floja es muy parecida a la arena. Este detalle nos permitió ir un poco más rápido y con casi ninguna caída.
En la altura la cosa se puso brava, muchísimo frío y empezaron en algunas zonas las heladas , el piso helado.
Todos esperábamos llegar cuanto antes al asfalto salvador, el que luego se
convertiría en un obstáculo casi insalvable.
Y así fue , al llegar al asfalto notamos una capa de hielo superficial de al menos tres centímetros. Reunión, evaluación, resolución: mandamos a los cuatris adelante muy despacio a romper el hielo y seguimos con las motos atrás.
El frío era ya bastante molesto, según nos enteramos después la temperatura orillo los –10ºC. Brrrrrrrrrrr
Empezaron las caídas y los cuatris no podían frenar pues aun con las cuatro ruedas bloqueadas se iban para abajo, intentaron de todo , hasta poner la marcha atrás circulando hacia delante , frenar en la banquina de tierra , que también estaba congelada. Todo era inútil , los tipos se iban para abajo , controlados, pero se iban .
Fue así como nos empezamos a separar y ante esa realidad no tuvimos mas remedio que pedir ayuda vía teléfono satelital a los bomberos de Merlo, pues la cosa se había puesto bastante fea, mucho frío y una situación si
bien bastante controlada, peligrosa. Como no esta en nuestro animo correr riesgos innecesarios , aquí tienen el porque de la llamada a Merlo.
Mientras tanto el primer grupo de motos había adoptado una estrategia bastante piola, los tipos bajaban la muleta , desconectaban el automatismo que te para la moto ante tal circunstancia y así bajaban de costado y muy lento pero sin caerse y con la moto controlada.-
En el segundo grupo no nos avivamos de ese truco y ante el peligro que representaba el frío, optamos por dejar las motos a un costado del camino y bajar caminando, sin importarnos un pepino el hecho de dejar las motos, cosa que después nos costo un sinnúmero de cargadas.
Ya a la mitad de camino nos encontramos con los cuatris que en piso firme y sin hielo nos estaban esperando y un poco mas adelante con los bomberos que nos venían a buscar.
En resumen, una experiencia brava, dura y linda pues la palabra solidaridad y el esfuerzo por el bienestar del compañero se hizo sentir como nunca, no hubo actitudes egoístas, y todos estábamos pendientes de todos, cosa muy difícil de lograr en un grupo. Experiencia que en realidad no la había vivido nunca en otros viajes en motos y ojo que fueron muchos.
Solo faltaba ir al Hotel., lubricar las cadenas , revisar las motos y cuatris , cargar combustible y dejar todo listo para no perder tiempo al otro día y poder salir bien temprano , pues el recorrido era bastante extenso. Solo después bañarse y cenar.
En esta segunda etapa nuestro recorrido arranca en Merlo hacia Santa Rosa por una recta de 18 Km. Interminable y desde allí nos internamos en los Bajos De Veliz circulando muy rápido hasta la Quebrada de la Cautana donde nos propusimos vadear el río por un sendero de animales que lo cruza en incontables oportunidades, aquí hubo que ayudar a los cuatris en algunos pasos por puertas de campo que están hechas para caballos y por las cuales lo ancho de los cuatris no pasa... Solución: los levantábamos por arriba del alambre y listo..... a andar.
También se les hacia bastante difícil el paso por senderos estrechos, pero colocando una rueda contra la pared y otra en la senda, así inclinados, los tipos pasaban. Buen rebusque.
Así anduvimos unos cuantos kilómetros hasta un puesto de donde parte una senda muy rápida , con peraltes como para ir a las chapas, cosa que hicimos, que nos deposita en el camino que conduce a Talita, Lugar al cual arribamos y luego de tomar un café y descansar un rato y
tranquilizarnos pues habíamos andado de verdad bastante rápido y jugados.
De allí, todos mojados, pues habíamos vadeado muchos ríos y en los vados nadie cortaba, y encima veníamos viajando con lluvia, resolvimos ir hacia San Francisco del Monte de Oro, donde Don Quiroga, administrador de la Hostería del lugar, un lugar paradisíaco, y muy bello y con una atención superlativa, nos estaba esperando.
Llegamos y con toda la hostería y el personal a nuestra disposición preparamos primero las motos y luego nos reconfortamos con una
pantagruélica cena, chivito incluido, que tuvo su momento de esplendor a los postres, con el Coñac en la mano, el cuerpo calientito y cómodo cerca del hogar a leña y los oídos deleitándose con Juan, motociclista del grupo y concertista de piano el que deleito a esta manga de animales con composiciones clásicas y propias. Un placer de dioses.
Al otro día ,todos secos, pues la calefacción en la hostería cumplió su rol principal : secar botas y ropas, partimos por la Cuesta Larga hacia La Carolina , pueblito minero, turístico y muy bello. Allí recorrimos las bocaminas de antiguas explotaciones auríferas y proseguimos hacia Intihuasi, otro lugar turístico que varios del grupo no conocían y vale la pena conocer.
En el camino cruzamos varios vados cortitos de uno o dos metros con muy poca agua y vaya aquí una advertencia útil para los viajeros. Estos vados suelen estar cubiertos de hielo en invierno o de verdín en el fondo en otra época.
CUIDADO , son muy peligrosos cualquier acelerada o cualquier toque en el freno o
cualquier movimiento extraño en la moto , invariablemente te llevara al piso...
Técnica para cruzarlos : APRETAR EL EMBRAGUE , NO RESPIRAR , QUEDARSE QUIETO Y.....REZAR.
Ya la nevada había aflojado y nos dirigíamos a Merlo nuevamente por la Sierra, que nos faltaba para hacer completo el viaje?........ Siiii, barro, y del mejor, barro con arena y piedras, un placer, no ese barro patinoso de la provincia de Bs. As. , barro de San Luis, un barro divertido que te hace derrapar , pero que si aceleras , encuentra piso, la moto se agarra y la vas llevando por donde quieres, .... la mayoría de las veces, a veces falla y alguna caidita ocurre, pero esto forma parte del juego.
Llegamos a Merlo sin tocar el asfalto, con todo entero y nos fuimos a dormir llenos de motos, emociones y ese gustito a aventura que nunca falta en nuestros viajes.
Solo nos restaba al otro día volver a subir la Sierra por el mismo camino que antes nos había dado tantos problemas, pero que en esta oportunidad se porto muy bien, regalándonos una vista excepcional, pues salimos con lluvia y en la altura, superamos el techo de nubes y nos encontramos con un sol a pleno, tal lo que se vive en un vuelo, pero volando en motos.
Luego de vuelta la lluvia y la Cañada De Álvarez para completar un circuito de Enduro –Trail muy completo donde habíamos puesto a prueba no solo a las motos sino a nosotros mismos. El resultado EXCELENTE.
Una experiencia de vida muy enriquecedora, pues en situaciones limites te probas, probas a tus amigos y si todo sale bien , te borras de la cita con el psicólogo.
Solo resta informar que este tipo de viajes, en nuestro grupo, no tiene costo alguno de organización, nadie lucra con la actividad y todos deben comprometerse a: cuidar al compañero, no abandonarlo nunca, cumplir una función en el grupo, ser solidario en todo momento y sobre todo poner huevos y buena onda.
Este viaje tuvo un costo por persona de $ 220.- que incluyo todo, nafta , peajes , hoteles comida, etc.
Si te interesa participar contactate con nestorqueralt@hotmail.com. o por teléfono con Pepe De Lisio al (54) 11-4489-1054.
Un abrazo DE TODO EL GRUPO
Nestor Queralt
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