Etapa 3b: Chacao - Puerto Quellón - Chaitén

La etapa prevista para ese día miércoles 21 de marzo era, mitad por tierra y mitad por mar.

El primer tramo por tierra: Chacao, Ancud, Castro, Quellón.
Segundo, por mar: Quellón / CHAITÉN donde preveíamos pernoctar.

Chaitén, nos quedaba cada día más lejos, debimos haber llegado allá el lunes.
Con suerte, lo haríamos hoy cerca de la medianoche.

Miércoles 21 de Marzo de 2.001 Nos levantamos temprano, desayunamos en la cabaña de Chacao y salimos rumbo a Quellón..., con paradas intermedias. La primera, a pocas cuadras de nuestro hospedaje, la plaza principal de Chacao. Está rodeada de casas e iglesia de madera, todas cuidadosamente pintadas de variados y fuertes colores, muy estéticos por cierto. Allí nos detuvimos una media hora curioseando y tomando fotos. Esta fotografía la tomamos en nuestra anterior visita seis años atrás. Esta la tomó Lucho en este viaje. Me gustaban más los colores de 1995. Sólo 30 Km por carretera asfaltada nos separan de Ancud, la capital de la Isla. Poco antes de llegar nos detenemos en San Juan, un puerto donde arriban barcas de pescadores (Realizan pesca sumergida). Ancud es una ciudad fortificada, restos de sus defensas las pudimos visitar y fotografiar, como lo hiciéramos en 1.995, en que estuvimos por primera vez de visita por allí. Ha crecido mucho en estos últimos años, y generalmente ocurre que ello me decepciona, (sólo dicho desde el punto de vista paisajístico). Perdió, su encanto de "Villa" para intentar asumir su rol de ciudad, y ocurre como los niños, cuando pasan por esa etapa de púberes en que han perdido la gracia de pequeños y aún no llegan a ser adolescentes. Continuamos camino ahora con rumbo sur. Próxima localidad: Castro a 100 Km. El paisaje es muy bonito. Se alternan leves ondulaciones de montañas con pequeñas praderas de un verde casi fosforecente y tramos de tupido bosque austral. Desde la carretera asfaltada, mirando hacia el continente, tenemos esta vista. Eran mas de las 11 de la mañana cuando pasamos por Castro. Una breve recorrida por en centro de esta cuidad (parece más importante que Ancud) de coloridos edificios de madera y continuamos raudamente a Quellón, a procurar pasaje en el transbordador que saldría a las 13 Hs. Faltaban justo 100 Km. En el camino pasamos por Conchi, otra ciudad portuaria muy pintoresca. A las 12:30 llegamos a Quellón. Fuimos directamente a las oficinas de la empresa naviera que hacía el cruce hasta Chaitén. ESTABA CERRADA !! Con cadena y candado. No se veía nadie, y la correspondencia acumulada debajo de la puerta del local nos indicaba que hacía varios días que nadie iba por allí. Los vecinos nos indican que el 28 de febrero la empresa cerró hasta el próximo verano. SONAMOS !!! - Y ahora... ¿Qué hacemos? - ¿De qué nos disfrazamos... ? ¿Como enlazaremos el siguiente tramo de la Carretera Austral? Alguien nos avisa que hay otra empresa que trabaja en el mismo recorrido, queda por allí a unas pocas cuadras sobre la costanera. Salimos como alma que lleva el viento a buscar una salvación. La empresa existía y tenía previsto un viaje para el día siguiente a la medianoche, arribando al amanecer a Chaitén. Solo dependía que la nave llegara a Quellón de otra travesía que estaba realizando en ese momento (creo que estaba en Puerto Aisén). Allí mismo reservamos bodega (oblando U$S 100 por vehículo y pocos pesos por cada pasajero). - Bueno, solo hay que esperar hasta mañana por la noche. Busquemos alojamiento. Desde la costanera de Quellón, barcos pesqueros y el Volcán Puntudo al fondo, en el continente. Pero antes ¡¡¡ COMERRRR !!!! Aprovechamos que era hora de almorzar y elegimos un buen restaurante frente al mar donde comimos excelentes salmones y cholgos a muy buen precio. Quellón está, al fondo de una gran bahía bastante cerrada. Saliendo del pueblo, y bordeando la bahía hasta la costa de enfrente, camino a Quellón viejo, conseguimos una hermosa cabaña en la cima de una loma desde la cual veíamos perfectamente el pueblo, la costanera, el puerto y todos los barquitos amarrados en aquel espacio de agua. Era temprano. Teníamos tiempo, así que salimos "de exploración". Esa tarde nos fuimos por la costa más hacia el sur, por aquella península que encierra la bahía de Quellón. Nos metimos en la arena de la playa, tomamos unos mates y disfrutamos un apacible atardecer. Volvimos a la cabaña. Nos quedamos hasta tarde en el balcón gozando de la vista de las luces de la Bahía, la costanera y los barquitos. Al día siguiente, Jueves 22 de marzo debíamos "hacer tiempo" hasta la noche, en que partiríamos en la barcaza (si es que llegaba a puerto), rumbo a Chaitén. Aprovechamos para conocer un pueblito (aldea) de pescadores que queda al Oeste de Quellón, en otra bahía, detras de una loma. Es Yaldad Desde la cima de la loma, vemos Quellón, la Bahía y, al fondo la silueta del Volcán Puntudo y otras cumbres nevadas. Pero algo más importante, esa nave naranja es la barcaza que nos llevará por la noche a Chaitén !!! En Yaldad se practica una actividad que no llegamos a comprender muy bien. Aparentemente en unas redes sujetas a grandes cubos de telgopor (que oficial de boyas) capturan algún crustaceo para su comercialización. Vean al fondo la infinidad de boyas blancas flotando en la bahía. Pasamos una linda tarde en Yaldad, dándole de comer a unos gansos salvajes, comiendo nosotros sobre el césped y observando la ingeniosa técnica de las gaviotas que, para abrir las almejas, las toman en su pico, elevan vuelo hasta unos cuantos metros de altura, las dejan caer en las rocas y se lanzan "en picada" a comer el animalito que queda expuesto con su caparazón rota. Al atardecer volvimos al puerto a cerciorarnos que la barcaza estuviera allí. Recogimos nuestras pertenencias de la cabaña, fuimos al puerto a cenar, llenamos los tanques de combustible y a las 0:30 Hs, ¡Por fin! , embarcamos. A eso de la 1:00 partimos. El viaje duró toda la noche. Estuvimos muy incómodos. Como no había literas dormimos?? sentados en los autos. Hacía mucho frío!!! A las 07:00 la sirena del buque anunciando que llega a tierra, nos termina de despabilar. 07:30 del Viernes 23 desembarcamos en el continente. ¡Por fin estábamos de vuelta sobre la Carretera Austral ! Y solo teníamos tres días de retraso en aquel viaje previsto para realizarlo en dos semanas. Continúa en la próxima etapa.