Jueves 29 de marzo de 2.001

Ese día debíamos desandar el camino hasta Cochrane, eran unos 220Km "duros" con un cruce en balsa incluído.
Tomaríamos la balsa de las 14:00 Hs. Para ello debíamos partir, a mas tardar, al mediodía.

"Hoy comienza el regreso... La satisfacción del objetivo alcanzado se mezcla con la tristeza del retorno..., de vacaciones que se acaban..." Pero todavía faltaba mucho por andar... Esa mañana, luego del desayuno fuimos a recorrer caminando las pocas manzanas del pueblo. Encontramos un taller de "ramos generales" donde nos soldaron el escape del Fiat que había sufrido una avería. Vemos parte de la plaza de Villa O'Higgins y sus "misteriosas" dos capillas. Nos acercamos a tomarnos una foto testimonial. Partimos cerca de mediodía para hacer los 100 Km hasta la Rampa Río Bravo en unas dos horas y estar allí cerca de las dos de la tarde en que estimábamos debía estar la balsa para el cruce del Seno Mitchell. El día estaba mas soleado y nos permitió tomar fotos. Pasamos nuevamente por el Lago Cisnes... Por los bosques... Por las cascadas... Por los hielos... Vimos nuevamente al "bravo" Río Bravo, bajar enfurecido.   Faltando 1000 metros para llegar a la rampa de embarque, se acaba el combustible en el depósito de la Lada Niva. Debemos detenernos a trasvasar del bidón. Eso nos demoró unos 5 minutos. A las 14:05 llegamos al embarcadero. Nada... Ni nadie a quién preguntarle si vieron a la balsa... si recién se había ido o... aún no había llegado. Para más el embarcadero está en una pequeña ensenada cerrada y rodeada de rocas que no nos permite ver el brazo de mar, por lo tanto no podemos ver si la balsa acaba de irse o está arribando. 2 horas con 30 minutos, sí, dos horas y media estuvimos allí esperando la barcaza. 16:35 llegó. Estaban muy apurados. La planchada no apoya perfectamente en el terreno entonces la suplementaron con unos tirantes de madera. Había que subir marcha atrás. Lucho está muy práctico en la conducción de su Fiat Uno, pero a causa de una mala indicación de los marineros, la rueda delantera zafó del tirante y algo de los bajos del motor golpeó contra el madero. Acto seguido ingresé yo con la Lada, también marcha atrás, y partimos. Llegamos a Puerto Yungay pasadas las cinco y media de la tarde, nos esperaban 122 Km de ripio hasta Cochrane. La ruta allí es muy angosta y rodeada de árboles. Unos grandes camiones nos obligaron a bajar "a la banquina", cubierta de grandes piedras bola. Recorrimos la primer cuesta y, cuando transitábamos por una pequeña planicie viendo los últimos rayos del sol, Lucho me avisa por la radio que tiene problemas con la caja de cambios. Nos detenemos a revisar y descubrimos que el golpe al subir a la balsa rompió un soporte del varillaje que permite cambiar de marcha. Imposible reparar, una pieza se había perdido en alguna parte del camino. Logramos engranar la tercera marcha y, el desafío sería hacer los 100 Km restantes en esa marcha. El Problema es que nos esperaban una o dos pronunciadas cuestas y, para cualquier coche es casi imposible subir cuestas en tercera marcha, a no ser que se vaya muy rápido, y eso no es muy recomendable en las cerradas curvas del camino de cornisa. El tema es que Carlos (alias "Lucho") se mandó los cien kilómetros en tercera, subiendo y bajando cuestas y badenes a rigurosos 70 Km/h para no perder potencia. Digno es de mencionar que el motor de aquel Fiat era muy elástico y capáz de "tirar" "desde muy abajo". Llegamos de noche a Cochrane. Como era fuera de toda temporada de turismo, en el pueblo de 1600 habitantes y tres por ocho manzanas no conseguíamos alojamiento. ¿Conseguiremos mecánico? Ir hasta Buenos Aires en tercera no es muy recomendable para el vehículo ni para los ocupantes. Las peripecias para llegar a Buenos Aires antes del lunes 2 de Abril (cumpleaños de la mamá de Claudia) las podrán leer en la siguiente etapa de este viaje.