Viernes 30 y Sábado 31 de marzo de 2.001

La etapa anterior concluyó el Jueves 29 de Marzo, cuando llegamos a Cochrane de noche y con uno de los vehículos averiado.

Esa misma noche, casi a las 21 Hs, encontramos un taller en el que un diligente mecánico aceptó "fabricar" la pieza perdida del varillaje de cambios del Fiat Uno de Lucho. Se quedaría trabajando de noche para poder tener listo el auto a la mañana del día siguiente. A nuestro ajustado cronograma de viaje no le quedaban más días "libres" para demoras. El domingo 1 de abril por la noche debíamos estar de vuelta en Buenos Aires (el lunes 2 cumplía años la mamá de Claudia y ella quería estar de regreso a cualquier costo). En ese taller mecánico de "ramos generales" su propietario reparaba desde una cortadora de cesped a un tractor de arado, pasando por bombeadores, motores fuera de borda, camiones o... un Fiat Uno, de modelo y mecánica desconocida en el sur de Chile y sin posibilidades de conseguir repuestos (lo que fuera necesario había que fabricarlo). El lugar era un gran tinglado de piso de tierra y sin puertas. El frío de la noche austral no encontraba obstáculos para adueñarse del galpón. A los pocos minutos de permanecer allí tiritábamos sin cesar. La buena voluntad y predisposición de este mecánico chileno es invalorable. Le estaremos agradecidos por siempre. Luego de cenar nos pusimos en campaña buscando alojamiento. Lo conseguimos en unas pulcras y prolijas cabañas un poco alejadas del centro del pueblo. Su propietario se sorprendió mucho ante nuestra aparición, no solo por la hora sino por la época del año. Allí al finalizar febrero consideran terminada la temporada y no aparecen más turistas pues el clima comienza a tornarse inclemente y, en poco tiempo se cortan las carreteras de acceso por las nevadas. Bueno, el caso es que conseguimos donde dormir, y por cierto que lo aprovechamos. Al día siguiente, temprano, nos dirigimos al taller mecánico a ver el estado de la reparación del Fiat. Ya estaba armado, con la nueva pieza colocada en su lugar. Al salir a probarlo descubrimos la mala noticia que, si bien el varillaje de cambios transmitía los movimientos de la palanca, la caja de cambios había quedado trabada y era imposible sacar la tercera velocidad para poner otra marcha. Probamos con el coche en movimiento, acelerando, desacelerando, en subidas, en bajadas, pero... nada. La tercera estaba "soldada" en su posición y se negaba a salir. Conclusión: Hay que bajar la caja de cabios, desarmarla, destrabarla, armarla y volverla a colocar en su sitio. Inconvenientes: Para sacar la caja de cambios de un Fiat Uno hay que desarmar la suspensión del lado del conductor, la transmisión y varias cosas más (ello lleva muchas horas de trabajo). Además, no habría juntas para rearmar la caja, etc, etc... Bueno... con suerte sería un día completo de trabajo, dedicándose exclusivamente a eso. Los otros clientes, que esperaban por sus reparaciones no tuvieron problema en "cedernos" sus turnos.... ahora... Manos a la obra... el mecánico, nosotros no podíamos hacer nada así que nos fuimos a dar un paseo por los alrededores (primero al banco, a retirar dinero para la reparación, era viernes y el sábado sería imposible). En la recorrida por Cochrane y alrededores descubrimos el bonito lago homónimo en cuyas costas improvisamos una comida campestre. Pasamos una tarde espectacular, a pesar de la preocupación por el arreglo del auto. Por la noche, luego de la cena, pasamos por el taller a ver el estado del "paciente" en terapia intensiva. El mecánico seguía trabajando, y continuaría gran parte de la noche. Al día siguiente (sábado), cerca del mediodía, con el Fiat reparado y probado salimos rumbo a Baires. Más de 2500 km de ruta de todo tipo nos esperaban. Como sabíamos que sería muy extenuante hacerlo solo en dos jornadas, planeamos una primera etapa hasta Comodoro Rivadavia, la segunda hasta algún lugar distante unos 600 Km de Buenos Aires y para el lunes 2 nos quedaría recorrer esos 600Km raudamente para que Claudia llegue, con tiempo, al cumpleaños de la mamá. Primera detención, a pocos kilómetros de salir, en la unión de los rios Baker y Neft. Ya los habíamos visto y fotografiado a la ida, pero el espectáculo es muy bello como para pasar sin detenerse. Más adelante ingresamos nuevamente a Puerto Bertrand (aquel que nos retuviera con sus bellezas más de la cuenta cuando transitábamos hacia el sur), allí visitamos a un simpático chileno y su esposa de quienes nos habíamos hecho amigos en la visita anterior. El nos cuenta la historia del camino que estamos por recorrer, bordeando el lago Gral Carrera/Buenos Aires por el sur. Es un camino abierto recientemente (horadado en la montaña que cae a pique sobre el lago) con la intención de comunicar por tierra a los habitantes de Chile Chico, comunidad fronteriza fundada en los años 30 por colonos chilenos que accedieron a la zona por territorio argentino. Durante muchos años su conexión con Chile era acuática, cruzando el lago hacia Puerto Ibañez (que a su vez permanecía aislado del resto de Chile hasta que se construyó la carretera Austral). Este camino transversal también comunica ahora a toda la zona con la Patagonia Argentina a traves del Paso Fronterizo Chile Chico. La primer población argentina que hallaremos será "Los Antiguos", muy cerca de límite internacional. Dejamos Puerto Bertrand, volvemos a la carretera austral con rumbo norte, y a los once kilómetros, poco antes del puente colgante de madera, la abandonamos definitivamente. "Ahora hemos tomado el camino transversal a Chile Chico". Un corte en la ruta. Mientras las máquinas trabajan reparando un derrumbe del camino, nos detienen por más de media hora. Por allí cerca pasamos por Puerto Guadal, un bonito pueblo con comodidades para el turista y comunicación lacustre con Puerto Ibañes y Chile Chico. El camino no era tan "fiero" como nos lo pintaron, se podía circular a buen ritmo. El paisaje que nos ofrecía aquel balcón sobre el lago, nos invitaba a su contemplación (y el tiempo se nos escurría entre los dedos). En el fondo (al Oeste) vemos la meseta nevada que constituye el Campo de Hielo Norte o San Valentín. El Lago General Carrera/Buenos Aires, el segundo más grande de Sudamérica luego del Titicaca, tiene costas muy sinuosas y buena cantidad de islas. Poco más adelante pasamos por Mallín Grande y Puerto Fachinal, otros dos pueblos que se vieron beneficiados con la construcción de esta carretera. Por momentos la costa se hace menos abrupta y se forman bonitas ensenadas. El Fiat Uno andaba muy bien luego del arreglo, excepción hecha de que calentaba un poco (no tanto como su dueño). Lo pudimos reparar unos 1000 Km más adelante, cuando descubrimos desconectado un cable del electroventilador. Bueno, se nos acabaron las fotos, pero les cuento que cerca de las 19Hs cruzamos la frontera (tuvimos muy poco tiempo para visitar Chile Chico, quedará para otra oportunidad), a las 20Hs, ya de noche partimos de Los Antiguos, luego de comer algo en un pequeño restaurant sobre la calle principal. Comenzó el asfalto y el cruce de la Patagonia de Oeste a Este. A las 10 de la noche pasamos como una exhalación por General Las Heras (enorme ciudad en aquella meseta desolada). Solo vimos lo encandilante de su iluminación nocturna y unas enormes aspas iluminadas que se movian impulsadas por el viento, eran gigantescos generadores eólicos. A las 24:00 Hs ingresamos a Rada Tilly, solo hallamos un Hote/Motel Alojamiento después de más de media hora de dar vueltas. Era casi la una de la madrugada, nos metimos de cabeza. Al Otro día una etapa de más de 1.400 Km hasta Macachín (con breve parada en Las Grutas y San Antonio Este) y, el lunes al mediodía "Claudita" pudo festejar el cumpleaños de "Mamá" en Buenos Aires. # Tardamos 13 días en llegar a O'Higgins y 3 y medio en regresar. # Recorrimos más de 6.000 Km # Conocimos el sur chileno # ¡Tenemos ganas de volver!!!