AMIGOS de ... 

NESTOR QUERALT y su "jauría" de "buenos muchachos".


Explorando Guayaguás II
Lomas Coloradas del Sur

 

Escrito por Nestor Queralt el 28 de Junio de 2003 a las 22:23


En un relato anterior sobre la zona, nos habíamos explayado sobre unos paredones rojizos que habíamos divisado a lo lejos y a los cuales no habíamos podido acceder por lo cerrado de la vegetación.
Fueron unas cuantas horas de estudio sobre imágenes satelitales y muchas horas de consultas con expertos viajeros y muchísimas horas más para convencer a mis compañeros de viaje sobre lo bello e interesante de la zona.

Todos sabemos que los desiertos o mejor dicho, las zonas desérticas con escasa vegetación y falta de agua no tienen un “gancho” turístico interesante.
Pero ¿qué sucede en nuestro pensamiento cuando recorremos estos sitios olvidados en el tiempo y la civilización?.
Sucede lo impensable, lo mágico. Se crea en nuestros corazones un sentimiento de libertad y unas ansias de devorar kilómetros con el fin de sentirnos “libres” y desahogados del infierno diario que nos toca vivir como habitantes de grandes urbes como nuestra Capital Federal.

Y más aun, cuando los caminos se van convirtiendo en sendas, luego pasan a huellas y por fin desaparecen, es en ese momento preciso que nuestro viaje adquiere la magnitud deseada. Todos estallamos de alegría cuando luego de hacer varios Km. del mas puro off-road encontramos algún puesto, algún sitio puro y sobre todo inexplorado.

Esto fue lo que sucedió en este maravilloso viaje a las “LOMAS COLORADAS DEL SUR”.


o ~ O ~ o


Ahora pasemos al relato cronológico de lo vivido gracias a la colaboración de mis “amigos de las motos”, que es lo mismo que decir “amigos de la vida”.

Antes un pequeño párrafo:

Se que los motociclistas de Enduro no somos bien mirados por el resto de la sociedad. Quizás esto provenga de antiguos films americanos donde se presentaban a los motociclistas como una horda de Delincuentes: Borrachos, Enloquecidos por la Velocidad, Sucios, Con Escapes Ruidosos, Malhablados, Gritones, Locos, etc, etc.
Ahora bien: si quitamos lo de Delincuentes y los etc, etc., todo lo demás esta bien dicho. Es VERDAD.

Pero lo que no tipifica nuestra sociedad es el sentimiento de solidaridad y amistad que se crea en este tipo de grupos.

Esta mucho en la conciencia de cada uno “el cuidar la naturaleza y sus gentes”. Y esta es una de nuestras premisas básicas. Creanme: somos “muy buenos muchachos”. Tratamos dentro de lo posible de dejar los lugares que recorremos tal cual los vimos. Las huellas de nuestros neumáticos son inevitables. Pero mucho más profundas y hermosas que estas huellas son las que nos quedan en nuestros corazones luego de realizar viajes como el que vamos a desarrollar ahora.


Partimos de San Francisco del Monte de Oro, donde nos alojamos en la hostería “La Candela” del amigo Marcelo Salado.
Nuestro destino era Santa Rosa del Cantantal, pequeño poblado pero muy importante para nosotros, pues allí, luego de recorrer aproximadamente 120 Km. íbamos a reponer combustible y llenar los tanques auxiliares, pues el próximo tramos era de unos 300 Km. sin abastecimiento de ningún tipo.



Los tramos veloces se sucedieron uno a uno y se intercalaban con algunas zonas de guadales que era necesarios superarlos enroscando el puño derecho, única forma de obtener la estabilidad necesaria.
Circulando en moto sobre terrenos arenosos hay dos maneras de superarlos:
1) bajas un cambio y aceleras al mango o...
2) cortas el acelerador , pones primera o segunda , muy despacio y con los pies esquiando lo vas atravesando con muchísima dificultad y acumulando cansancio que luego de un rato te llevará casi seguro al piso.

Creo que la opción 1) es la más acertada. Solo que el andar muy rápido y descontrolado, revoleando la rueda trasera para los costados es una maniobra que ayuda a que nos tilden de “locos”, pero creanme: es la más segura. “Seguro” que si le pifias en algo, te vas a dar un “bombazo” donde la arena te va a penetrar hasta lo mas profundo de tu ser. Pero sarna con gusto “no pica”.
Todo esto viene a colación de los innumerables golpes que hemos sufrido en este viaje, producto de los guadales y el espíritu competitivo que se adueño de nosotros y no nos abandonó hasta finalizar el recorrido. Una Locura…!!! Pero que hermosa locura!!! .



Santa Rosa del Cantantal – Almacén, Puesto de Venta de Combustibles a Manguera y Damajuana – Atendido por la Familia Miranda – (Muy hermosas y simpáticas sus hijas, Don Miranda). (Aprovecho a decir esto, pues Don Miranda todavía no creo que tenga Internet…)



Tranquera de entrada a la estancia “EL ABRA”.

Previamente habíamos pasado por el puesto de los hermanos QUIROGA (apellido muy común en la zona, donde nos habían aconsejado sobre las huellas a recorrer con total exactitud). Estos hermanos se han convertido en los mayores terratenientes de la zona y son un ejemplo de amabilidad.
Se llega a su puesto abandonando la ruta 20 un poco después de pasar por el paraje “La Tranca” con rumbo oeste. Se entra al desierto en un lugar denominado: “La Ripiera” (hay un pequeño refugio de colectivos).



Puesto “Los Telarcitos”. Amabilidad y Solidaridad con los viajeros es lo que destilan sus habitantes. A pesar de vivir en un medio hostil como pocos (noten el carro que utilizan para ir a buscar agua para sus necesidades básicas) estas gentes se desviven por atender a los eventuales viajeros.

Es muy aconsejable y también muy humano acercarle lo que uno pueda cada vez que pasemos por allí. Cualquier cosa que le llevemos (ropa, calzado, alimentos) será muy apreciado por la Flia Bustos.

Aquí fue donde invitamos al menor de los hermanos de esta hermosa familia a acompañarnos para evitar estar dando vueltas para tratar de encontrar la senda exacta que nos llevaría hacia el puesto “Los Manantiales”.

Capitulo aparte merece la experiencia de este muchacho llamado Ramón que antes de subirse a la moto de Santiago tenia una existencia tranquila y apacible. Pooooobrecito, no supo en manos de quien caería. Le calzamos un casco y este muchacho se subió por primera vez en su vida a un vehículo con motor a explosión. Seiscientos centímetros cúbicos de adrenalina subieron a su torrente sanguíneo ni bien arrancaron. El muchacho se comporto estoicamente y no se noto algún dejo de miedo. Solo que al arribar al puesto “Los Manantiales” el tipo no quería volverse a subir a la moto. Su tez estaba blanca como un papel, a pesar de tener el castigo del sol diariamente.
En resumen: ni se imaginan el “Cagazo” del pobre gauchito. Pero se la bancó y después de descansar un rato accedió a que lo llevaran nuevamente a su lugar de origen.

Creo que en su vida se volverá a subir a una moto, salvo que sea medio masoquista.

Toda una experiencia para el “Gauchito Ramón”.


Transitando agrupados por la “Pampa de las Latas”


Rio seco antes de llegar a “Los Manantiales”



Comienzan las afloraciones rocosas antes de llegar a “Los Manantiales”



El conducir “parado sobre los mandos” acrecienta la estabilidad y mejora el estilo de manejo al desplazar el centro de gravedad hacia abajo.


El GPS como vital elemento para internarnos en zonas desconocidas.


Arribados a “Los Manantiales” armamos el campamento con premura pues se acercaba la noche.



La noche, el Fuego, el Vino, las charlas y anécdotas del día hicieron que nuestros espíritus se templaran para encarar la etapa próxima con renovada energía.



Algunos se cargaron tanto de energía que no había manera de despertarlos por la mañana. Baco les salía del cuero hasta por los ojos………!!! Que bochorno Eludijes¡!!!!!!!



Guiados por nuestro Master en Navegación “Ing. Sandro Moltrasio” fuimos encarando quebradas y portales hasta dar con nuestra meta.



Ya el desierto plano había desaparecido y entrábamos hacia campos de acarreos donde se complicaba encontrar la senda exacta.


Y por fin llegamos a nuestra meta: “LAS LOMAS COLORADAS DEL SUR”


Lastima que una pertinaz neblina hizo que las fotos tomadas no fueran más “vivas”, por la ausencia de Febo.
Pero igual el paisaje nos impactó y emocionó.



La pequeñez humana resalta frente a esta obra monumental de nuestra madre tierra.



Es indisimulable la alegría compartida por todos al lograr cumplir un objetivo tan ansiado.



Los chistes y las bromas fueron un elemento que llevamos como paliativo para semejante esfuerzo.


Los paredones rojizos que habíamos observado a 20 Km. de distancia en el viaje anterior estaban al alcance de nuestras manos. La verdad que emociona.



Damián, dándonos un pequeño cursillo sobre erosión fluvial. Todos atentos.



No entiendo bien esta imagen, pero conociéndolos a Pepe y Damián, creo que estaban practicando como hacer cuando lleguen a sus casas. Después se pusieron el casco.



Aquí ven un ejemplo de falta de respeto a sus mayores. Los tipos (El Tordo y Damián) estaban intentando tirarme hacia el fondo del cañadon. No lo lograron gracias a mi “tenaz” resistencia. Que pedazos de boludos, jugando como chicos……….!!!Pero que divertido es estar con buenos amigos!!!!.



Nuestro “Geólogo”, calculando hasta donde le puede “pegar” en algún derrape descontrolado, como nos tiene acostumbrados.
Ojo que digo “Geólogo”, pues ya conoce el suelo de casi todo nuestro país.
Abrá que reconocer también que es inalcanzable para la gran mayoría de nosotros. Pepe De Lisio.



Y aquí la “yapa” de nuestro viaje.
Resulta que al dejar las Lomas Coloradas del Sur, nuestro viaje siguió con rumbo Norte hacia la Estancia Guayaguas, destino ya relevado en un viaje anterior.
Peeero, en el recorrido dimos con un puesto que no figuraba en nuestros cálculos: El PUESTO DEL SEÑOR BUSTOS. Así con mayúsculas.



BUSTOS: que placer para nuestros espíritus haber podido conversar con este arquetipo de paisano.
¡Cuanta sabiduría expresada en sus 75 años de arrugas, llevadas con una entereza y capacidad asombrable!



Nacido y criado en la zona. Enviudo hace 25 años y estoicamente vive sus días ayudado por el hacha.
¿A la pregunta de que vive? , la respuesta: “vivo del hacha”.
Prepara postes de alambrado que luego transporta a lomo de mula para venderlos y con ello conseguir lo necesario para su vida.

Con una precisión asombrosa nos relato que sabia de nuestra presencia en la zona hace un año y mirando nuestras huellas supo que éramos seis motos que habíamos andado por la zona.

Nos relato historias de bandoleros como la Martina Chapañay , muy famosa en la zona. Nos dio datos precisos de cómo encarar nuestro próximo destino de aventuras: La mina aurífera “La Porfía”, antigua explotación Española que ha quedado en el olvido y estamos dispuestos a relevar en un próximo viaje.
Desde aquí, sentado frente a la compu, todavía me emociono por la suerte que hemos tenido en charlar por casi una hora con este ser estupendo.
¡!!Muchas Gracias “DON BUSTOS”!!!!.
Pronto nos veremos nuevamente y le alcanzaremos todo lo que podamos cargar sobre nuestras motos. Se que UD. Lo va a apreciar.



Luego de dejar al Sr. Bustos, los caminos y sendas ya eran conocidos. Solo que nos llamo la atención como se había cerrado la vegetación en algunos tamos. El recorrido que hicimos para llegar a Barzola fue el mismo que habíamos hecho el año pasado, pero las espinas eran mayores y cada vez mas cerca de nuestras motos.
Habrá que venir mas seguido para que no crezcan tanto ¡!!!!!!!!!!!!!

¿No es así? : Cata, Damián, Pepe, Santi, Tordo, Cristian, Pablo, Sandro, Lucas, Marco, Colo, Dani y
yo , Néstor.

Motos: Honda XR 650 R ( 3)
Kawa KLX 650 R ( 3)
Honda XR 600 R ( 1)
Honda XR 650 L (1)
Kawa KLX 650 L (1)
Honda XR 250 RR (1)
Kawa KLR 650 (1)
Yama XT 600 (1)
Yama TTR 600 (1)

Un abrazo a todos.

Nestor Queralt - Julio del 2003.

nestorqueralt@hotmail.com



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