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Luego del cruce de aquel arroyo vienen dos trepadas muy jodidas, un cruce de una ladera en un sendero de 20 cm. y finalmente se nos brinda la Pampa del Rayo.
Aquí nos dirigimos directamente al Puente de Tierra, que en un anterior viaje había sido nuestro obstáculo insalvable.
Pero esta vez no fue así. Elaboramos la estrategia de ubicarnos de manera que si alguien se caía, siempre tuviese algún compañero cerca para ayudarlo y detenerlo en una probable rodada al barranco.
Y la verdad que así, la cosa fue muy sencilla de realizar.
Diría que casi sin riesgo. Solo había que largarse con velocidad y después la trepada se hacía bien fácil.
Una vez arriba había que tragar saliva que como todos sabemos ayuda a que bajen los huevos que no se por que, en estas circunstancias siempre se ubican en la garganta.
Luego seguimos hacia el Norte atravesando la Pampa del rayo hasta llegar a una colada volcánica negra que se observa en las imágenes satelitales.
Desde aquí solo restan 3 Km. hasta la laguna Fea, pero lamentablemente son tres Km. en trepada constante que por esta vez decidimos no realizar, pues el tiempo era escaso.
Seguro debe existir alguna senda, pero la verdad es que por más que la buscamos, esta vez no la encontramos. Quedará para dentro de poco, pues vamos a volver en unos meses, antes de que empiecen las nevadas.
Aquí arriba y un poco a la derecha de la imagen, se encuentra la Laguna Fea.
Entonces decidimos cambiar de planes y tratar de llegar a la Laguna Negra.
Para esto solo tuvimos que desandar un poco la Pampa y enfilar hacia el NW para también encontrarnos con una trepada importante que nos negó el camino.
Desde aquí solo 2,3 Km. hasta la laguna.
Hubiésemos podido llegar caminando. Pero hubiese sido una falta de respeto hacia nuestras motos.
Juntos vamos y juntos llegamos.
Esta vez estaba todo dado para llegar, pero el tiempo no nos lo permitió.
Tendríamos que habernos quedado en la zona por lo menos dos días más. Y la verdad que no podíamos.
En otra oportunidad lo trataremos de hacer. Por las dudas dejamos enterradas algunas botellas que por desgracia y emulando a Fernando, no me acuerdo los WP de donde las dejé!!!
Solo me acuerdo que están al pie del escorial y marcadas con una pirca. Si alguien las encuentra que brinde a nuestra salud.
Desde aquí comenzamos el regreso no sin antes relevar dos pasos más del cañadón que como me lo indicara Pedro Gutovnick, existen más arriba y son mucho más sencillos de cruzar.
En el camino encontramos un conito de deyección que en algún momento inundó con piedra pómez una buena parte del terreno.
Desde aquí la vuelta a Baires, matizada por la correa de distribución de la Transit que dijo basta a la altura de Realicó y nos brindo la posibilidad de volver sin manejar arriba de la grúa.
Una vez arribados a desarmar todo, cambiar la correa y gracias a dios las varillas (si, es un motor varillero) que nos perdonó y no rompió nada gracias a Dios.
Fueron más de 36 Hs. Sin dormir, pero a las siete de la tarde ya estaba todo armado y listo para salir a trabajar.
Un abrazo a todos y nos vemos en Neuquén (en la Fea y la Negra) en Febrero del 2004.
Nestor Queralt - Diciembre del 2003.
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