No fueron muchos.
De las averiguaciones realizadas surgió que para llevar el Renault 12 a un país no limítrofe, como es Perú, debíamos gestionar la "Libreta de Pases de Aduana" ante el Automóvil Club Argentino, institución que garantizaba que volveríamos con el vehículo a nuestro país de origen.
Debimos tramitar también el "Registro" (carnet de conductor) Internacional, y la extensión del seguro de vehículo a paises limítrofes y no-limítrofes.
Por lo demás, en general no averiguamos sobre tema hotelería porque nunca sabemos donde nos detendremos... qué lugar nos gustará y cuál no.
Decidimos sobre la marcha dónde parar y cuanto tiempo, preferimos esto a la alternativa de "atarnos" a un cronograma preestablecido.
Lo que sí procuramos llevar siempre son mapas, lo más detallados posible para ir "descubriendo" rincones semiocultos.
Justamente, el tema este de los mapas fue complicado en el caso de Perú y Bolivia.
En realidad no conseguimos mapas carreteros de esos paises, ni en embajadas ni en consulados ni en las grandes librerías de Buenos Aires. (Recordemos que era el año 1.989 e Internet aún no existía).
Tampoco supieron informarnos en la Embajada de Perú si había un camino que "subiera" desde Arequipa a Cusco, con lo cual se agregaba una gran incógnita a este viaje. Si no podíamos "subir" no podríamos conocer Machu Picchu ni "dar la vuelta" por Bolivia...
En la representación diplomática de Bolivia nos proveyeron de un mapa general de todo Bolivia que consistía en una fotocopia en papel A4 de un cróquis del pais, realizado a mano alzada. Sólo mencionaba las capitales de los Departamentos (Pcias) y algunas lineas rectas informaban de la existencia de alguna vía de comunicación entre ellas (¿asfalto?, ¿ripio?, ¿tierra? - No sé, acaso sea un ferrocarril.)
¿Distancias? Bueh... imaginemos...
¿Provisión de combustible?... ¿Para qué?
Esta fue una de las travesías que emprendimos con muy poca información...
Hoy, en general, se parte con equipos de GPS, computadoras de a bordo, precisos tracks pregrabados, waipoints (puntos de referencia) con precisión de centímetros... hotelería reservada (y pagada) por Internet en la cual se puede saber hasta el color de las sábanas que se usará... en fin..- ¿Hay para todos los gustos?
¿Podemos hoy salir casi sin información?
Yo creo que es casi imposible. Más teniendo Internet como fuente de consulta.