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Por el centro y noroeste de Argentina |
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CONTINÚA...
La RN51 sube buscando el abra Chorrillos a 4.560 msnm. Llegamos allí cerca del mediodía. Bajando, Mauricio descubre que, por partes, el camino de mantenimiento de las torres de alta tensión que exportan energía a Chile, se encuentra en mejor estado que la ruta. Allí desarrolla mas de 100 Km/h en su camioneta.
Al rato estámos todos metidos en aquella huella que enlaza todas las torres.
En un trayecto Mauricio tiene que salvar un desnivel de casi un metro y medio para volver al camino y allí mandó la Cherokee "de puntín" hasta recuperar la horizontalidad.
Pasamos por modernas estaciones abandonadas del FFCC a Socompa. Dv Km 1357, Dv Km 1369, Domingo Faustino Sarmiento... hasta que llegamos a la construcción donde se encuentran las termas y nos "amigamos" nuevamente con la Ruta Nacional 51.
Allí amamos la mesita, los banquitos y "la comidita", deliciosos emparedados de salame y queso con mucho hambre. La parsimonia nos consume el tiempo. Todavía nos faltaba la confluencia (a 60 Km), llegar al Paso Sico, volver, cruzar el salar del Ricón y llegar hasta la estación Salar de Pocitos, en el medio del salar homónimo. Son mas de las dos de la tarde y, en invierno a las 7 el sol se vá. Retomamos camino, ahora recorremos una altiplanicie que nos lleva en unos 30 Km hasta la entrada a Olacapato, el pueblo mas alto de Salta, a 4,090 msnm. No entramos, seguimos por la ruta para recuperar parte del tiempo perdido. Transitamos por el borde sur del salar de Cauchari hasta llegar al pueblito de Cauchari. Deshabitado en esta época del año. Allí recibo una triste sorpresa, la pintoresca capillita del pueblo cuya foto supo estar en la página principal de VIAJEROS, ha perdido su torre y su belleza. La conclusión de siempre, a veces es mejor no volver a sitios que nos han deslumbrado, generalmente la mano del hombre hace estragos y nos produce este tipo de desilusiones. En aquella encrucijada de caminos tomamos el que se dirige al Paso de Sico por el sur, bordeando el Salar del Rincón. Es una interminable recta con leve pendiente que, inexplicablemente (la pendiente no es tan pronunciada), vaya en el vehículo que vaya, no puedo superar los 60/70 Km/h. No sé si es el viento de la cordillera o una extraña fuerza magnética que, aplastándonos contra el piso, no nos permite avanzar a mas velocidad. Luego de esos 30 Km, nos asomamos, desde un balcón natural, a la imponencia del salar del Ricón. Lo vemos allá abajo, con varias sendas que lo atraviezan y conducen a antiguas y abandonadas explotaciones salitreras (borato y sal) Mina Estela, Mina Carolina, Mina Águila, Mina El Talismán... Lo rodean por el sur el cerro Tul-Tul y por el Oeste el cerro del Rincón que oficia de límite con Chile. Mas atrás de una planicie por la que corre la línea divisoria entre ambos paises vemos cerros y volcanes nevados, ya en territorio chileno.
Estámos a pocos kilómetros de la confluencia que buscamos. De acuerdo a lo que vimos en las fotografías satelitales, mas adelante y hacia el este de la carretera, a unos 780 metros, en el pedemonte arenoso está el ansiado punto imaginario. En pocos minutos nos devoramos los kilómetros y ya estamos perpendiculares a la confluencia. Debemos salirnos del camino hacia la derecha, por una superficie arenosa y cursada por cañadones formados por el agua cuando desciende de aquellas cumbres. Entro primero con la Ladita Verde. Hago unos 80 metros y sus delgadas cubiertas se entierran en la blanda superficie. Bajan los muchachos para alivianar. Ahora si, trepa y trepa. Faltan solo 500 metros, 400, 300, 200... y una profunda cañada se interpone. Miro para atrás y allí viene Andy y Pierre Carlo montados en Nikita y, mas atrás Mauricio y Adrián. A los muchachos que se quedaron a pié no los veo. Quedaron detrás de una lomadita. En el apuro no bajaron ni siquiera un Handy-Talkie. Me subo al portaequipajes para tratar de ubicarlos. No me ven. Andy y Pierre Carlo deciden bajar y hacer caminando los metros que faltan. Mauricio insiste en buscar una vía para llegar en camioneta hasta el lugar. Yo me vuelvo a ver que pasa con mis tres tripulantes. Intentaron subir caminando, pero la pronunciada pendiente, los pies que se hunden en la arena y el escaso oxigeno los hicieron desistir de caminar los 700 metros que faltaban hasta la confluencia. Nos quedamos esperando.
A los pocos minutos llegan Andy, Pierre Carlo, Adrián y Mauricio con una sonrisa en la cara, las fotos y la satisfacción de haber logrado otra confluencia (24-67 al bolso). Montados nuevamente en la ruta hacemos los pocos kilómetros que nos separan del puesto fronterizo previo al Paso de Sico.
Allí nos reciben los gendarmes y gente de Aduana. Están contentos de nuestra presencia, hace varios días que solo miran sus propias caras. Enterados de nuestros planes (llegar hasta el límite y volver a Catúa o Pocitos), nos ofrecen habitaciones con camas para pernoctar allí. Nos abren la barrera y nos vamos a las disparadas hasta el Hito limítrofe a conocer y tomar fotografías.
Recorremos por unos kilómetros la línea divisoria que allí está marcada por una huella en la planicie mientras Mauricio se dedica a arrear vicuñas con la camioneta a campo traviesa. Ya se estaba poniendo el sol cuando volvemos al puesto fronterizo. Aceptamos el convite y, en agradecimiento, Andy se pone a cocinar los inefables cappeletinis para toda la dotación. Ellos eran ocho y otros tantos nosotros. Comimos hasta saciarnos. Luego café, "galla-cocoro", otras bebidas espirituosas y TRUCO (quiero retruco). No digan nada pero Gendarmería/Aduana le dio una paliza al equipo expedicionario. Por la noche los ronquidos hicieron que la gente se desperdigara por todas las instalaciones, con su colchón y bolsa de dormir a cuestas. Así fue que por la mañana encontramos a uno durmiendo en el pasillo, otro en el gimnasio y solo faltaba uno en el baño. Jueves 14 de Agosto. A la mañana Mauricio y Andy proponen hacer nuevamente la confluencia (24-67) y tratar de ir todos para sacar la foto grupal.
Despues de despedirnos de nuestros amables anfitriones tomamos la RN51 hacia Cauchari. Al pasar por las cercanías de la confluencia, entramos todos, esta vez Pablo se montó en el paragolpes de la Cherokee y Juan hizo lo propio en Nikita. La Verde, con dos pasajeros menos pudo llegar también sin problemas y nos sacamos la foto testimonial.
Mauricio, Adrián, Pablo, Piercarlo, Andy, Federico y Eduardo. Detrás el Salar del Rincón, el cerro Tul Tul y los volcanes nevados.
El GPS marca altura (3887), posición, día y hora.
- Para leer toda la travesía, comience de la primera de la izquierda -
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