Entre
las formas más usadas de activación se
encuentran aquellas minas que pueden ser
accionadas al poner presión sobre ellas.
La gran mayoría de las minas de onda explosiva
se activan al pisarlas, al arrojar piedras,
lanzarlas o pisarlas, las minas activadas
a presión detonan lanzando una onda hacia
arriba. Algunas minas de activación por
presión manejan topes mínimos que en ciertos
casos sólo precisan 5 kilogramos.
Activación por alivio de presión:
algunas minas no funcionan cuando se pone
presión sobre ellas, sino cuando el objeto
o la persona que ejerce el peso se retira.
En ocasiones los grupos armados entierran
las minas y colocan objetos llamativos
sobre ellas, de forma que cuando alguien
los levante o patee, las minas exploten.
Este mecanismo de activación ha generado
un alto número de víctimas entre los niños
que atraídos por los objetos se aventuran
a recogerlos desconociendo sus fatales
consecuencias.
Accionamiento por tensión: es el
mecanismo habitual de activación de las
minas de fragmentación. Al atar uno de
los extremos de un alambre al seguro de
la mina y el otro a un árbol u otro objeto
cercano, la mina sólo esperará a que la
víctima tensione el alambre para detonar.
En ocasiones, varias minas se encuentran
conectadas entre sí y el alambre para
la activación sólo está al final de la
cadena. El resultado frecuente es que,
al activar el mecanismo, no sólo la primera
mina, sino todas las que están unidas
a ésta, explotarán y todos aquellos que
se encuentren cerca o detrás de quien
accidentalmente activó la mina resultarán
gravemente heridos.
Acción por alivio de tensión: es
otro de los mecanismos de activación de
las minas de fragmentación. Civiles y
combatientes suelen pensar que la mina
deja de ser peligrosa al cortar el alambre
de activación, un grave error; ya que
al cortarlo se aliviará la tensión sobre
el detonador y la mina explotará.
Dispositivos anti-manipulación
Muchas minas antipersonales se encuentran
equipadas con mecanismos que no permiten
que sean retiradas. Este tipo de dispositivos
causa gran cantidad de heridos dentro
de quienes se encargan de la remoción
de las minas. Entre estas unidades se
encuentra la gota de mercurio.
Al mover las minas, casi siempre después
de haberlas retirado del terreno, se activa
el mecanismo a través de una gota de mercurio
que une un dispositivo alterno de detonación.
La fotocelda garantiza que la mina
explotará a la más leve exposición a la
luz, al ser enterradas, estas quedan en
la oscuridad y al desenterrarlas explotan.
La granada es un mecanismo costoso
pero muy efectivo. Se coloca una granada
sujetada a la base de la mina, de forma
que cuando el desminador haya desactivado
la mina totalmente, sienta la confianza
para sacarla, quitando el seguro de la
granada y activándola.
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